PLD: ¿Modernizar o Relanzar?
La desaparición física de Juan Bosch, marca el comienzo de la
involución política, ética y estructural del Partido de la Liberación
Dominicana. Las bujías dinámicas, que eran las reuniones de los
organismos partidario, establecida estatutariamente, se fueron
apagando, hasta desaparecer.
Las estructuras fundamentales de P.L.D., los comités de base, marcaban la chispa funcional del partido. Lo expreso con un dejo de nostalgia: eran escenarios del debate político con altura, de educación política, de crítica y autocritica.
Las reuniones eran la germinación de ideas, de las que no se podía prescindir. La dirección del partido remitía a las bases, consultas sobre políticas partidaria interna, sobre acontecimientos nacionales e internacionales; también sobre táctica y estrategias políticas.
De tal manera que todos los organismos del partido y sus integrantes estaban al tanto y participaban activamente través de este modelo democrático participativo y transparente, no solamente en los concerniente a la actividad partidaria, sino también del acontecer político, social y económico, a los niveles nacional e internacionales.
Eran los soportes estructurales y funcionales por medio de los cuales el Partido de la Liberación Dominicana estaba en una revolución permanentemente moderna. Cada cuatro años el P.L.D. era sometido a un proceso de restructuración interna, en el que se elegían democráticamente, el presidente y secretario general, la dirigencias media y de base de la organización.
En el plano estructural, fue adaptando las estructuras del partido en base a las necesidades propia, y de la sociedad, siempre con una visión de avance y modernismo. Su líder histórico, Juan Bosch, concibió e inicio el proceso de apertura del P.L.D. a la sociedad en base a un crecimiento cualificado, manteniendo los principios Duartiano que dieron origen a su fundación.
Las estructuras fundamentales de P.L.D., los comités de base, marcaban la chispa funcional del partido. Lo expreso con un dejo de nostalgia: eran escenarios del debate político con altura, de educación política, de crítica y autocritica.
Las reuniones eran la germinación de ideas, de las que no se podía prescindir. La dirección del partido remitía a las bases, consultas sobre políticas partidaria interna, sobre acontecimientos nacionales e internacionales; también sobre táctica y estrategias políticas.
De tal manera que todos los organismos del partido y sus integrantes estaban al tanto y participaban activamente través de este modelo democrático participativo y transparente, no solamente en los concerniente a la actividad partidaria, sino también del acontecer político, social y económico, a los niveles nacional e internacionales.
Eran los soportes estructurales y funcionales por medio de los cuales el Partido de la Liberación Dominicana estaba en una revolución permanentemente moderna. Cada cuatro años el P.L.D. era sometido a un proceso de restructuración interna, en el que se elegían democráticamente, el presidente y secretario general, la dirigencias media y de base de la organización.
En el plano estructural, fue adaptando las estructuras del partido en base a las necesidades propia, y de la sociedad, siempre con una visión de avance y modernismo. Su líder histórico, Juan Bosch, concibió e inicio el proceso de apertura del P.L.D. a la sociedad en base a un crecimiento cualificado, manteniendo los principios Duartiano que dieron origen a su fundación.
El ascenso del Partido de la Liberación Dominicana al gobierno, en su momento cumbre, considerado un partido nuevo en América, profundizo la involución de la organización.
En el 2001, el P.L.D. realizo su sexto congreso nacional, denominado: “Profesor Juan Bosch “, el ultimo de toda su historia. Conclusiones: modernizar y aperturar el Partido de la Liberación Dominicana. Seis meses después, en junio del 2012, el presiente del parido, Leonel Fernández declara: “Veo prudente que en la mente de cada uno de los dirigentes y militantes del P.L.D. quede la idea de que el Partido de la Liberación Dominicana es nada mas una maquinaria electoral. Han transcurridos 11 años del sexto congreso nacional y 12 años del P.L.D. como partido gobernante, el presidente del partido Leonel Fernández proclama la modernización de la organización política.
Cabe la interrogante, ¿Relanzamiento o Modernización?
En concordancia con lo reseñado anteriormente, lo más conveniente, para el partido y el país, es la reestructuración y el relanzamiento del Partido de la Liberación Dominicana. Para iniciar este proceso, con democracia y transparencia, el presidente y el secretario general del partido deben cesar en sus funciones. Se impone la disolución del comité Político y del Comité Central y de todas las estructuras partidarias a nivel nacional. Anticipo un miembro del comité central por provincias
En un gesto digno, la actual dirección del partido debe de seleccionar la comisión que llevara a un feliz término este proceso.
Ismael Batista
Reside en Barahona