DOMINGO ESPECIAL: La incansable lucha de una madre dominicana‏

EN NEW YORK: La madre de Manuel Mayí, el adolescente dominicano que murió en 1991 tras recibir una brutal paliza en Queens, está luchando 22 años después por recobrar de la Policía el último recuerdo de su hijo.

Altagracia Mayí entregó en 2004 a los detectives que reabrieron el caso — que hasta hoy continúa sin resolverse — el anillo que llevaba su hijo en el momento de su muerte, con la esperanza de que se pudieran extraer pruebas de ADN que condujeran hasta los culpables.


La Policía, sin embargo, sólo encontró rastros de ADN del joven asesinado, y descartó pronto el anillo como prueba, según declaró la madre.

Después de nueve años intentando que se lo devolvieran sin éxito, Mayí averiguó esta semana — gracias a la intervención de la oficina de la concejal Julissa Ferreras — que el anillo se encontraba en uno de los almacenes de pruebas de la Policía que fue arrasado por las inundaciones causadas por el huracán Sandy en Brooklyn.

"Esto ya es lo último que nos podía pasar", dijo Mayí. "El anillo se lo regalé yo por su graduación, es el último recuerdo que tengo de él y tiene un valor incalculable para mí".

El NYPD reveló el jueves a EL DIARIO/LA PRENSA que cuenta aún con recobrar el anillo, aunque la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) tiene precintado el almacén — situado en la Avenida Kingsland — desde el paso de Sandy, por razones de seguridad.

"Estamos explorando maneras de intentar recuperar el anillo sin violar las directivas de OSHA", aseguró Brendan Ryan, vocero de la Policía. "Esperamos de verdad poder dárselo a la madre en breve".

Manuel Mayí, que tenía 18 años cuando falleció, fue perseguido por un grupo de 10 jóvenes blancos por unas 16 cuadras en un sector de Corona, Queens, el 30 de marzo de 1991.

Cuando finalmente fue alcanzado por jóvenes que le seguían, estos le golpearon con unos bates de béisbol que le provocaron fracturas en el cráneo y otras partes de su cuerpo, causándole la muerte.

Sólo uno de los supuestos agresores — de los tres jóvenes que fueron arrestados entonces — fue llevado a juicio, Joseph Celso, a quien el jurado exculpó de los cargos.

El caso fue reabierto en 2002 por la Fiscalía de Queens y las investigaciones continuaron hasta 2011, cuando el comisionado de la Policía, Raymond Kelly, le comunicó personalmente a Altagracia que no habían hallado suficientes evidencias que condujeran a realizar ningún arresto.

Desde entonces, el caso está archivado en la división de "cold cases" (casos sin resolver) del NYPD.

"Me he sentido engañada por la Policía durante muchos años, que siempre me prometían que resolverían el caso, y que está claro no han hecho lo suficiente", recriminó la madre, que sigue defendiendo que a su hijo lo mataron en un crimen de odio racial. "Se va a cumplir 22 años desde que Manuel murió y tengo que vivir sabiendo que los que lo asesinaron siguen en la calle, y eso es muy duro".

Fuente: EL DIARIO

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