Las memorias no escritas de Kennedy: "No me interesa el espacio, solo vencer a los rusos"


John F. Kennedy o JFK, fue el trigésimo quinto presidente de los EE UU. (ARCHIVO)


"Éstas son las memorias que Kennedy nunca llegó a escribir", explica el director de la biblioteca, Thomas Putnam, según informa The New York Times.

Inmediatamente después de su asesinato, el sistema de grabación de Kennedy fue desmantelado y las grabaciones permanecieron en manos de su familia hasta 1976, cuando fueron donadas a los Archivos Nacionales. Posteriormente, la Biblioteca John F. Kennedy las compró.

El de Kennedy no es un caso aislado. Otros presidentes como Franklin D. Roosevelt o Richard Nixon también grabaron sus conversaciones en el despacho oval, aunque ninguno de ellos supo que era el único, ya que estos registros no se dieron a conocer hasta tiempo después.

Obsesionado con la URSS

Las grabaciones permiten conocer el día a día de Kennedy y profundizar en la personalidad del presidente, que se mostraba obsesionado con la Guerra Fría contra la URSS. Tal era su obcecación que en 1962 le dijo a James Webb, administrador de la NASA, que llegar a la Luna era su primera prioridad.

"No estoy interesado en el espacio", explicó el presidente. Kennedy solo quería vencer a los rusos. "Ser segundos está bien, pero entonces seremos segundos siempre".

Kennedy huía de toda intromisión de la prensa en su intimidad. En 1963, abrió el periódico y descubrió que sus auxiliares militares habían construido un paritorio en la base aérea de Cape Cod por si su esposa se ponía de parto mientras la familia estaba allí de vacaciones. Se habían gastado 5.000 dólares.

Kennedy, furioso, cogió el teléfono e hizo que trasladasen a Alaska al oficial que posaba en la fotografía del periódico. "¡Acabas de hundir el presupuesto de las Fuerzas Aéreas!", se quejó. Después pidió que los muebles fuesen enviados de vuelta.

Conversaciones con Truman y Eisenhower

Las cintas revelan que Kennedy acostumbraba a hablar con frecuencia con sus predecesores Harry Truman y Dwight Eisenhower para pedirles consejo. En ocasiones, estos diálogos se enfocaban a temas personales.

Mi principal dificultad es mantener satisfecha a mi esposa. Tiene miedo de que me haga daño (Harry Truman)Así lo demuestra una de sus conversaciones con Truman, que por aquel entonces rondaba los 80 años, en la que Kennedy le dice que le nota "en plena forma". Los dos hombres rompieron a reír con la respuesta de Truman: "Mi principal dificultad es mantener satisfecha a mi esposa. Tiene miedo de que me haga daño".

Los historiadores creen que Truman se refería a su disfunción eréctil.

El libro recoge los pensamientos de Kennedy sobre muchos de los acontecimientos del momento, tales como la crisis de los misiles en Cuba, el movimiento en defensa de los derechos civiles o la guerra de Vietnam.
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