La Semana Santa ya no es lo que era


EN SANTO DOMINGO:  Calles vacías, un silencio casi sepulcral, música sacra en las emisoras, personas que se mantenían mudas como sacrificio. Estampas de una Semana Santa que va camino a desaparecer, consumida por la promoción vacacional y los excesos de muchos, que obvian el sentido religioso de estos días de asueto.

La falta de ruidos y el recogimiento que evocaba es uno de los elementos que parece ser más extrañado. "El silencio se ha perdido. Antes en Semana Santa se oía si se caía una aguja, y en cualquier lugar que fueras. No es que quisiera que volviera, pero eso es evidente que ya no es así", expresa la publicista Gitti Hernández.

Con ella coincidieron la mayoría de las personas consultadas sobre el tema por DL. "¡El silencio! Era hermoso el viernes santo", apunta el ama de casa Cruz María Ricardo.


"El viernes santo era un día de oración y recogimiento total. Yo me acuerdo que no se abrían las puertas de las casas, todos se congregaban en la parte trasera a orar y hacer cosas en familia. El silencio era sepulcral. Semana Santa era tiempo de reflexión, independientemente de la religión que profesaras. Ahora es simplemente "spring break", consideró la señora Tatiana Pérez, una dominicana residente Estados Unidos.

Para las personas con una práctica religiosa activa en la Iglesia Católica, estos cambios de patrones responden a la falta de formación en la fe de muchos católicos y de la cultura consumista que, aseguran, rige el día a día.

"Cuando se ignora el por qué y para qué de este tiempo litúrgico, cuando no se sabe el significado, y el suceso que se conmemora, cuando se quiere estar más bien con las 'costumbres sociales del momento', que con uno mismo y con Dios, pasa lo que está pasando ahora", lamenta Gina Paredes, dirigente juvenil católica.

Para Yolanda Jazmín, dominicana residente en Argentina y activa feligresa católica "estamos en una sociedad impregnada por el 'aquí y el 'ahora', culturalmente mediatizada, y eso hace que todo lo que evoque 'pasado' no sea tomado en cuenta".

Una sociedad diferente

Para el sacerdote católico Luis Rosario, coordinador de la Pastoral Juvenil, la ausencia de muchas de las costumbres y ritos que acompañaban la Semana Santa responden a una nueva concepción de sociedad más pluralista, donde existen diferentes enfoques "que antes era regulados por los valores religiosos". "No es que se han ido perdiendo los valores, lo que ha ido cambiando son las personas con una mayor integración de diferentes culturas que han dado un nuevo estilo de comportamiento", considera.

Afirma que estos cambios han hecho ganar "intensidad y autenticidad a la vivencia religiosa", pues no es movida por la presión social que antes se ejercía. "Tienen mayor conocimiento de los contenidos de la fe, y un mayor compromiso en lo que es la vivencia de fe. Ese mayor compromiso representa mayor integración en la iglesia. No es el sujeto pasivo, sino activo en todo lo que significa la vida religiosa".
Frente a esta realidad, ve el reto de la Iglesia Católica en poner mayor esfuerzo en la evangelización para que la vivencia religiosa de la Semana Santa "no sea a través de una cultura que se impone".

/Diaro Libre/

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