Autoridades deben actuar frente al engaño del salami
Por: Alejandro Santana
PROCONSUMIDOR, destapó la olla de grillos, el salami que consumimos los pobres es de muy mala calidad y carece de higiene y propiedades nutritivas.
Ahora, Adogranja, y su director, Pedro Perello, va más lejos en las denuncias de irregularidad en la fabricación del salami, que desde hace unos 14 años no se está elaborando con carne de cerdo ni de vaca.
Nos han estado vendiendo un producto hecho con desperdicios, nos están vendiendo salami que se hace con los desperdicios de los restos que las amas de casa dan a los perros o tiran a la basura.
Pero lo más grave de todo eso es que eso se venía haciendo con la complicidad de DIGENOR y Salud Pública, dos instituciones oficiales que deben jugar un papel de primer orden frente a la calidad y la salud de un pueblo.
Se entiende el, porque, tan pronto PROCONSUMIDOR, dio la voz de alarma, salieron los incumbentes de esas instituciones a ripostar la denuncia en cuestión.
Es decir, funcionarios involucrados en el fraude a un país que ellos desde sus puestos debieron defender porque para eso se les nombro partiendo del criterio de que eran honestos, capaces y confiables.
Pero resultaron, todo lo contrario y se apandillaron para jugar con la salud de un pueblo que merece respeto, y es de ahí que sale mi creencia de que las autoridades deben salir a actuar en el caso.
Y, qué es lo que hay que hacer ¿pues apresarlos, investigarlos junto a los productores del “salami de disparate”, someterlos a la justicia acusados de un crimen de lexahumanidad, de lexa patria, pues eso es lo que han sido, unos asesinos.
No hay que esperar a que la población se levante en protesta y reclamos, si nuestras autoridades son serias es lo que debían hacer frente a una denuncia que hace una voz autorizada como la de Adogranja y su director.
Y lo que dijo Pedro Perello, lo dijo públicamente, lo dijo frente a reporteros o periodistas del diario El Caribe que lo entrevistó, entiendo que las evidencias están ahí, salieron de una investigación y no hay que dar mucha vuelta.
A la cárcel deben ir los que durante 14 años nos han estado vendiendo un producto que no contiene los ingredientes por los cuales nos cobran, pero que tan poco tiene la calidad ni los nutrientes que ellos decían, a la luz de los hechos, no debe haber otro calificativo penal que no sea la de la estafa el crimen y apandilla miento entre productores y funcionarios, deshonestos.