El señor gobernador de la provincia de Barahona debería aclararlo
Por Ramón A. López Ynoa
Desde este medio de comunicación, y
desde otros contextos, hemos reconocido la valía política del ingeniero
Pedro Peña Rubio, quien fue ratificado como gobernador por el Presidente
de la República, así como también hemos reconocido la impronta que ha
sabido imprimirle a sus ejecutorias en una institución, que como la
gobernación civil de Barahona, muchos que pasaron por ella la degradaron
y otros la instrumentalizaron para fines ulteriores.
Peña Rubio ha sido buen gobernador y hasta ahora, pensamos, ha sabido manejarse con cautela y comedimiento ante las situaciones políticas que se le han presentado en su partido y en la sociedad barahonera, en sentido general.
Es por eso que nos resistimos a creer en
los despachos de la prensa local que dan cuenta de un supuesto manejo
administrativo y político de parte del gobernador de esta provincia y
que ha sido calificado por algunos de “golpismo”, por otros de “grave
error y golpeo inadecuado”, y aún por otros de “malas acciones y faltas
graves de nuestras autoridades”.
No estuve presente en el acto en el que
se “juramentó” a César Ferreras como nuevo director regional de Medio
Ambiente, por eso me limito a lo que conozco por los digitales de esta
ciudad, pero tengo mis reservas en cuanto a que el ingeniero Pedro Peña
Rubio haya incurrido en el infantilismo de sustituir a un funcionario
sin el conocimiento, y peor aún, sin el consentimiento del ministro de
la cartera a la que corresponde el "cancelado".
Y más aún que en el acto de
juramentación estuvo presente el ministro de Obras Públicas, Gonzalo
Castillo, y además, también los funcionarios gubernamentales Carlos
Manuel Florián, Víctor Manuel Terrero, Carlos García, entre otros que
asistieron. Allí también se dio cita Rafael Méndez Risk.
Un comunicador, dirigente peledeísta y
funcionario del gobierno, reportó que “el mismo Gonzalo, en sus palabras
a los presentes, se refirió a la designación y la dió como un hecho”.
Pero, vengan acá! ahí no puede haber dudas sobre la legitimidad del acto.
Algo debió de haber pasado para que se
diera marcha atrás con la nueva designación, si es que la hubo, porque
repito, a menos que el mismo gobernador desmienta la versión
periodística, no es posible semejante despropósito y que ahora se diga
que no hubo tal designación.
Como antes se decía ante algo grande: Ave María Purísima! - Sin pecado concebida! Respondía la feligresía
El señor gobernador debe aclarar esto.
Primero, porque como dice un comunicador “ha sido un funcionario que ha
sabido actuar y en base a sus actuaciones se ha ganado el aprecio de la
ciudadanía, de los periodistas, comunicadores, y de la gran mayoría de
sus compañeros de partido”.
Segundo, para mantener la imagen que
hasta ahora ha mantenido y que puede fisurarse si no se aclara la
especie, y tercero, porque los barahoneros se merecen una explicación.
Que diga lo que ha pasado. La verdad. ¿Cuál es el problema?
¿Realmente se dio el mandato de la sustitución y luego se echó para atrás? Si la hubo, Por qué se echó para atrás?
¿Nunca el ministro de ambiente dio el
mandato de la sustitución? si no se dio el mandato de sustituir a
Livent, qué hizo suponer que se podía hacer la sustitución?
Entendemos que si hubo un error de parte
del gobernador, lo hubo y punto. Si no esperó la confirmación de algo
que le comunicaron, debió de esperarla y ya. Si todo fue una iniciativa
local, bueno! el errar es de humano, la infabilidad sólo es de Dios, y
aquí abajo, todos somos humanos, no dioses.
¿Qué pasó en realidad, señor gobernador?