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Duarte ideó La Trinitaria como un movimiento político-militar
La Trinitaria, fundada el 16 de julio de 1838, fue concebida por Juan Pablo Duarte como una organización político-militar clandestina, ya que la tarea de expulsar a las tropas haitianas implicaba riesgos enormes en un territorio que muchos historiadores aseguran no pasaba de poco más de 120 mil habitantes. Los trinitarios operaban clandestinamente en células de tres, se hacían llamar por seudónimos y no conocían a los demás, mientras que los miembros fundadores recibían rangos militares. Juan Pablo Duarte fue nombrado general y jefe del movimiento libertador.
La organización en células de tres del movimiento libertador y el uso de seudónimos de sus integrantes reflejan su carácter clandestino, ya que se buscaba que si alguno de los integrantes era hecho prisionero y sometido a torturas no pudiera delatar a sus compañeros. Y era lo más lógico, dado que los trinitarios operaban en un territorio ocupado por tropas extranjeras. Ya desde 1836 José María Serra -usando el seudónimo de El Dominicano Español- redactaba pasquines que circulaba de forma clandestina en Santo Domingo y en las comarcas rurales de San Cristóbal, Baní y Azua, en los que denunciaba los abusos y maltratos a los que era sometida la población por parte de las tropas haitianas.
La Trinitaria, fundada el 16 de julio de 1838, fue concebida por Juan Pablo Duarte como una organización político-militar clandestina, ya que la tarea de expulsar a las tropas haitianas implicaba riesgos enormes en un territorio que muchos historiadores aseguran no pasaba de poco más de 120 mil habitantes. Los trinitarios operaban clandestinamente en células de tres, se hacían llamar por seudónimos y no conocían a los demás, mientras que los miembros fundadores recibían rangos militares. Juan Pablo Duarte fue nombrado general y jefe del movimiento libertador.
La organización en células de tres del movimiento libertador y el uso de seudónimos de sus integrantes reflejan su carácter clandestino, ya que se buscaba que si alguno de los integrantes era hecho prisionero y sometido a torturas no pudiera delatar a sus compañeros. Y era lo más lógico, dado que los trinitarios operaban en un territorio ocupado por tropas extranjeras. Ya desde 1836 José María Serra -usando el seudónimo de El Dominicano Español- redactaba pasquines que circulaba de forma clandestina en Santo Domingo y en las comarcas rurales de San Cristóbal, Baní y Azua, en los que denunciaba los abusos y maltratos a los que era sometida la población por parte de las tropas haitianas.
