Otra vez las inundaciones
Por: Luis Terrero Melo
En numerosas ocasiones hemos hablado de las inundaciones de la cuenca baja del río Yaque del Sur, también hemos hablado de la Laguna Rincón, El Canal de Mena (Trujillo), La Presa de Monte Grande; en fin, un sin número de males que afectan a nuestra región ocasionando daños prevenibles. Muchos de esos males como las lluvias y los desagües de la presa de Sabana Yegua podrían aliviarse con la construcción de la presa de Monte Grande, pero para eso debemos contar con hombres dispuestos a hacer el bien.
En la región Sur tenemos un potencial de hombres y mujeres dispuestos a hacer el bien, pero la indisposición de algunos, generalmente políticos, se lo prohíbe simple y llanamente porque atenta contra sus intereses. En otros casos, cuando alguien se interesa por hacer las cosas bien hecha es catalogado de pendejo y otras cosas que me limitaré a mencionar, claro la palabra pendejo es ofensiva en el lenguaje de los dominicanos y a nadie le agrada que lo llamen así; por tal razón, algunos débiles de carácter abandonan antes de comenzar la pelea mientras el malo de la película se enarbólese con el triunfo sin tirar un solo puño.
La realidad es que en Barahona casi todos somos pendejos o nos hemos dejado tomar por pendejos y sumisos, excepto dos o tres personas de brava estirpe quienes le cantan las verdades a cualquiera en su cara sin ningún interés individual ni político.
Los Barahoneros no debemos permitir que los políticos nos allanten, no podemos permitir que se roben nuestras propiedades, ni nuestro dinero; por ejemplo, en los dos últimos años el Instituto Dominicano de Recursos Hidráulicos (INDRHI) obtuvo cientos de millones de pesos para la reparación y el mantenimiento del Canal de Mena, sin embargo los administradores del INDHRI en la región no hicieron nada para resolver los problemas del antiguo Canal. Otro caso es el de la presa de Monte Grande la cual ha sido el allante más GRANDE de los últimos años y un robo mayor al erario del pueblo, para dicha obra el ex presidente propinó dos primeros picazos en dos fechas diferentes, lo cual no ha pasado del simbolismo, en otras palabras, el expresidente y sus secuaces: cámara de diputados, senadores y otros políticos de patio se burlaron de la inteligencia de nuestros humildes ciudadanos; mientras tanto, los pueblos de la cuenca baja del río Yaque del Sur se ahogan en la arrabalidad y en la profundidad de sus aguas.
Como los agentes vendedores, nos vendieron una idea y se robaron los cuartos, nuestros líderes no deben llamarse lideres sino oportunistas de calamidades, eso pasa con frecuencia, pero también, en parte nosotros somos culpables de la situación porque les permitimos esas vagabunderías y los elegimos y hasta los reelegíamos sabiendo que son ladrones.
Según parece no aprendemos del pasado, ya que con frecuencia repetimos los mismos errores o sea, hemos retrocedido, de lo contrario los problemas del empobrecido Sur ya hubiesen sido solucionados. Esto está demostrado por el alto porcentaje de reincidencia en las calamidades e incertidumbres de nuestros pueblos y la incapacidad de los políticos para resolver tales problemas, son los responsables de las cuantiosas pérdidas económicas en agricultura y ganadería, añadidas a perdidas que a veces son humanas y a enfermedades.
Es sorprendente que años tras años los habitantes del Sur Profundo sobrevivan a tantas calamidades debido a tantas inundaciones, derivadas del abandono y deterioro de esos lugares por la falta de interés de nuestros líderes por solucionar los problemas existentes en la región o mejor dicho por el interés de embolsillarse los cuartos que le pertenecen al pueblo.
El Sur necesita atención y eso no es un secreto, por eso exigimos de las autoridades la realización de la presa de “Monte Grande”, la reconstrucción completa del Canal de Mena y la construcción del Canal de Canoa para el desagüe del río Yaque del Sur, la construcción de muros de contenciones propiamente construidos, atención a la Laguna Rincón, ésta ultima como ya ocurrió en el lago Enriquillo se está comiendo a un pueblo llamado Peñón, el cual es inundado casi cada año debido a las lluvias o a la mala administración del INDHRI desde lo alto de la presa de Sabana Yegua hasta llegar a la desembocadura del río Yaque del Sur en el mar Caribe.
También, sabemos que los excrementos fecales afloran por encima del nivel terrestre o mejor dicho flotan por todas partes portado enfermedades, las cuales pueden ser transmitidas a la gente y a los animales, tales como el ganado y a las aves a través del contacto con aguas contaminadas o el consumo de alimentos contaminados por las heces, lo cual es muy frecuente en el Peñón. Por tal razón, cuando el río Yaque del Sur se desborda, los pueblos que colindan en sus orillas se convierten en letrinas fluviales. Esto quedó demostrado una vez más con el reciente paso de la tormenta ISAAC.
En numerosas ocasiones hemos hablado de las inundaciones de la cuenca baja del río Yaque del Sur, también hemos hablado de la Laguna Rincón, El Canal de Mena (Trujillo), La Presa de Monte Grande; en fin, un sin número de males que afectan a nuestra región ocasionando daños prevenibles. Muchos de esos males como las lluvias y los desagües de la presa de Sabana Yegua podrían aliviarse con la construcción de la presa de Monte Grande, pero para eso debemos contar con hombres dispuestos a hacer el bien.
En la región Sur tenemos un potencial de hombres y mujeres dispuestos a hacer el bien, pero la indisposición de algunos, generalmente políticos, se lo prohíbe simple y llanamente porque atenta contra sus intereses. En otros casos, cuando alguien se interesa por hacer las cosas bien hecha es catalogado de pendejo y otras cosas que me limitaré a mencionar, claro la palabra pendejo es ofensiva en el lenguaje de los dominicanos y a nadie le agrada que lo llamen así; por tal razón, algunos débiles de carácter abandonan antes de comenzar la pelea mientras el malo de la película se enarbólese con el triunfo sin tirar un solo puño.
La realidad es que en Barahona casi todos somos pendejos o nos hemos dejado tomar por pendejos y sumisos, excepto dos o tres personas de brava estirpe quienes le cantan las verdades a cualquiera en su cara sin ningún interés individual ni político.
Los Barahoneros no debemos permitir que los políticos nos allanten, no podemos permitir que se roben nuestras propiedades, ni nuestro dinero; por ejemplo, en los dos últimos años el Instituto Dominicano de Recursos Hidráulicos (INDRHI) obtuvo cientos de millones de pesos para la reparación y el mantenimiento del Canal de Mena, sin embargo los administradores del INDHRI en la región no hicieron nada para resolver los problemas del antiguo Canal. Otro caso es el de la presa de Monte Grande la cual ha sido el allante más GRANDE de los últimos años y un robo mayor al erario del pueblo, para dicha obra el ex presidente propinó dos primeros picazos en dos fechas diferentes, lo cual no ha pasado del simbolismo, en otras palabras, el expresidente y sus secuaces: cámara de diputados, senadores y otros políticos de patio se burlaron de la inteligencia de nuestros humildes ciudadanos; mientras tanto, los pueblos de la cuenca baja del río Yaque del Sur se ahogan en la arrabalidad y en la profundidad de sus aguas.
Como los agentes vendedores, nos vendieron una idea y se robaron los cuartos, nuestros líderes no deben llamarse lideres sino oportunistas de calamidades, eso pasa con frecuencia, pero también, en parte nosotros somos culpables de la situación porque les permitimos esas vagabunderías y los elegimos y hasta los reelegíamos sabiendo que son ladrones.
Según parece no aprendemos del pasado, ya que con frecuencia repetimos los mismos errores o sea, hemos retrocedido, de lo contrario los problemas del empobrecido Sur ya hubiesen sido solucionados. Esto está demostrado por el alto porcentaje de reincidencia en las calamidades e incertidumbres de nuestros pueblos y la incapacidad de los políticos para resolver tales problemas, son los responsables de las cuantiosas pérdidas económicas en agricultura y ganadería, añadidas a perdidas que a veces son humanas y a enfermedades.
Es sorprendente que años tras años los habitantes del Sur Profundo sobrevivan a tantas calamidades debido a tantas inundaciones, derivadas del abandono y deterioro de esos lugares por la falta de interés de nuestros líderes por solucionar los problemas existentes en la región o mejor dicho por el interés de embolsillarse los cuartos que le pertenecen al pueblo.
El Sur necesita atención y eso no es un secreto, por eso exigimos de las autoridades la realización de la presa de “Monte Grande”, la reconstrucción completa del Canal de Mena y la construcción del Canal de Canoa para el desagüe del río Yaque del Sur, la construcción de muros de contenciones propiamente construidos, atención a la Laguna Rincón, ésta ultima como ya ocurrió en el lago Enriquillo se está comiendo a un pueblo llamado Peñón, el cual es inundado casi cada año debido a las lluvias o a la mala administración del INDHRI desde lo alto de la presa de Sabana Yegua hasta llegar a la desembocadura del río Yaque del Sur en el mar Caribe.
También, sabemos que los excrementos fecales afloran por encima del nivel terrestre o mejor dicho flotan por todas partes portado enfermedades, las cuales pueden ser transmitidas a la gente y a los animales, tales como el ganado y a las aves a través del contacto con aguas contaminadas o el consumo de alimentos contaminados por las heces, lo cual es muy frecuente en el Peñón. Por tal razón, cuando el río Yaque del Sur se desborda, los pueblos que colindan en sus orillas se convierten en letrinas fluviales. Esto quedó demostrado una vez más con el reciente paso de la tormenta ISAAC.