Editorial de elCaribe, 30/11/2012
La Policía y la inseguridad
Los hechos delictivos que se han registrado en la última semana
tienden a aumentar la preocupación de la sociedad sobre los elevados
niveles de inseguridad que se respiran y se sienten en el país.
Precisamente en esta semana, cuando República Dominicana recibe la visita de jefes de la Policía de varios países de América Latina para participar en la V Cumbre de Comunidad de Policías de América (Ameripol), el caso de la agresión contra la ingeniera Francina Hungría, a quien dos delincuentes dispararon en su rostro causándole una ceguera inmediata para quitarle su vehículo, se une al reciente asesinato de una pareja de esposos en su vehículo, donde fue dejado abandonado un niño de alrededor de un año de nacido. Fueron circunstancias distintas, pero ambos acontecimientos se produjeron en sectores de clase media de la capital y de Santo Domingo Este.
Por eso, no es casual la preocupación del presidente Danilo Medina por establecer una reforma profunda en la Policía Nacional, cuyos primeros pasos, en términos teóricos, ya se iniciaron. Falta que se comiencen a producir acciones, y que de manera simultánea se apliquen medidas de carácter inmediato para contener, aunque sea un poco, el aumento acelerado de la delincuencia.
La reforma de la Policía está a cargo del Ministerio de Interior y Policía, cuyo titular coordina una comisión que integran, además, representantes del Ministerio Público, del Gobierno y de la propia institución del orden.
Tanto el ministro de Interior y Policía, como el jefe de la Policía Nacional, son los mismos que ocuparon esos puestos en los últimos dos años del gobierno de Leonel Fernández, y fueron ratificados por el presidente Danilo Medina. Esto indica que esos funcionarios han de tener la buena y firme voluntad de echar hacia delante este proceso de reforma, de manera que no se produzcan acciones de resistencia que tienden a estancar esta difícil pero necesaria iniciativa.
Precisamente en esta semana, cuando República Dominicana recibe la visita de jefes de la Policía de varios países de América Latina para participar en la V Cumbre de Comunidad de Policías de América (Ameripol), el caso de la agresión contra la ingeniera Francina Hungría, a quien dos delincuentes dispararon en su rostro causándole una ceguera inmediata para quitarle su vehículo, se une al reciente asesinato de una pareja de esposos en su vehículo, donde fue dejado abandonado un niño de alrededor de un año de nacido. Fueron circunstancias distintas, pero ambos acontecimientos se produjeron en sectores de clase media de la capital y de Santo Domingo Este.
Por eso, no es casual la preocupación del presidente Danilo Medina por establecer una reforma profunda en la Policía Nacional, cuyos primeros pasos, en términos teóricos, ya se iniciaron. Falta que se comiencen a producir acciones, y que de manera simultánea se apliquen medidas de carácter inmediato para contener, aunque sea un poco, el aumento acelerado de la delincuencia.
La reforma de la Policía está a cargo del Ministerio de Interior y Policía, cuyo titular coordina una comisión que integran, además, representantes del Ministerio Público, del Gobierno y de la propia institución del orden.
Tanto el ministro de Interior y Policía, como el jefe de la Policía Nacional, son los mismos que ocuparon esos puestos en los últimos dos años del gobierno de Leonel Fernández, y fueron ratificados por el presidente Danilo Medina. Esto indica que esos funcionarios han de tener la buena y firme voluntad de echar hacia delante este proceso de reforma, de manera que no se produzcan acciones de resistencia que tienden a estancar esta difícil pero necesaria iniciativa.