Muerte coronel Caamaño Deñó: Creen factible enjuiciar a los responsables de la muerte de Caamaño‏


Sugieren a los familiares querellarse para poder mover la acción pública
El clamor de Alberto Caamaño Acevedo de que se enjuicie a los responsables, vivos y muertos, del asesinato de su padre, el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, ha sido acogido por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Participación Ciudadana (PC), la Fundación Primero Justicia y el jurista Ramón Antonio Veras (Negro), quienes ven factible abrir un proceso.

Negro Veras y Manuel María Mercedes, presidente de la CNDH, afirmaron que con el asesinato del coronel Caamaño Deñó se violó la Convención de Ginebra sobre el trato debido a los prisioneros de guerra. Veras dijo que si se forma un equipo de abogados fuera de toda politiquería para enjuiciar a los señalados como responsables de la muerte de Caamaño, se integra sin condiciones.

“La ejecución de Francisco Alberto Caamaño Deñó se sale de los marcos del arte y la disciplina de la guerra. Las acciones militares entre hombres dignos tienen sus reglas, su ética y su moral, se respeta la vida del adversario una vez éste está en manos del enemigo en forma indefensa. El asesinato de Caamaño, tiene esa calificación, y no puede caer en la especulación, de que formó parte de una acción militar.

La repugnancia que debe producir ese hecho, en la conciencia de nuestro pueblo, debe ser un baldón, que acompañe para siempre a aquellos que ordenaron y ejecutaron el asesinato de Caamaño”, subrayó Veras.

Crimen de lesa humanidad

María Mercedes calificó la muerte de Caamaño Deñó como un crimen de lesa humanidad, y que por lo tanto “ese asesinato no prescribe y en cualquier momento se puede poner en movimiento la acción de la Justicia en contra de los asesinos”.

Dijo que la CNDH está a la disposición de los familiares de Caamaño Deñó para iniciar el proceso, aunque sugirió la creación de un equipo o comisión que establezca los pormenores del asesinato.

Rosalía Sosa, directora ejecutiva de Participación Ciudadana, también puso  el equipo de juristas de esa institución a la disposición de los familiares del “presidente de la República en armas”, a fin de que el Ministerio Público ponga en movimiento la acción judicial.

Mientras que Miguel Surun, presidente de la Fundación Primero Justicia, observó que “se trata de violación a los derechos humanos y un asesinato de esa naturaleza es imprescriptibles, tal y como lo contempla la Constitución dominicana y el mismo Código Procesal Penal, por lo que los familiares de Francisco Alberto Caamaño Deñó pueden querellarse y mover la acción pública”.

El asesinato

Caamaño Deñó encabezó un grupo guerrillero que, en 1973, desembarcó por Playa Caracoles con el propósito de derrocar al presidente Joaquín Balaguer, quien al saber que el coronel había sido capturado vivo habría ordenado su asesinato al entonces secretario de las Fuerzas Armadas, comodoro Ramón Emilio Jiménez, quien niega esa versión, aunque es la que sostiene Claudio Caamaño en un relato que publicó de declaraciones recibidas del entonces cabo del Ejército Almonte Castro, sobre los sucesos:
“Al lado de un camino encharcado a unos cincuenta metros de la carretera Ocoa-Constanza, estaba el cadáver de Caamaño desnudo y dos guerrilleros metidos en sacos; el almirante Jiménez Reyes le ordenó que él y seis militares quemaran a Caamaño hasta que no quede nada, y si algo queda lo tiran por una furnia para que se los coman los puercos cimarrones. A los otros dos los entierran en sitio y manera que nadie pueda encontrarlos. Unos extranjeros que estaban con el almirante nos instruyeron cómo quemar a Caamaño y hacer la tumba de los otros dos. Como había llovido, todo estaba mojado y no prendía la leña para quemar a Caamaño, se lo informé al almirante Jiménez Reyes y le pedí gasolina. Vino y se paró entre los pies de Caamaño y le disparó una ráfaga partiéndolo casi en dos y volándole la cabeza, y dijo ‘ahora hay menos que quemar’, y ordenó destazarlo para quemarlo mejor ‘y si queda algo lo tiran que ese es comida de puerco’. Pasamos la tarde enterrando a los dos, partiendo leña, cortando a Caamaño en pedazos y esperando la gasolina que llegó al anochecer. Durante toda la noche tratamos de quemar los pedazos de Caamaño, pero la lluvia apagaba la fogata que volvíamos a prender en medio de un frío tremendo, hasta que se acabó la gasolina, nos guarecimos de la lluvia y cuando amaneció estábamos solos, recogimos los pedazos no quemados y los huesos a medio quemar, y en vez de botarlos para los puercos cimarrones de la zona, los llevamos a la tumba recién hecha. Hicimos un hueco y los pusimos encima de los cadáveres, tapándolo luego otra vez como nos habían instruido los extranjeros, poniendo tierra y apisonándola, luego tablas de costanera verde, tierra vegetal y la yerba de la zona que habíamos separado con cuidado”.

Convención 1949 manda respetar vida prisioneros

El artículo 3 de la Convención de Ginebra precisa que los combatientes que hayan depuesto las armas y las personas puestas fuera de combate por enfermedad, herida o detención serán, en todas las circunstancias, tratadas con humanidad, sin distinción alguna de índole desfavorable. A este respecto, prohíbe, en cualquier tiempo y lugar: a) los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, la tortura y los suplicios; b) la toma de rehenes; c) los atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes.

LOS EXPERTOS
Rosalía Sosa
Directora Participación Ciudadana
“Participación Ciudadana nunca va a apoyar lo que atente contra la vida. Aparte de la comisión de la verdad se necesita que  uno de los hijos o la familia se querelle para poder poner en movimiento la acción penal pública. En el caso de que eso suceda nosotros apoyaríamos esa acción sin reserva alguna”.

Ramón Antonio Veras
Abogado
“Si en el país se integra un equipo de abogados fuera de toda politiquería me integro sin condiciones. La grandeza de Caamaño está en que vive en la conciencia y el corazón de lo mejor, y de lo que en verdad se llama pueblo dominicano. Yo estoy en la mejor disposición de formar parte de un equipo que haga justicia”.

Manuel María Mercedes
Presidente comisión derechos humanos
“Somos partidarios de que se investigue para determinar si los restos son los mismos, y ubicar los verdaderos restos. Ese crimen, el del coronel Caamaño Deñó, no prescribe desde el punto de vista moral y ético, y un proceso debe ser abierto en cualquier momento”.

Miguel Surun Hernández
Presidente fundación primero justicia
“El caso de Caamaño tiene dos vertientes: una violación flagrante al derecho internacional, el derecho a la vida, que está expresamente declarado y condenado por varios tratados internacionales suscritos por la República Dominicana y por eso el Ministerio Público debe perseguir a los asesinos”.

 Rafael Alonso Rijo / El Caribe
Con tecnología de Blogger.