En el sube y baja de la vida, debemos dejar atrás el rencor, el odio, la envidia, la maldad, la hipocresía, el veneno

Por: Awilda Gómez

Como todos sabrán en mi amada Quisqueya, llamamos “Fuín Fuán” al famoso columpio, que de seguro montamos muchos cuando éramos “carajitos, y de que disfrutábamos con las subidas y
bajadas que hacíamos con este juego.

Recuerdo que era, casi siempre, un asiento de madera, y pocas veces de metal, lo utilizábamos para divertirnos.

Así mismo, pienso yo, a veces…, que en nuestra comunidad dominicana en la isla, muchos están con las “Subidas y Bajadas de ese Fui Fuán”, donde algunos solo quieren permanecer arriba, en cambios otros, se quedan abajo, esperando al que esté arriba baje para subir.

Me pregunto todos los días, cuando me levanto, y por supuesto doy gracias al creador, aunque muchos lo duden, pero es así, cómo es posible que el que está arriba nunca quiera bajar, para dar oportunidad al que está abajo, de superarse, de ayudar, y de crecer.

Por eso no me cansaré de repetir: que NO somos unidos, que no estamos unidos, que es una mentira del diablo, que sólo es una hipocresía barata, en donde algunos quieren permanecer siempre arriba, para cuando les toque bajar, aplastar al que está abajo como cucaracha de alcantarilla.

Vuelvo y repito, “maldito protagonismo”, “maldito egoísmo”, y “maldito yoismo”, sin importar que su hermano esté abajo esperando esa oportunidad para poder subir.

Lo penoso de todo esto es, que cuando muchas veces el que está en lo alto, nunca cree que bajará, si tan solo pensáramos un segundo en el daño que esto nos está causando como hermanos y comunidad en tierras extranjeras, y diéramos un salto fugas para poder bajar y dar la mano a ese que está esperando subir, al igual que tu una vez subiste.

Recuerden: todo lo que sube baja por ley de gravedad, y si seguimos como vamos, no se en qué esto terminará, porque tanta envidia, tanta “criticadera”, por qué acabarnos los unos a los otros, nos hablan de “unificación” cuando ni siquiera conocen el verdadero significado de esto.

En el sube y baja de la vida, debemos dejar atrás el rencor, el odio, la envidia, la maldad, la hipocresía, el veneno y sobre todo quitarnos la careta para poder, “subir y bajar” y estar en paz con nosotros mismos y el mundo.

Es el momento de demostrar que sí podemos ser unidos, pero unidos de corazón, no de labios ni de oídos, como dice un estribillo de una canción católica, “Amémonos de Corazón, no de labios ni de Oídos”, y les aseguro que tendremos un “Fui Fuán” que subirá en una misma dirección.
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