Temas para el alma
¡Sí lo hará!
Por: Lucy Cosme
Sin embargo, cuando tenemos a Dios, viene la felicidad a visitarnos precisamente para amortiguar esos momentos difíciles e incompletos de nuestra existencia.
Podemos ser felices al aceptar que la felicidad es en esencia el saborear las sodas de la vida cuando son dulces, frías, amargas o saladas, porque la mayor felicidad es ser sensibles, sanos y sobrios.
Ser feliz es reconocer que cuando no podemos resolver humanamente las situaciones difíciles, ¡Dios sí lo hará!