Cuidado, mucho cuidado con esto: Pensión de Teuddy Sánchez
Por Juan Francisco Matos
En ocaciones, quizás por apasionamiento, amistad, necesidad, fanatismo y adulonería, nos lanzamos sin control a levantar y resaltar a políticos de todos los partidos y funcionarios negativos de los gobiernos sobre las supuestas "buenas obras" que realizan a favor de sus comunidades, sabiendo nosotros que son aves de rapiña, propensos a la adulonería y el chisme, que solo se acuerdan de la gente en tiempos de campañas electorales.
Esto así, porque la necesidad tiene cara de hereje, como reza un viejo refrán popular, la cual no es motivo para resaltar a elementos negativos a cada momento con escritos en diferentes medios de comunicación del país.
En ocasiones, estas alabanzas las hacemos por necesidad, máxime cuando estamos detrás de algo, algo que los charlatanes a quienes elevamos al cielo, nos prometen conseguir, cosa que a final de cuentas, siempre se desvanece.
No obstante, seguimos con las alabanzas, conscientes de que hay un pueblo que nos sigue paso a paso, quien por nuestra insistencia en alabar a las aves de rapiña, nos tilda de adulones, tumba polvo, y de chismosos en ocasiones.
Casi siempre esas aves de rapiña por nuestro empeño en levantarlos y de hasta adorarlos, nos premian con 500 y mil pesitos, dádivas que aceptamos porque poco apoco nos hemos ido acostumbrando a esto.
Aclaramos, que no nos estamos refiriendo a cuando se nos premia con algo por nuestras labores periodísticas (nuestro trabajo del cual vivimos), sino a cuando recurrimos a la adulonería para lograr algo que casi nunca logramos.
Una persona dedicada a una labor social digna y decente se gana el aprecio de todos, hasta de sus más acérrimos enemigos, pero todo lo contario cuando esta cae en la adulonería. Ahora, hay políticos y funcioanarios, que son muy, pero muy paquitos, los que por sus buenas acciones en favor de sus comunidades, no de nadie en particular, merecen ser destacados.
En cuanto a la pensión otorgada por el Poder Ejecutivo a Teuddy Sánchez, llamamos a los periodistas y comunicadores que han mostrado su disgusto, no sabemos por qué razones, a que depongan su negativa actitud frente a un colega que se merece esto y más.
A mí me pasó lo mismo cuando hace unos siete u ocho años logré una pensión del Pode Ejecutivo, la que lconseguí por mis casi 40 años en el periodismo, edad y los quebrantos de salud que padezco. Logré esto sin la ayuda de ningua ave de rapiña, porque gracias a Dios, nunca recorrí a ellas, por lo que ninguna de ellas puede decir que me metió la mano en esto.
Sí, hubo dos personas que me ayudaron a conseguirla, una de las cuales reside en la capital y otra en Barahona, las cuales no son políticas.
Muy pronto escirbiré un artículo donde daré a conocer la situación económica por la cual atrevezaba en esa ocasión. Adelanto que esa vez, mis sueldos eran mil 100 pesos quincenal en Radio Barahona y mil 575 como corresponsal de el matutino El Caribe. El hambre y la miseria eran el pan de cada día en mi humilde hogar, y así, reconociéndolo plenamemente, un grupo de colegas (desgraciados) decía que yo no merecía esa pensión.