Amor con sabor a mofongo.
Por: Luis Terrero Terrero.
Aunque no te ame de la forma que tú quieres que te ame, si se que te amo desde lo más profundo de mi corazón. Expresiones como estas fue las que escuché de esta linda pareja, quienes se las dijeron sin expresarlas con palabras, sino mas bien con los efusivos besos y abrazos que se dieron a la hora de pasar este acontecimiento que me dejó estupefacto, el cual les relataré a continuación.
Como si el destino les presiajara un éxito rotundo en el porvenir de sus vidas, un día 20 del mes de marzo en medio de la celebración de la victoria del equipo Dominicano en el clásico mundial, sucede un hecho sin precedentes en la historia, pero como el Dominicano es tan innovador, uno como que no se sorprende de cosas como estas.
Aunque no te ame de la forma que tú quieres que te ame, si se que te amo desde lo más profundo de mi corazón. Expresiones como estas fue las que escuché de esta linda pareja, quienes se las dijeron sin expresarlas con palabras, sino mas bien con los efusivos besos y abrazos que se dieron a la hora de pasar este acontecimiento que me dejó estupefacto, el cual les relataré a continuación.
Como si el destino les presiajara un éxito rotundo en el porvenir de sus vidas, un día 20 del mes de marzo en medio de la celebración de la victoria del equipo Dominicano en el clásico mundial, sucede un hecho sin precedentes en la historia, pero como el Dominicano es tan innovador, uno como que no se sorprende de cosas como estas.
Una pareja de esposos, amigos míos me invitan a tomarnos un par de cervezas, una vez sentados a la mesa, piden que les preparen un mofongo, como si fuera para rendir tributo al plátano power, que tanto inspiró al equipo Dominicano, en ese ínterin estamos compartiendo haciendo anécdotas en lo que llega el mofongo.
Al fin trae el camarero el mofongo, la señora empieza a degustar su sabroso mofongo, al rato el esposo de la amiga me señala el plato donde ella está comiendo, cuando miré el plato, ahí estaban los anillos de bodas, pero resulta que ella no ve los anillos, porque está tan rico el mofongo que no veía las sortijas, y caían poquitos de mofongo en el plato y ella los tomaba con el cubierto llegando bastante cerca de los anillos, en una ocasión manifesté, Ay Dios mío se los tragó de lo cerca que pasó el cubierto de las sortijas.
Al mismo tiempo pensamos el amigo y yo para buscar la forma de que ella se dé cuenta, como ya había dejado de coger el mofongo que se cae al plato, yo le dije estás dejando lo mejor del mofongo que es ese que cae al plato, y cuando miró lo tomó con incredulidad los agarró con el cubierto, preguntando qué era eso, porque ella no esperaba que le entregaran los anillos de bodas en medio de un mofongo como testigo, lo más normal es que se hiciera con un arreglo floral, con chocolates, en fin es que uno espera que se haga bien romántico, en un ambiente privado, pero cuando el amor es verdadero no importa lugar ni hora.
Ella entró en shock, y empezó a besar a su esposo, con todo y sabor al mofongo, el cual no soltó hasta que se terminó de comer todo, entre los dos, al ver esta acción por parte de mi amigo, dije es cierto el refrán que dice: Que cuando las bocas se aclimatan con el mismo aliento, el beso sabe a gloria.