DOMINGO ESPECIAL
La carrera de Martha cae por los escándalos
Por: Fernando Marte
La semana se tornaba acelerada, las expectativas crecían y un sentimiento de alegría se apoderaba de muchas personas.Todo estaba pautado para que algo grande a nivel artístico aconteciera en favor de República Dominicana, país del área del Caribe que por su limitante territorial no está en la mente de los grandes. Aunque todo iba bien en el ambiente se presagiaba que algo andaba mal. La expresión “bien cantao” de Jonh Secada no era suficiente para darnos cuenta que “nuestra” Martha Heredia, por quien nos trasnochamos, nos estaba jugando con cartas ocultas.
El jurado se deleitaba, pero insistentemente nos advertía que había que ponerle atención a la luminaria que nacía, precisamente por un carácter distorsionado que en nada se correspondía con el de una persona humilde y equilibrada.
El Latin American Idol nos decía que en nuestro país nacía una “estrella”, que con el tiempo nos dimos cuenta que no tenía nada de brillo por la indisciplina que siempre exhibió. A ella, a quien se le abrió de par en par la puerta de la fama, solo pudo entrar brevemente, porque al parecer solo era eso lo que creyó merecía: cinco minutos de fama. No se dio cuenta, ni su familia se lo advirtió, que el éxito es efímero si no se está mentalmente saludable y sin una dimensión humana trabajada.
Tras protagonizar varios escándalos propios de su personalidad enferma, que incluyeron haber matado, en un accidente de tránsito, a un nacional haitiano, no se detuvo. Como si nada le susurrara al oído que estaba equivocada, prosiguió su camino de tropiezos sin detenerse.
Se convirtió en la compañera sentimental de Vakeró, al que se le atribuyen virtudes de “macho”, superiores a la experiencia de la artista. Tras un romance efímero, Martha acusó a Vakeró de maltrato físico y psicológico, expediente que lo mantiene recluido en la cárcel modelo de San Pedro de Macorís.
Ahora, la Latin American Idol de República Dominicana se sube al escenario con su más penoso espectáculo, fue apresada en el Aeropuerto Internacional del Cibao cuando trataba de llevar en los tacones de sus zapatos sustancias que se presume podrían ser cocaína o heroína. Triste final para quien pudo haberse casado con la gloria, pero su pobreza de espíritu no le permitió ver en el horizonte las maravillas de una vida sana.