Denuncian reconocida familia estaría talando árboles en La Guázara
LA GUAZARA, BARAHONA, (República Dominicana): Integrantes de una reconocida familia estarían realizando desmontes e incendiando zonas cultivadas de árboles frutales donde nacen ríos que abastecen de agua al acueducto de este distrito municipal y la ciudad de Barahona, según denuncia de la Asociación de Agricultores en Progreso.
La entidad hizo la denuncia a través del digital local "Elguazareroblogspot.com", en el que identifican como responsable de la depredación a la familia Montero, que la realiza amparada en un supuesto permiso otorgado por la Dirección Provincial de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Según la entidad campesina, la tala de cantidades de árboles de las especies mangos, limón y naranjas, se estaría realizando en la zona donde tienen sus cabezas de agua los ríos Arroyo Grande y La Yayita, que surten del preciado líquido a esta comunidad y parte de la ciudad de Barahona.
"Como enemigos de La Guázara" catalogaron los agricultores a las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente por otorgar permisos para el desmonte de zonas boscosas.
A juicio de la entidad que agrupa a los campesinos del lugar, para la tala indiscriminada de árboles, la familia Montero ha contratado a nacionales haitianos, los cuales incendian las áreas devastadas.
"Son enemigos de esta comunidad los que ejecutan y permiten esta destructiva práctica", comentaron comunitarios, quienes pidieron que se ponga fin cuanto antes a esta criminal acción, para evitar que la zona sea convertida en un desierto.
Se desconoce hasta el momento para qué la familia Montero utilizará los terrenos talados e incendiados, aunque muchos suponen que es para la crianza de ganado y conuquismo.
Los agricultores pidieron a César Ferreras director provincial de Medio Ambiente que suspenda este permiso para evitar la desaparición de los ríos en cuestión.
Desde otros puntos de la provincia de Barahona proceden denuncias sobre tala de árboles y la extracción indiscriminada de piedras chatas o bolas en varias playas de la zona costera, ante la mirada indiferente de las autoridades provinciales de Medio Ambiente.