Medina pide ante ONU variar indicadores medir la pobreza
El Presidente de República Dominicana, Danilo Medina, pidió este
martes a los organismos financieros internacionales que utilicen nuevos
indicadores para medir el desarrollo con el fin de que los países que lo
necesitan no dejen de recibir ayuda.
"No puede ser que los países dejen de recibir ayuda al desarrollo solo porque el promedio de la renta nacional ha superado cierto umbral arbitrariamente definido", afirmó el mandatario durante su intervención en los debates de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York.
Medina dijo que medir el desarrollo de los países exclusivamente a partir de la renta nacional per cápita, tal como hacen en la actualidad las entidades financieras internacionales, "conduce a decisiones que impactan de manera negativa en los esfuerzos de desarrollo de los gobiernos".
Indicó: "Reclamamos que los organismos financieros internacionales asuman con mayor entusiasmo y comprensión nuestros esfuerzos para romper el círculo vicioso de la pobreza y la exclusión social y necesitamos que asuman indicadores más enriquecidos, con mayor capacidad para captar y medir la compleja dinámica del desarrollo humano".
Así, tras recordar que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ha propuesto ya otros indicadores como el Índice de Desarrollo Humano, lamentó que los organismos financieros sigan haciendo uso de "mediciones unidimensionales y centradas en el ingreso monetario".
"Se trata de trabajar juntos para superar la exclusión, no para mantener de manera indefinida la pobreza", aseguró Medina, quien advirtió que cuando un país es clasificado a partir de criterios "simples" se reducen los aportes a la cooperación internacional y se tiende a "dificultar o encarecer" el acceso a préstamos.
En el caso concreto de la República Dominicana, Medina sostuvo que a partir de los actuales criterios es clasificado como un país de ingreso "medio alto" pero recordó que más de la tercera parte de su población vive en condiciones de pobreza y se preguntó cómo se puede excluir a su país de la ayuda para el desarrollo.
"Debemos reorientar nuestros patrones de inversión y políticas públicas para promover la equidad y la inclusión social de los grupos más vulnerables", expresó el presidente, quien de esta forma reconoció que los países en vías de desarrollo tienen que asumir también su cuota de responsabilidad.
Durante su intervención, afirmó que los países en desarrollo no ocasionaron la crisis financiera de 2008, la que atribuyó a la ausencia de un marco regulatorio "efectivo" de los mercados internacionales y a la "arrogancia, codicia y afán desenfrenado de acumulación de riquezas".
Medina defendió que su receta para hacer frente a la crisis es "convertir las políticas anticíclicas de inversión social en la palanca para reanimar las economías", a diferencia de otros modelos basados en la austeridad que plantean reducir la inversión y la protección social de las poblaciones.
"La economía debe estar al servicio de las personas, no al revés", dijo el gobernante dominicano, quien reiteró que "no basta el crecimiento" para reducir las inequidades sociales y mejorar la calidad de vida de la gente y pidió incrementar la cohesión social y fortalecer la gobernabilidad democrática.
Por otro lado, recordó que de los 7.000 millones de personas que viven en el planeta, unos 3.000 millones (43 %), son jóvenes menores de 25 años y abogó por invertir en la juventud para que tengan las oportunidades que necesitan para afrontar "con creatividad" los desafíos a los que se enfrentan.
Así, Medina dijo que la tasa de desempleo juvenil en el mundo ha pasado del 11,9 % al 13 % entre 2007 y 2009, mientras que en 2010 unos 81 millones de los 620 millones de jóvenes de 15 a 24 años estaban sin trabajo, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Por último, reiteró el firme compromiso de su país con la paz, la tolerancia y la convivencia, así como la democracia y la libertad porque, "la paz, la superación de las desigualdades, la sostenibilidad ambiental van de la mano y están en la esencia del desarrollo".
"No puede ser que los países dejen de recibir ayuda al desarrollo solo porque el promedio de la renta nacional ha superado cierto umbral arbitrariamente definido", afirmó el mandatario durante su intervención en los debates de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York.
Medina dijo que medir el desarrollo de los países exclusivamente a partir de la renta nacional per cápita, tal como hacen en la actualidad las entidades financieras internacionales, "conduce a decisiones que impactan de manera negativa en los esfuerzos de desarrollo de los gobiernos".
Indicó: "Reclamamos que los organismos financieros internacionales asuman con mayor entusiasmo y comprensión nuestros esfuerzos para romper el círculo vicioso de la pobreza y la exclusión social y necesitamos que asuman indicadores más enriquecidos, con mayor capacidad para captar y medir la compleja dinámica del desarrollo humano".
Así, tras recordar que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ha propuesto ya otros indicadores como el Índice de Desarrollo Humano, lamentó que los organismos financieros sigan haciendo uso de "mediciones unidimensionales y centradas en el ingreso monetario".
"Se trata de trabajar juntos para superar la exclusión, no para mantener de manera indefinida la pobreza", aseguró Medina, quien advirtió que cuando un país es clasificado a partir de criterios "simples" se reducen los aportes a la cooperación internacional y se tiende a "dificultar o encarecer" el acceso a préstamos.
En el caso concreto de la República Dominicana, Medina sostuvo que a partir de los actuales criterios es clasificado como un país de ingreso "medio alto" pero recordó que más de la tercera parte de su población vive en condiciones de pobreza y se preguntó cómo se puede excluir a su país de la ayuda para el desarrollo.
"Debemos reorientar nuestros patrones de inversión y políticas públicas para promover la equidad y la inclusión social de los grupos más vulnerables", expresó el presidente, quien de esta forma reconoció que los países en vías de desarrollo tienen que asumir también su cuota de responsabilidad.
Durante su intervención, afirmó que los países en desarrollo no ocasionaron la crisis financiera de 2008, la que atribuyó a la ausencia de un marco regulatorio "efectivo" de los mercados internacionales y a la "arrogancia, codicia y afán desenfrenado de acumulación de riquezas".
Medina defendió que su receta para hacer frente a la crisis es "convertir las políticas anticíclicas de inversión social en la palanca para reanimar las economías", a diferencia de otros modelos basados en la austeridad que plantean reducir la inversión y la protección social de las poblaciones.
"La economía debe estar al servicio de las personas, no al revés", dijo el gobernante dominicano, quien reiteró que "no basta el crecimiento" para reducir las inequidades sociales y mejorar la calidad de vida de la gente y pidió incrementar la cohesión social y fortalecer la gobernabilidad democrática.
Por otro lado, recordó que de los 7.000 millones de personas que viven en el planeta, unos 3.000 millones (43 %), son jóvenes menores de 25 años y abogó por invertir en la juventud para que tengan las oportunidades que necesitan para afrontar "con creatividad" los desafíos a los que se enfrentan.
Así, Medina dijo que la tasa de desempleo juvenil en el mundo ha pasado del 11,9 % al 13 % entre 2007 y 2009, mientras que en 2010 unos 81 millones de los 620 millones de jóvenes de 15 a 24 años estaban sin trabajo, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Por último, reiteró el firme compromiso de su país con la paz, la tolerancia y la convivencia, así como la democracia y la libertad porque, "la paz, la superación de las desigualdades, la sostenibilidad ambiental van de la mano y están en la esencia del desarrollo".