Una recreación del accidente que se llevó dos vidas útiles, las de dos técnicos de Educación en Barahona‏




Por R. A. López Ynoa
 Barahona 

¡Quién me habría dicho que no vería con vida horas más tarde al amigo Maestrín cuando a la caída de la tarde nos encontramos en la funeraria “Savica” para darle el sentido pésame a otro amigo, compañero de labores, por su madre fallecida!. Pero, así fue. 

Salió para su casa, hacia La Ciénega, a unos 20 kilómetros de la ciudad de Barahona, y minutos más tarde me dieron la infausta noticia de su muerte violenta. Lo llevaron sus amigos, mejor dicho, llevaron lo que dejó de él el aparatoso accidente provocado por dos mozalbetes, jóvenes temerarios e irresponsables que no sólo perdieron sus vidas, sino que le hicieron arrebatar las de dos hombres jóvenes y laboriosos trabajadores de la educación. Residía en La Ciénega, pero trabajaba en las oficinas de la Dirección del distrito Educativo 01-03 de Barahona con asiento en esta ciudad. 


  En la tarde de este trágico martes estuvo en su natal La Ciénega repartiendo los alimentos escolares en un camión destinado para distribuir las raciones alimenticias escolares . Había dejado su motocicleta, un saltamontes color blanco, en la ciudad de Barahona.

Luego de repartir los alimentos escolares por las escuelas de la Costa, decide volver a la ciudad de Barahona a recoger su motocicleta. Es camino hacia su comunidad, conduciendo su motocicleta, que se encuentra con Daninson Gómez Medina (Maestrín), compañero suyo de labores quien también vivía en La Ciénega, ahí en la Bomba “La Isla”, la de la salida hacia las costas de Barahona, y le da, como se dice popularmente, “una bola” para llevarlo a su casa. 

Aquilino siempre piloteaba su motocicleta con moderación. Deja en la orfandad a tres (3) hijos. Residía en La Ciénega, pero trabajaba en las oficinas de la Dirección del distrito Educativo 01-03 de Barahona con asiento en esta ciudad. Soltero, bonachón, siempre alegre y nada parecía preocuparle. Acostumbraba todas las noches a esperar transporte público, o alguna “bola” en la Bomba “Isla” que está a la salida de la ciudad hacia las costas. En la tarde de este martes había ido a la funeraria “Savica” a dar sus pésames a un compañero de trabajo de la Regional de Educación cuya madre había fallecido en la mañana. 

 De ahí salió para su casa. No llegó. El insolente comportamiento de dos mozalbetes sobre sendas motocicletas y su desprecio por la vida humana le quitó la suya. Wellington y Milky Los dos jóvenes que venían de las costas, de uno de sus balnearios, “como jonda que lleva el diablo echando carrera”, o sea, en competencia de cuál corría más. En un principio venían con dos jovencitas, pero éstas al ver la forma en cómo conducían las motocicletas, decidieron apearse y subirse en uno de los minibuses de transporte público, cosa que le salvó la vida El accidente Aquilino va conduciendo su motocicleta con la moderación de siempre llevando como pasajero a Maestrín desde Barahona hacia La Ciénega. Wellington viene conduciendo una motocicleta hacia Barahona a alta velocidad zizagueando, y Milky viene conduciendo otra en las mismas condiciones. 

“Echando carrera”. Casi llegando a la entrada a la Playa Las Saladillas, las motocicletas de Wellington y Milky colisionan en “V” a la de Aquilino produciendo un doble impacto que por necesidad tenía que ser mortal para Aquilino y Maestrín. La violencia del impacto fue tal que a Milky se les desprendió el brazo derecho y las dos extremidades inferiores, mientras que al profesor Aquilino se le explotó la cabeza y su masa encefálica se esparció por “todo el perímetro de la vía”. También ambas piernas fueron trituradas. A Maestrín se le desencajaron las mandíbulas y su cuerpo quedó irreconocible. Aquilino quedó encima de su destruída motocicleta, Maestrín quedó un poco más allá, y los dos jóvenes fueron a para como a cien metros de donde colisionaron las motocicletas. El reporte inicial de Teuddy Sánchez dice que “el trágico hecho ocurrió próximo a la entrada de la playa Saladilla, donde en meses pasados, murieron otras cuatro personas”. Ocurrió en la Carretera de la Muerte. La carretera de la Costa.
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