Tema para el alma
¡Gracia!
Por: Lucy Cosme
Es una práctica generalizada el no involucrar a Dios en los asuntos basicos de nuestro diario vivir; sin embargo, en momentos críticos de nuestra existencia, cuando la vida misma pende de un hilo, somos capaces de soltarle a Dios todos los comandos que controlábamos, creyendo entonces que ahora sí, Él debe estar a cargo.
Pese a todo, aunque demasiado tarde, sus misericordias, nuevas cada mañana, se extienden como lujosas cortinas de una gran corte, para dar entrada en los templos de su divina paciencia a esos corazones mendigos.
Su gracia, exquisita y sobreabundante como la vid, refresca la mezquindad con que la vida nos ha resecado el alma y nos recuerda que ¡Dios renueva sus promesas con cada amanecer!
Por: Lucy Cosme
Es una práctica generalizada el no involucrar a Dios en los asuntos basicos de nuestro diario vivir; sin embargo, en momentos críticos de nuestra existencia, cuando la vida misma pende de un hilo, somos capaces de soltarle a Dios todos los comandos que controlábamos, creyendo entonces que ahora sí, Él debe estar a cargo.
Pese a todo, aunque demasiado tarde, sus misericordias, nuevas cada mañana, se extienden como lujosas cortinas de una gran corte, para dar entrada en los templos de su divina paciencia a esos corazones mendigos.
Su gracia, exquisita y sobreabundante como la vid, refresca la mezquindad con que la vida nos ha resecado el alma y nos recuerda que ¡Dios renueva sus promesas con cada amanecer!