La Delincuencia y la violencia han robado la tranquilidad a los barrios de Barahona
Doña Elsa Danila Pérez Matos, es una maestra jubilada de esta ciudad que duró 37 de sus 57 años recién cumplidos en un trabajo que la apasiona y que no se resigna a aceptar que ya no está en las aulas dando clases porque adoptó el magisterio como un sacerdocio del que no ha logrado zafarse, pese a que tiene poco más de dos años fuera de ellas
Es un caso de delincuencia y de violencia, de los tantos que ocurren con frecuencia a cualquier hora del día en cualesquiera de los barrios de esta ciudad en sectores en los que sus moradores se quejan de la policía porque, a su juicio, la vigilancia es tímida.La dama, que dedicó su juventud y parte de su vida adulta a inculcar valores, creando un sujeto crítico de su entorno, pero para promover una cultura de paz, dada su formación cristiana, a mediados del pasado mes de enero tuvo una experiencia muy lejos de lo que enseñaba cuando dos mozalbetes provistos de pistolas intentaron atracarla a ella, a una amiga enfermera y a su hija en su residencia, ubicada en el sector de Punta Palma II.
La delincuencia y la violencia que crecen como la verdolaga en esta ciudad, así como otras comunidades de las provincias que conforman la Región Enriquillo: Pedernales, Barahona, Bahoruco e Independencia, han hecho que los que viven en los distintos sectores de aquí se refugien temprano en sus hogares.
El objetivo de estar temprano en sus casas y pedir a los hijos no llegar tarde en la noche o la madrugada es para evitar a ser asaltados por bandas de ladrones que operan en la ciudad sin que las autoridades policiales apresen a los que se dedican a esa acción delictiva que pone en riesgo la vida.
Juana Espinosa, esposa de un comerciante que se dedica a la venta de pollos en el mercado público, su casa se convirtió la madrugada de este domingo en la quinta vivienda en ser asaltada por delincuentes en el sector de Punta Palma II de donde se llevaron dos relojes de oro y plata que trajo de regalo de España a su esposo de donde vino a pasarse las navidades con la familia.
La vigilancia es tímida
El fiscal de aquí, Pedro Mártir Terrero, mostró preocupación por el aumento de la violencia durante el pasado año, así como el número de muertes relacionadas con este fenómeno social, unos 36 homicidios, los cuales estuvieron relacionados con los robos y los atracos, que se registran en la provincia.
Manuel de Jesús Batista (La Viejuca), oficial retirado del Ejército Nacional, presidente de la junta de vecinos “Progreso y Desarrollo”, de Punta Palma II, atribuyó los frecuentes asaltos y robos de que son víctimas las familias del sector a la tímida y escasa vigilancia policial.
Recordó que anteriormente lograron que la Dirección Regional Sur de la Policía Nacional, bajo el mando del Coronel Julio César Lorenzo Pulinario, dispusiera de una vigilancia motorizada que con frecuencia durante el día, la tarde y por la noche patrullaran, pero se queja porque la misma ha sido retirada y con su retiro han aumentado los robos y asaltos a las casas de ese barrio.
“Es que la delincuencia y la violencia han robado la tranquilidad de los distintos barrios de Barahona que requieren de una mayor vigilancia por parte de la policía para mantener a rayas a esos ladrones de la paz que han logrado que nos mantengamos en un temor permanente”, reflexionó la maestra jubilada, quien, además, es vicepresidente de la junta de vecinos del sector, Danila Pérez Matos.
El ex militar, con la experiencia lograda en el E. N,, dijo que solo el patrullaje preventivo de la policía y las propias acciones de seguridad de las familias es lo que va a impedir que sigan llevándose a cabo estas acciones vandálicas, tras asegurar que están ansiosos de que el anunciado plan de convivencia pacífica que sustituirá el de seguridad democrática se implemente para ver las medidas que se irán a adoptar para garantizar la paz y la tranquilidad de las personas.
Por Benny Rodríguez