La crisis del sector hotelero de Barahona
Por David Ramírez Sánchez
Para nadie es un secreto que el sector hotelero de Barahona no está viviendo su mejor momento, la mayoría operan con dificultades para poder mantenerse mínimamente rentable. Es sabido de algunos empresarios hoteleros de la ciudad que están atravesando por una situación económica difícil, endeudados hasta el cuello, prácticamente al borde de la quiebra.
La realidad es que, al día de hoy, los gastos operativos de un hotel son bastante altos (pago carísimo de la tarifa eléctrica, pago de salarios, seguro social, gastos adicionales en el uso de plantas eléctricas, etc.), no sólo los están estrangulando económicamente, sino que también le dificultan el esfuerzo de construcción o renovación de sus instalaciones.
En la temporada baja, algunos hoteles de la ciudad permanecen abiertos gracias a la clientela fija (nacional y extranjera), que de manera habitual alquilan habitaciones a lo largo de todo el año. ¿Pero cuáles han sido las causas de esta crisis y qué podemos aprender al respecto?
Uno de los graves problemas que afecta al sector hotelero de la provincia es la baja ocupación en casi todos los meses del año.
Es cierto que en todas las zonas turísticas del país la crisis económica mundial está pasando factura a este sector, pero también la falta de promoción por parte de las autoridades turísticas locales y la carencia de ofertas o buenos paquetes turísticos hotelero, es de los tantos factores que inciden seriamente en que no se produzca el tan ansiado despegue turístico de nuestra provincia.
Un destino o polo turístico muestra su potencial real de acuerdo a varios factores, entre ellas, la capacidad de hospedaje y las ofertas turística. Lamentablemente en Barahona, el número de habitaciones es insuficiente en algunas temporadas del año, pero en otras, se presenta lo contrario, una sobreoferta generalizada.
La mayoría de los hoteles clasificados que funcionan en la provincia sólo ofertan (dentro del paquete), el desayuno y tal vez la cena. Ninguno ofrece el “Todo incluido”, lo cual, aunque muchos quieran negarlo, es una desventaja en término competitivo con otros polos turísticos. Esta oferta, llamada “alojamiento DC”, no resulta ni atractiva ni rentable para muchos tours operadores nacionales e internacionales.
¿Por qué no ofertan el todo incluido? Porque para la mayoría de los empresarios hoteleros Barahona es un polo eco turístico y lo importante es promocionar sus bellos paisajes y playas para motivarlos a realizar un turismo de aventura, no el sedentarismo. Pero en el fondo es una simple excusa porque, por la baja ocupación, ofrecer este paquete resultaría inviable económicamente.
Aunque existe a una ley de incentivo turístico (Ley 158-01), aprobada hace más de diez años para fomentar el turismo en los polos de escaso desarrollo, apenas dos hoteles de la provincia se están beneficiando de ella porque la mayoría no clasifican por múltiples razones. Tal vez esta sea unos de los motivos por los cuales la oferta habitacional en los establecimientos turístico de la provincia se ha mantenido prácticamente estancada durante más de 8 años, pese al crecimiento del flujo de visitantes en algunos meses del año.
El sector hotelero de la provincia de Barahona vivió su época de oro en el año 2002; la cantidad de establecimiento llego a ser de 22 y el número de habitaciones disponible eran de 630. Luego, en el 2011 descendió a 20 establecimientos y 487 habitaciones.
El descenso de esta cifra se debió al cierre de los hoteles Bahoruco Beach Resort, con 105 habitaciones, y el hotel Oasis, con 38 habitaciones.
El estancamiento y crisis del sector hotelero local debe enviar una señal preocupante, no sólo para los empresarios del sector turístico, sino para las autoridades locales ya que la actividad turística debe considerarse vital para el desarrollo económico de nuestra provincia.
Por lo tanto, las autoridades locales deben abandonar su pasividad frente a este problema y coordinar estrategias con los empresarios hoteleros para impulsar un programa de promoción turística de calidad para atraer visitantes a la provincia de Barahona en temporadas bajas y en todas las épocas del año.
Pero este programa de promoción turística debe estar acompañado de atractivos paquetes que sean beneficiosos, tanto para los turistas como para los tours operadores.
Destacar las bondades de Barahona por su atractivo turístico es insuficiente, necesitamos hace más.
Para nadie es un secreto que el sector hotelero de Barahona no está viviendo su mejor momento, la mayoría operan con dificultades para poder mantenerse mínimamente rentable. Es sabido de algunos empresarios hoteleros de la ciudad que están atravesando por una situación económica difícil, endeudados hasta el cuello, prácticamente al borde de la quiebra.
La realidad es que, al día de hoy, los gastos operativos de un hotel son bastante altos (pago carísimo de la tarifa eléctrica, pago de salarios, seguro social, gastos adicionales en el uso de plantas eléctricas, etc.), no sólo los están estrangulando económicamente, sino que también le dificultan el esfuerzo de construcción o renovación de sus instalaciones.
En la temporada baja, algunos hoteles de la ciudad permanecen abiertos gracias a la clientela fija (nacional y extranjera), que de manera habitual alquilan habitaciones a lo largo de todo el año. ¿Pero cuáles han sido las causas de esta crisis y qué podemos aprender al respecto?
Uno de los graves problemas que afecta al sector hotelero de la provincia es la baja ocupación en casi todos los meses del año.
Es cierto que en todas las zonas turísticas del país la crisis económica mundial está pasando factura a este sector, pero también la falta de promoción por parte de las autoridades turísticas locales y la carencia de ofertas o buenos paquetes turísticos hotelero, es de los tantos factores que inciden seriamente en que no se produzca el tan ansiado despegue turístico de nuestra provincia.
Un destino o polo turístico muestra su potencial real de acuerdo a varios factores, entre ellas, la capacidad de hospedaje y las ofertas turística. Lamentablemente en Barahona, el número de habitaciones es insuficiente en algunas temporadas del año, pero en otras, se presenta lo contrario, una sobreoferta generalizada.
La mayoría de los hoteles clasificados que funcionan en la provincia sólo ofertan (dentro del paquete), el desayuno y tal vez la cena. Ninguno ofrece el “Todo incluido”, lo cual, aunque muchos quieran negarlo, es una desventaja en término competitivo con otros polos turísticos. Esta oferta, llamada “alojamiento DC”, no resulta ni atractiva ni rentable para muchos tours operadores nacionales e internacionales.
¿Por qué no ofertan el todo incluido? Porque para la mayoría de los empresarios hoteleros Barahona es un polo eco turístico y lo importante es promocionar sus bellos paisajes y playas para motivarlos a realizar un turismo de aventura, no el sedentarismo. Pero en el fondo es una simple excusa porque, por la baja ocupación, ofrecer este paquete resultaría inviable económicamente.
Aunque existe a una ley de incentivo turístico (Ley 158-01), aprobada hace más de diez años para fomentar el turismo en los polos de escaso desarrollo, apenas dos hoteles de la provincia se están beneficiando de ella porque la mayoría no clasifican por múltiples razones. Tal vez esta sea unos de los motivos por los cuales la oferta habitacional en los establecimientos turístico de la provincia se ha mantenido prácticamente estancada durante más de 8 años, pese al crecimiento del flujo de visitantes en algunos meses del año.
El sector hotelero de la provincia de Barahona vivió su época de oro en el año 2002; la cantidad de establecimiento llego a ser de 22 y el número de habitaciones disponible eran de 630. Luego, en el 2011 descendió a 20 establecimientos y 487 habitaciones.
El descenso de esta cifra se debió al cierre de los hoteles Bahoruco Beach Resort, con 105 habitaciones, y el hotel Oasis, con 38 habitaciones.
El estancamiento y crisis del sector hotelero local debe enviar una señal preocupante, no sólo para los empresarios del sector turístico, sino para las autoridades locales ya que la actividad turística debe considerarse vital para el desarrollo económico de nuestra provincia.
Por lo tanto, las autoridades locales deben abandonar su pasividad frente a este problema y coordinar estrategias con los empresarios hoteleros para impulsar un programa de promoción turística de calidad para atraer visitantes a la provincia de Barahona en temporadas bajas y en todas las épocas del año.
Pero este programa de promoción turística debe estar acompañado de atractivos paquetes que sean beneficiosos, tanto para los turistas como para los tours operadores.
Destacar las bondades de Barahona por su atractivo turístico es insuficiente, necesitamos hace más.