Esa violación acabó la familia”
EN SANTO DOMINGO : Su inocente sonrisa dejó de brillar en su rostro. Su mirada y ánimo ya no eran los mismos, entusiasta siempre.
El cuerpecito empezó a cambiar, las caderas ya no tenían forma de una niña de tan sólo 11 añitos: su cuñado acabó con su “mundo de princesa” cuando abusó sexualmente de ella.
Hoy la niña lucha por su vida en la Plaza de la Salud, luego de que su estado se complicó cuando dio a luz a un varoncito, hijo del mismo hombre que un año antes se casó con su hermana mayor, con quien también tiene un bebé.
Todo empezó cuando el año pasado la hermana mayor de la niña dio a luz y la madre de ambas pidió a la pequeña que fuera los fines de semana para que la ayudara en los quehaceres de la casa.
Destruyó la inocencia...
“Ahí fue que ese monstruo aprovechó para violar a la niña. Ese hombre destruyó a mi familia. Imagínese usted, mi niña más chiquita violada por su cuñado y embarazada por él con sólo 11 añitos. Él nunca me dio buena espina”, cuenta Sandro Trinidad, padre de la menor, quien no disimula el desprecio que siente por aquel hombre.
Narró que cuando empezaron a observar el cambio físico y emocional de la niña se preocuparon y decidieron llevarla a un chequeo médico para ver qué estaba sucediendo.
Cuando les dieron el resultado de los análisis y vieron que su pequeña tenía tres meses de embarazo sintieron que la vida se les desgarraba, y lo peor fue cuando hablaron con ella y les narró lo que había sucedido.
Sentía temor
“Ella se rajó a gritar y decía que no tenía la culpa de nada, que él (cuñado) la había violado, pero que nunca había dicho nada porque la amenazaba de matarla a ella y a su familia si decía algo”, indica Trinidad.
El hombre, identificado sólo como Geuri, de 28 años, cumple una medida de coerción de tres meses en la cárcel de Najayo, y la familia espera la condena máxima por el hecho.
Se recupera
La menor, quien está en cuidados intensivos, mejora su condición de salud y su primogénito también está fuera de peligro en casa de la familia maternal.
Los padres aseguran que, aunque nunca más será lo mismo, lucharán para que la niña no se sienta culpable de lo que sucedió y cuando salga del hospital la pondrán en manos de sicólogos.
Trinidad dijo que, no obstante, lo difícil será que cada vez que la niña vea a su hijo recordará ese ‘monstro’ que marcó su vida.