Rechazan paciente por falta de cama
La deficiencia y el descalabro del sistema de
salud quedaron en evidencia la semana pasada con la odisea que vivió un
hombre de 30 años, grave a causa de la diabetes y un absceso en los
glúteos, que fue rechazado en cuatro hospitales públicos porque alegaban
no tenían camas para internarlo.Antonio Jiménez Robles (Tony Jiménez) fue a buscar asistencia al
centro médico de Haina, cuyos médicos lo refirieron al hospital Padre
Billini.
En este centro de salud ningún médico se detuvo a examinar al paciente, alegando la falta de cama para hospitalizarlo.
“Nadie lo miró.
Todo el mundo salía corriendo por el mal olor que expedía”, denunciaron los padres del joven, Manolo Félix y Angela Juana Robles, residentes en la calle Acacia número 21 del sector El Naranjal, en Haina.
Del Padre Billini lo refirieron al hospital Luis Eduardo Aybar, donde le hicieron una cura superficial y lo despacharon.
En su recorrido, los angustiados padres de Antonio llegaron al hospital Moscoso Puello, donde tampoco encontraron médico que recuerde el Juramento Hipocrático.
Una hermana del enfermo comentó la angustiante situación a un amigo el cual se comunicó con el director de la clínica Cruz Jiminián.
En este centro de salud ningún médico se detuvo a examinar al paciente, alegando la falta de cama para hospitalizarlo.
“Nadie lo miró.
Todo el mundo salía corriendo por el mal olor que expedía”, denunciaron los padres del joven, Manolo Félix y Angela Juana Robles, residentes en la calle Acacia número 21 del sector El Naranjal, en Haina.
Del Padre Billini lo refirieron al hospital Luis Eduardo Aybar, donde le hicieron una cura superficial y lo despacharon.
En su recorrido, los angustiados padres de Antonio llegaron al hospital Moscoso Puello, donde tampoco encontraron médico que recuerde el Juramento Hipocrático.
Una hermana del enfermo comentó la angustiante situación a un amigo el cual se comunicó con el director de la clínica Cruz Jiminián.
En ese centro fue el doctor Antonio Cruz Jiminián quien ordenó que
el paciente fuera operado inmediatamente, debido al avanzado estado de
deterioro de su salud.
El pasado jueves fue operado para sacarle todo el tejido en mal estado que tenía en sus glúteos.
No obstante, la clínica tuvo que despacharlo porque estaba llena de pacientes y no disponía de una sala para aislarlo de los demás.
Los médicos pidieron a la familia del paciente que lo llevaran a consulta el próximo martes.
Sin embargo los familiares temen que Antonio muera antes de ese día.
“Hoy amaneció grave. Está desesperado con el dolor y bota mucha sangre”, dijeron sus padres, quienes no tienen más alternativas que esperar debido a la falta de dinero para dirigirse a otro centro de salud privado.
Don Manolo gana el salario mínimo trabajando como guardián en una empresa de vigilantes privados.
La madre, Juana Angela, lleva años que no trabaja.
El pasado jueves fue operado para sacarle todo el tejido en mal estado que tenía en sus glúteos.
No obstante, la clínica tuvo que despacharlo porque estaba llena de pacientes y no disponía de una sala para aislarlo de los demás.
Los médicos pidieron a la familia del paciente que lo llevaran a consulta el próximo martes.
Sin embargo los familiares temen que Antonio muera antes de ese día.
“Hoy amaneció grave. Está desesperado con el dolor y bota mucha sangre”, dijeron sus padres, quienes no tienen más alternativas que esperar debido a la falta de dinero para dirigirse a otro centro de salud privado.
Don Manolo gana el salario mínimo trabajando como guardián en una empresa de vigilantes privados.
La madre, Juana Angela, lleva años que no trabaja.
Antonio es el quinto de los ocho hijos del matrimonio de Manolo y Juana Angela.
Lleva año y medio padeciendo de una diabetes mal atendida, debido a la falta de recursos económicos para acudir a la asistencia médica.
Lleva año y medio padeciendo de una diabetes mal atendida, debido a la falta de recursos económicos para acudir a la asistencia médica.
Durante años se ganó la vida fabricando mangueras en el Centro de Manguera Haina.
Perdió el derecho a tener un seguro médico cuando la fábrica cerró.
UN APUNTE
Llueven las quejas
Los dominicanos de escasos recursos económicos, que están obligados a pedir asistencia médica en los hospitales públicos, se quejan constantemente del mal servicio que reciben y del trato desconsiderado y descortés de médicos, enfermeras y personal de laboratorio que no se compadecen de sus padecimientos.
Perdió el derecho a tener un seguro médico cuando la fábrica cerró.
UN APUNTE
Llueven las quejas
Los dominicanos de escasos recursos económicos, que están obligados a pedir asistencia médica en los hospitales públicos, se quejan constantemente del mal servicio que reciben y del trato desconsiderado y descortés de médicos, enfermeras y personal de laboratorio que no se compadecen de sus padecimientos.