LA NAVIDAD‏

 
Con la entrega de la regalía pascual en muchas instituciones públicas y empresas privadas, se siente un  nuevo aire en el pueblo dominicano.

Regularmente la llegada del mes de diciembre entusiasma a los dominicanos sin importar las cifras que arrojen las estadísticas.
 
En todas partes del mundo la llegada del mes de diciembre es motivo para celebrar, para encontrarse las familias, los amigos, los compañeros de trabajo.


Pero en el caso de República Dominicana esa especialidad alcanza ribetes espectaculares. Los planes para la cena de la Nochebuena o el “coro” para la llegada del Año Nuevo adquieren tonalidades especiales. De modo que muchos de los pesares vividos en el año que casi agoniza van quedando atrás, borrados por el olvido y resurge la esperanza puesta en el comienzo del nuevo año, que muchos lo ven como un reto para su existencia.

Sin embargo, y sin tratar de bajarle el tono a los festejos de nuestro pueblo, este fin de año hay que tomarlo con mucha precaución.

Los actos delincuenciales y las características que estos han alcanzado, pueden dañarle la fiesta a cualquiera. Es tan delicada la situación que mucha gente sugirió al Gobierno que entregue la Regalía Pascual en una especie de clandestinidad, pues la salida de dinero a las calles abrirá el apetito a los delincuentes que también quieren fiestar con el dinero ajeno.

Mucha gente tomó a chercha este pedido, pero es un claro mensaje del estado emocional de esos dominicanos que no se siente seguros al visitar un centro comercial, un lugar de diversión o simplemente el parque de su comunidad, pues temen ser asaltados.

El país tiene que superar este cuadro. Se han perdido muchas cosas de nuestros valores y nuestra cultura. Pero la parte divertida de este pueblo hay que preservarla. Hay que tomar las precauciones de lugar, pero no dejemos que nos arranquen el sentido de compartir, de juntarnos  y de celebrar en nuestras coloridas Navidades.
Con tecnología de Blogger.