El café, la bebida de los mil y un mitos
/Fuente: Infobae.com/
Más nutritivo de lo que se piensa, estuvo bajo la lupa por traer supuestamente problemas a la salud, causar acidez, provocar insomnio e, incluso, generar adicción. ¿Es así?
Si en algún momento estuvo en el ojo de la tormenta, hoy los expertos parecen coincidir en que son más las bondades y menos los mitos con respecto al café. En una conferencia organizada por la Cámara Argentina de Café en Buenos Aires, los especialistas desterraron las falsas creencias y aclararon dudas sobre esta bebida, como por ejemplo si causa o no enfermedades cardiovasculares.
Ya en la Antigüedad, el grano de café, oriundo de África, era corriente. Los cazadores lo usaban para tener fuerza y energía que les permitiera atrapar a su presa. También, los hombres convertidos en esclavos, que debían hacer extensas caminatas sin descansar hasta Medio Oriente. Entre los musulmanes, se volvió tan popular que algunos lo llamaron “vino del Islam”.
El café es la segunda commodity en el mundo, después del petróleo, y la bebida más ingerida detrás del agua, según destaca la jueza sensorial Analía Álvarez. Se beben 2.500 millones de tazas por día en todo el planeta, de acuerdo con datos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.
Con tanto consumo, pero a la vez tanta controversia, cabe la duda acerca de si el café es saludable. “Es natural, por ser de origen vegetal, es un antioxidante y mejora la concentración”, enumera la nutricionista Andrea Rochaix, que añade que también es estimulante del sistema nervios central.
Ya en la Antigüedad, el grano de café, oriundo de África, era corriente. Los cazadores lo usaban para tener fuerza y energía que les permitiera atrapar a su presa. También, los hombres convertidos en esclavos, que debían hacer extensas caminatas sin descansar hasta Medio Oriente. Entre los musulmanes, se volvió tan popular que algunos lo llamaron “vino del Islam”.
El café es la segunda commodity en el mundo, después del petróleo, y la bebida más ingerida detrás del agua, según destaca la jueza sensorial Analía Álvarez. Se beben 2.500 millones de tazas por día en todo el planeta, de acuerdo con datos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.
Con tanto consumo, pero a la vez tanta controversia, cabe la duda acerca de si el café es saludable. “Es natural, por ser de origen vegetal, es un antioxidante y mejora la concentración”, enumera la nutricionista Andrea Rochaix, que añade que también es estimulante del sistema nervios central.
Adiós a los mitos
En el encuentro, realizado en el marco del ciclo Amo Mi Café, Rochaix desmitificó las falsas afirmaciones sobre el café. También especificó, sobre la base de lo establecido por la Organización Mundial de la Salud, a cuánto equivale el tan mentado “consumo moderado”: 2 ó 3 tazas por días de hasta 190 mililitros cada una, es decir, 570 ml de café en total.
¿El café deshidrata? La respuesta es no, al contrario, hidrata porque es un 90 por ciento agua.
¿Los deportistas pueden tomar café? Según Rochaix, puede ser consumido por profesionales y por aficionados, a lo que incluso puede ayudar a darles el empujón de energía para hacer ejercicio.
¿Engorda? No, y además tiene un efecto positivo en la quema de calorías.
¿Produce acidez? Pese a que son muchas las personas que dicen sufrir molestias estomacales después de tomar un café, Rochaix asegura que no hay nada que pruebe que esto sea así y que, por lo general, la acidez puede ser causada por otra comida.
¿Aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas? El consumo moderado de café en cantidades bajas no está vinculado con enfermedades cardiovasculares, arritmias ni hipertensión.
¿Y el colesterol? No, nada indica que así sea.
¿Es diurético? En la misma medida en que lo es el agua.
¿Genera adicción? Recientes estudios científicos, basados en escáneres cerebrales, muestran que los consumidores no desarrollan dependencia física a la cafeína.
¿Problemas para dormir? Sólo en las personas que son muy sensibles a la cafeína o que padecen de insomnio.
¿Produce celulitis? No, sino que favorece la termogénesis y es estimulante del organismo y eso indirectamente mejora el estado físico.
¿No se les debe dar a los niños? Aunque los pediatras no lo recomiendan, Rochaix indica que una taza de café tiene tanta cafeína como el cacao disoluble que se les da de beber o que el té.
En el encuentro, realizado en el marco del ciclo Amo Mi Café, Rochaix desmitificó las falsas afirmaciones sobre el café. También especificó, sobre la base de lo establecido por la Organización Mundial de la Salud, a cuánto equivale el tan mentado “consumo moderado”: 2 ó 3 tazas por días de hasta 190 mililitros cada una, es decir, 570 ml de café en total.
¿El café deshidrata? La respuesta es no, al contrario, hidrata porque es un 90 por ciento agua.
¿Los deportistas pueden tomar café? Según Rochaix, puede ser consumido por profesionales y por aficionados, a lo que incluso puede ayudar a darles el empujón de energía para hacer ejercicio.
¿Engorda? No, y además tiene un efecto positivo en la quema de calorías.
¿Produce acidez? Pese a que son muchas las personas que dicen sufrir molestias estomacales después de tomar un café, Rochaix asegura que no hay nada que pruebe que esto sea así y que, por lo general, la acidez puede ser causada por otra comida.
¿Aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas? El consumo moderado de café en cantidades bajas no está vinculado con enfermedades cardiovasculares, arritmias ni hipertensión.
¿Y el colesterol? No, nada indica que así sea.
¿Es diurético? En la misma medida en que lo es el agua.
¿Genera adicción? Recientes estudios científicos, basados en escáneres cerebrales, muestran que los consumidores no desarrollan dependencia física a la cafeína.
¿Problemas para dormir? Sólo en las personas que son muy sensibles a la cafeína o que padecen de insomnio.
¿Produce celulitis? No, sino que favorece la termogénesis y es estimulante del organismo y eso indirectamente mejora el estado físico.
¿No se les debe dar a los niños? Aunque los pediatras no lo recomiendan, Rochaix indica que una taza de café tiene tanta cafeína como el cacao disoluble que se les da de beber o que el té.