El ejercicio periodístico tiene sus reglas, pero hay quienes lo ejercen como ellos entienden que deben hacerlo
Recientemente, me dijo Teuddy Sánchez,
que había que tener cuidado con los errores que algunos periodistas y
medios cometen, y el cuidado consiste en no reproducir el error del
otro.
La observación es muy valedera en estos momentos, cuando en la mayoría de los medios, se copian y pegan notas, es decir, se aprovecha el trabajo de otro y lo reproducen.
Sencillamente, copiamos y pegamos, no revisamos y cuando eso ocurre el error que el autor original de un trabajo cometió, pues ha sido reproducido por los “copia y pega”.
Los periodistas, los comunicadores, son los profesionales que deben orientar al pueblo, aparte de informarles con objetividad, claridad y precisión.
Esto viene a colación, a una noticia difundida el pasado mes de mayo, cuando en el padrón de la Junta Central Electoral aparecía el doctor Joaquín Balaguer, apto para ejercer su derecho al voto.
En esa ocasión, la reseña periodística causó, revuelo, sensación y comentarios diversos, resultó hasta graciosa la falta de organización de nuestros registros de defunciones.
Hace apenas tres días, escuche a un comunicador, de un canal de TV, vapulear la nota, nuevamente, pero lo hacía con una gran picardía y manejo impactante, “el ex presidente Joaquín Balaguer, está vivo.
Yo que desde más de treinta años, se que ciertos hechos, son esperados por los medios para impactar, sin importar lo que ocurra, lo escuche con actitud crítica.
Y lo hice, porque solo se destacaba que Joaquín Balaguer, “estaba vivo”. Al otro día tuve que interceder ante el impacto de la noticia, repetida por alguien que comentaba, sobre el estado del ex presidente.
Era un joven, de poca escuela, de poca formación académica, (uno los conoce porque son los que más discuten sobre temas espinosos y lo hacen en voz alta).
Decía a otros,! oye, eso Balaguer está vivo, nos engañaron, habían dicho que se había muerto!, Salí de donde estaba y le explique, que la noticia era de esas que se hacen para atrapar la ingenuidad de las personas.
Quiso, discutirme, diciendo, “eso lo dijeron en Cavala”, para la mayoría de la gente, el apellido de ese comunicador, es “CAVALA”, NO CAVADA que es lo correcto.
Conozco ese tipo de crónica, la usaban en los años 70 los periódicos de la tarde, para vender cuando se sensacional izaba la muerte de alguien que aparecía a última hora,(a la hora del cierre de la edición).
Recordé los esfuerzos de los profesores de comunicación en las escuelas y en las Universidades, cuando reiteran que los periodistas y comunicadores son los forjadores, hasta del comportamiento de las sociedades.
El periodista es el profesional, que puede contribuir a derrocar un imperio, puede hacer ganar las elecciones a un candidato y puede hacer cundir el pánico con una mala información.
Por eso es muy importante lo que se dice y como se dice, aunque pese a las leyes y reglas cada periodista ejerce como le viene en gana, total, el solo será el responsable de su descrédito profesional, por alarmista, por exagerado o fabulador.
Lo correcto y oportuno, seria que no reprodujéramos los errores de otros asegurándonos de que lo que copiamos y pegamos sea lo cierto, igual, que lo que se diga sea lo correcto, no repetir lo que el otro dijo sin estar seguro que esa es la verdad, teniendo en cuenta que no todo el que lee o escucha puede interpretarnos correctamente, (el periodismo no debe ser de interpretación); debe ser orientador.