Ejecutan asesino en Ohio
(Foto: Donald Palmer. (AP )
Antes de morir, Donald Palmer se disculpó con los parientes de las víctimas
LUCASVILLE, Ohio, EE.UU. (AP) — Un asesino
sentenciado a muerte en Ohio aprovechó el jueves sus últimas palabras
para disculparse varias veces ante los parientes de sus dos víctimas y
expresarles la esperanza de que su dolor desaparezca con la ejecución.
Donald Palmer, de 47 años, fue ejecutado mediante una inyección en la cárcel estatal de Lucasville, en el sur de Ohio, casi 23 años después de que en un camino rural mató a tiros a los dos hombres, que desconocía.
"Quiero que sepan que los he llevado años y años en mi corazón", dijo Palmer a seis mujeres en la sala, entre quienes estaban las viudas, hijas y una sobrina de las víctimas. "Lo siento mucho por lo que les quité... espero que su dolor y perjuicio mueran hoy conmigo".
Poco más tarde, le fue inyectada en un brazo una dosis fatal de pentobarbital. Palmer comenzó entonces a respirar y pestañear agitadamente. Luego movió nerviosamente la cabeza a ambos lados y nueve minutos después el director de la prisión declaró que había muerto a las 10:35 de la mañana.
Palmer fue encontrado culpable de homicidio agravado por las muertes cometidas el 8 de mayo de 1989. Sus víctimas fueron Charles Sponhaltz y Steven Vargo en el condado de Belmont en el oriente de Ohio. Ambos —casados y con hijos— eran unos desconocidos para Palmer, quien los mató de dos tiros en la cabeza.
Las hijas y las viudas hablaron entre sí antes y durante la ejecución. Una de ellas dijo que la cámara de ejecución, de ladrillo con una cama de metal, era mucho para Palmer.
"No debió haber ni una sábana en esa maldita cama", dijo Charlene Farkas, una de las hijas de Sponhaltz. "(La mesa) debió estar en piso de tierra".
Donald Palmer, de 47 años, fue ejecutado mediante una inyección en la cárcel estatal de Lucasville, en el sur de Ohio, casi 23 años después de que en un camino rural mató a tiros a los dos hombres, que desconocía.
"Quiero que sepan que los he llevado años y años en mi corazón", dijo Palmer a seis mujeres en la sala, entre quienes estaban las viudas, hijas y una sobrina de las víctimas. "Lo siento mucho por lo que les quité... espero que su dolor y perjuicio mueran hoy conmigo".
Poco más tarde, le fue inyectada en un brazo una dosis fatal de pentobarbital. Palmer comenzó entonces a respirar y pestañear agitadamente. Luego movió nerviosamente la cabeza a ambos lados y nueve minutos después el director de la prisión declaró que había muerto a las 10:35 de la mañana.
Palmer fue encontrado culpable de homicidio agravado por las muertes cometidas el 8 de mayo de 1989. Sus víctimas fueron Charles Sponhaltz y Steven Vargo en el condado de Belmont en el oriente de Ohio. Ambos —casados y con hijos— eran unos desconocidos para Palmer, quien los mató de dos tiros en la cabeza.
Las hijas y las viudas hablaron entre sí antes y durante la ejecución. Una de ellas dijo que la cámara de ejecución, de ladrillo con una cama de metal, era mucho para Palmer.
"No debió haber ni una sábana en esa maldita cama", dijo Charlene Farkas, una de las hijas de Sponhaltz. "(La mesa) debió estar en piso de tierra".