Relatan momentos de horror durante fuego en hogar de ancianos
El incendio cobró tres vidas y afectó la vivienda en su totalidad
Por: Alex Figueroa Cancel
BAYAMÓN, PUERTO RICO.- Momentos de horror se vivieron esta madrugada en el sector Río Plantation, en Bayamón, cuando un incendio que consumió un hogar de ancianos casi en su totalidad cobró la vida de dos de los inquilinos y una discapacitada mental.
Aún afectados por lo que vivieron horas antes, vecinos del Hogar La Providencia relataron a este medio cómo intentaron sin éxito rescatar a las víctimas que clamaban por auxilio.
"Decían auxilio, ayuda, sáquenos de aquí y gritando y gritando. Era un hombre y una adolescente", relató Francis Chiclana, quien vive en una casa que colinda con el hogar de ancianos. "Nos percatamos de los gritos y salimos. Miramos al frente y no había nada. Fuimos atrás y vimos las llamas", recordó.
Junto a los tres pacientes, se encontraba en el hogar Ángel Marrero García, quien era el enfermero y dueño del establecimiento. También estaban su madre y administradora Clara García Moreno y su nieta Cristal Ortiz Marrero, de 18 años y quien estaba de visita en el centro.
Versiones ofrecidas por separado indican que en esos momentos llegaba al hogar José Luis "Bebo" Ortiz Marrero, nieto de doña Clara y hermano de la joven.
"La luz se fue. Al llegar la luz, trató de irse otra vez, pero se quedó. No te puedo decir… Después, de momento, el fuego que llega a mi cuarto", relató García Moreno. "Entonces, mi hijo (Marrero García) me llama gritando, llamando. Yo lo llamo. Entonces, parece que ahí el fuego lo tira a él", detalló la administradora.
"Yo busqué la llave del candado para abrirlo, pero no podía. Grito a un nieto, que llegaba en ese momento. (El nieto) rompió el portón, me sacó a mí afuera y él subió para abrir las rejas por atrás y llamó a los vecinos", agregó.
Según Chiclana, su padre y Bebo rompieron las ventanas. "Papi, con la manguera de aquí, le echó agua a las ventanas, porque a la nena se le prendió el traje en fuego. Y a Ángel, que es el dueño del asilo, también (tenía fuego), hasta que Papi pudo romper la reja y pudieron sacar a Cristal y al dueño del asilo con la ayuda, también, de los vecinos del lado", explicó Chiclana.
"Los otros, que eran pacientes, no se pudieron sacar. El fuego fue parejo. Por todos lados salía fuego. Por más que intentamos, lo más que se pudo hacer fue eso", lamentó Chiclana, quien considera que los bomberos tardaron en llegar.
"Llamamos a la 1:45 de la mañana y llegaron como a las 2:20 (a.m.) los bomberos. Se metieron por ahí con dificultad y como al paso. No era con esta rapidez. Las mangueras aparentemente estaban dañadas porque estaban botando agua (por los lados). Se quedaron sin agua. Aquí en la residencia de mi papá entró un ‘truck’ para dar agua", dijo la vecina.
Bomberos rechazan tardanza
El comandante Luis Irizarry, del Cuerpo de Bomberos, rechazó las alegaciones de los vecinos sobre la tardanza y dijo que fueron los bomberos quienes rescataron a las víctimas al atender el llamado a tiempo.
"Fueron los bomberos los que sacaron las personas y nunca tuvieron problema con el agua. Sí, reventó una manguera, y da la casualidad que es nueva, pero rápido se cambió por otra", comentó Irizarry. "Los vecinos sí trataron de ayudar, pero no hubieran podido romper las rejas. Lo hicimos con nuestro equipo y hasta uno de nuestros bomberos se tuvo que ir por el fondo, porque sufrió una cortadura en una de sus manos. Si se hubieran tardado, como dicen, esas personas no se pudieran haber salvado", agregó.
En el incidente, fallecieron Madeline Montalvo, de 32 años; Francisco Padilla, de 85; y Carmen Rodríguez, de 91. A consecuencia del humo y con algunas quemaduras, Marrero García, de 45 años, y Ortiz Marrero, de 18 años, fueron llevados al Hospital San Pablo de Bayamón.
Dos de los vecinos, cuya identidad no fue divulgada, recibieron asistencia médica en el Bayamón Health Center, informó el alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera, hijo, quien llegó la escena.
Reclama investigación
Enterada por los medios de comunicación, Daisy Barada se dirigió de inmediato para conocer qué había pasado. Al llegar, confirmó lo que temía. Su madre, Carmen Rodríguez, había fallecido. Llevaba cinco años en el hogar.
"A ella le gustaba el sitio porque era bien familiar y como había poquitos pacientes", manifestó Barada, entre sollozos. "Sí, quiero que se investigue qué pasó, claro, porque era mayor, pero estaba bien", lamentó.
"Ella (Rodríguez) caminaba y hacía de todo y no estaba encamada", dijo Barada, al comentar que siempre dudó de las rejas que había en la casa. "En eso yo no lo encontraba muy seguro, pero como había pacientes de Alzheimer, ella (la dueña) decía (que las tenía) para que no se le escaparan", añadió.
De acuerdo con la administradora, Montalvo llevaba 12 años en el hogar, mientras que Padilla llevaba allí unos siete años. "Nadie los venía a ver, porque no tenían familia", comentó. El Departamento de la Familia (DF) era el que subsidiaba los servicios de ambos pacientes. Según personal del DF que llegó a la escena, el hogar contaba con todos los permisos requeridos y nunca se habían sometido querellas en su contra.
Por su parte, el Departamento de Salud investigaba por qué la paciente mental estaba internada en este hogar, pero los vecinos indicaron que Marrero García estaba dedicado por más de una década a cuidarla y transportarla para recibir servicios educativos.
A eso de las 2:00 p.m., todavía las autoridades intentaban determinar la causa del incendio. Durante la mañana, las teorías de los bomberos iban desde velas de un altar religioso en uno de los cuartos, hasta alguna relación con las múltiples extensiones eléctricas que se usaban en el hogar. Doña Clara y los vecinos han mencionado insistentemente que momentos antes del incendio hubo dos apagones del servicio de energía eléctrica.
"Se encontraron en sus camas. Uno de los pacientes se encontraba en una condición física mucho más precaria que las otras dos", dijo la fiscal Marie Christine Amy. "No podemos precisar (que estaban tratando de salir). A pesar de encontrarse en una posición, cuando los bomberos fueron ya habían llenado el lugar de agua y se habían movido las estructuras", precisó.
"Está bien afectada la residencia, porque a pesar de que es cemento la casa, adentro había mucha madera. Algunas de las divisiones de madera cayeron al piso y encima de muchos de los muebles que había", afirmó. "Hasta el momento, no sospechamos de mano criminal y sí es posible que haya sido o un corto circuito o una vela encendida. Se está investigando, tanto la causa del incendio, como las condiciones en que se encontraba el hogar al momento del incendio", agregó la fiscal.
Una situación similar se vivió el 9 de diciembre del 2005, cuando cuatro ancianos murieron calcinados y 11 resultaron afectados, durante un fuego ocurrido en el Hogar de Ancianos Dulce Esperanza, localizado en el barrio Canovanillas, en Canóvanas. El fuego fue provocado por unas velas que dejó encendida la encargada en un altar de santería.
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Por: Alex Figueroa Cancel
BAYAMÓN, PUERTO RICO.- Momentos de horror se vivieron esta madrugada en el sector Río Plantation, en Bayamón, cuando un incendio que consumió un hogar de ancianos casi en su totalidad cobró la vida de dos de los inquilinos y una discapacitada mental.
Aún afectados por lo que vivieron horas antes, vecinos del Hogar La Providencia relataron a este medio cómo intentaron sin éxito rescatar a las víctimas que clamaban por auxilio.
"Decían auxilio, ayuda, sáquenos de aquí y gritando y gritando. Era un hombre y una adolescente", relató Francis Chiclana, quien vive en una casa que colinda con el hogar de ancianos. "Nos percatamos de los gritos y salimos. Miramos al frente y no había nada. Fuimos atrás y vimos las llamas", recordó.
Junto a los tres pacientes, se encontraba en el hogar Ángel Marrero García, quien era el enfermero y dueño del establecimiento. También estaban su madre y administradora Clara García Moreno y su nieta Cristal Ortiz Marrero, de 18 años y quien estaba de visita en el centro.
Versiones ofrecidas por separado indican que en esos momentos llegaba al hogar José Luis "Bebo" Ortiz Marrero, nieto de doña Clara y hermano de la joven.
"La luz se fue. Al llegar la luz, trató de irse otra vez, pero se quedó. No te puedo decir… Después, de momento, el fuego que llega a mi cuarto", relató García Moreno. "Entonces, mi hijo (Marrero García) me llama gritando, llamando. Yo lo llamo. Entonces, parece que ahí el fuego lo tira a él", detalló la administradora.
"Yo busqué la llave del candado para abrirlo, pero no podía. Grito a un nieto, que llegaba en ese momento. (El nieto) rompió el portón, me sacó a mí afuera y él subió para abrir las rejas por atrás y llamó a los vecinos", agregó.
Según Chiclana, su padre y Bebo rompieron las ventanas. "Papi, con la manguera de aquí, le echó agua a las ventanas, porque a la nena se le prendió el traje en fuego. Y a Ángel, que es el dueño del asilo, también (tenía fuego), hasta que Papi pudo romper la reja y pudieron sacar a Cristal y al dueño del asilo con la ayuda, también, de los vecinos del lado", explicó Chiclana.
"Los otros, que eran pacientes, no se pudieron sacar. El fuego fue parejo. Por todos lados salía fuego. Por más que intentamos, lo más que se pudo hacer fue eso", lamentó Chiclana, quien considera que los bomberos tardaron en llegar.
"Llamamos a la 1:45 de la mañana y llegaron como a las 2:20 (a.m.) los bomberos. Se metieron por ahí con dificultad y como al paso. No era con esta rapidez. Las mangueras aparentemente estaban dañadas porque estaban botando agua (por los lados). Se quedaron sin agua. Aquí en la residencia de mi papá entró un ‘truck’ para dar agua", dijo la vecina.
Bomberos rechazan tardanza
El comandante Luis Irizarry, del Cuerpo de Bomberos, rechazó las alegaciones de los vecinos sobre la tardanza y dijo que fueron los bomberos quienes rescataron a las víctimas al atender el llamado a tiempo.
"Fueron los bomberos los que sacaron las personas y nunca tuvieron problema con el agua. Sí, reventó una manguera, y da la casualidad que es nueva, pero rápido se cambió por otra", comentó Irizarry. "Los vecinos sí trataron de ayudar, pero no hubieran podido romper las rejas. Lo hicimos con nuestro equipo y hasta uno de nuestros bomberos se tuvo que ir por el fondo, porque sufrió una cortadura en una de sus manos. Si se hubieran tardado, como dicen, esas personas no se pudieran haber salvado", agregó.
En el incidente, fallecieron Madeline Montalvo, de 32 años; Francisco Padilla, de 85; y Carmen Rodríguez, de 91. A consecuencia del humo y con algunas quemaduras, Marrero García, de 45 años, y Ortiz Marrero, de 18 años, fueron llevados al Hospital San Pablo de Bayamón.
Dos de los vecinos, cuya identidad no fue divulgada, recibieron asistencia médica en el Bayamón Health Center, informó el alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera, hijo, quien llegó la escena.
Reclama investigación
Enterada por los medios de comunicación, Daisy Barada se dirigió de inmediato para conocer qué había pasado. Al llegar, confirmó lo que temía. Su madre, Carmen Rodríguez, había fallecido. Llevaba cinco años en el hogar.
"A ella le gustaba el sitio porque era bien familiar y como había poquitos pacientes", manifestó Barada, entre sollozos. "Sí, quiero que se investigue qué pasó, claro, porque era mayor, pero estaba bien", lamentó.
"Ella (Rodríguez) caminaba y hacía de todo y no estaba encamada", dijo Barada, al comentar que siempre dudó de las rejas que había en la casa. "En eso yo no lo encontraba muy seguro, pero como había pacientes de Alzheimer, ella (la dueña) decía (que las tenía) para que no se le escaparan", añadió.
De acuerdo con la administradora, Montalvo llevaba 12 años en el hogar, mientras que Padilla llevaba allí unos siete años. "Nadie los venía a ver, porque no tenían familia", comentó. El Departamento de la Familia (DF) era el que subsidiaba los servicios de ambos pacientes. Según personal del DF que llegó a la escena, el hogar contaba con todos los permisos requeridos y nunca se habían sometido querellas en su contra.
Por su parte, el Departamento de Salud investigaba por qué la paciente mental estaba internada en este hogar, pero los vecinos indicaron que Marrero García estaba dedicado por más de una década a cuidarla y transportarla para recibir servicios educativos.
A eso de las 2:00 p.m., todavía las autoridades intentaban determinar la causa del incendio. Durante la mañana, las teorías de los bomberos iban desde velas de un altar religioso en uno de los cuartos, hasta alguna relación con las múltiples extensiones eléctricas que se usaban en el hogar. Doña Clara y los vecinos han mencionado insistentemente que momentos antes del incendio hubo dos apagones del servicio de energía eléctrica.
"Se encontraron en sus camas. Uno de los pacientes se encontraba en una condición física mucho más precaria que las otras dos", dijo la fiscal Marie Christine Amy. "No podemos precisar (que estaban tratando de salir). A pesar de encontrarse en una posición, cuando los bomberos fueron ya habían llenado el lugar de agua y se habían movido las estructuras", precisó.
"Está bien afectada la residencia, porque a pesar de que es cemento la casa, adentro había mucha madera. Algunas de las divisiones de madera cayeron al piso y encima de muchos de los muebles que había", afirmó. "Hasta el momento, no sospechamos de mano criminal y sí es posible que haya sido o un corto circuito o una vela encendida. Se está investigando, tanto la causa del incendio, como las condiciones en que se encontraba el hogar al momento del incendio", agregó la fiscal.
Una situación similar se vivió el 9 de diciembre del 2005, cuando cuatro ancianos murieron calcinados y 11 resultaron afectados, durante un fuego ocurrido en el Hogar de Ancianos Dulce Esperanza, localizado en el barrio Canovanillas, en Canóvanas. El fuego fue provocado por unas velas que dejó encendida la encargada en un altar de santería.
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