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Una bebé y su hermanito viven debajo de un árbol en rotonda de la avenida 30 de Mayo 

HERMANITOS DE 4 Y 8 AÑOS, VIVEN A LA INTERPERIE EN LA CAPITAL 

Las vidas de Moisés, de cuatro años de edad, e Isabel, de ocho meses de nacida, no han transcurrido como la de muchos otros niños. En lugar de tener un hogar seguro y limpio ellos viven en medio de basura y trastos debajo de un árbol en la rotonda cerca del elevado de la avenida 30 de Mayo con Núñez de Cáceres. Sin un techo que los cobije, estos niños están expuestos a peligros inminentes que les acechan día a día como la muerte, violaciones o ser robados. 

Isabel todavía no puede sostenerse en sus frágiles piececitos y espera acostada en un pedazo de cartón que uno de sus “cuidadores”, tres hombres que se identificaron como amigos de sus padres, le de un biberón con un poco de leche en polvo preparada con agua. Pero Moisés, que está vestido pero descalzo, come “solo” con los alimentos que los tres hombres les dan en una ponchera con rastros de suciedad. Cerca del niño, en un caldero con aceite hirviendo, se fríen cueros de pollo con los que el pequeño se come trocitos de guineo verde.