Mercado público de Barahona, un desorden total

Por Juan Francisco Matos

BARAHONA, (República Dominicana).- A parte de ser un foco de contaminación el viejo mercado público, ubicado en la parte céntrica de esta ciudad, está totalmente arrabalizado. mientras que el tránsito es un verdadero desastre. donde motoconchistas, comerciantes y venduteros hacen lo que les venga en ganas ante los propios ojos de los agentes policiales, de la Autoridad Metropilitana de Transporte (Amet) y los inspectores de la alcaldía municipal.

Las calles María Montez, Colón, 30 de Mayo y Luis Delmonte que forman la manzana donde opera el establecimiento comercial, están practicamente ocupadas por vehículos y motocicletas, así como por venduteros, en su mayoría haitianos, que expenden productos comestibles al público tirados en el suelo y sin níngún tipo de protección.

Mientras, que las casetas donde se expende ropa, comida cocida, entre otras cosas así como los muebles de tiendas y colmados, tienen copadas totalmentge las aceras, obstruyendo el libre paso de los peatones, quienes tienen que lanzarce a las calles exponiéndose a ser arrollados por vehículos como sucede a diario.

"En este pueblo parece que no hay ley, porque no se justifica que en este mecado halla una arrabalización tan enorme y un tránsito que es un verdadero caos, sin que autoridad alguna mueva un dedo para poner fin a esta situación", comentó la señora Elba Cuevas Carrasco, quien se hallaba de compras en el mercado.

El mal olor que emanan las polleras, los productos comestibles descompuestos, el agua acumulada en charcos y los desperdicios amontonados por doquier, emanan olores fétidos que se diseminan por toda el área, poniendo en peligro la salud de los mismos comerciantes, familias que residen en el entorno y al público que va de compra al mercado.

El señor Campillo Rocha, dijo: "Los barahoneros siempre recordamos a Monseñor Fabio Mamerto Rivas Santos, quien siempre decía que en este pueblo noy hay ley

Se recuerda que en uno de sus gobiernos el presidente Joquín Balaguer, dispuso al construcción de un nuevo establecimiento comercial frente al Licel Federico Henríquez y Carvajal en la parte alta de la población, para alojar a los comerciantes del viejo establecimiento de la zona baja tras ser este destruido por un voraz incendio de origen desconocido.

Cuando el nuevo mercado estuvo listo, los comerciantes del viejo establecimiento se negaron a trasladarse al primero porque no tenía la capacidad para albergarlos, por lo que decidieron permanecer en el viejo donde todavía se encuentran.

Luego, en 1998, el nuevo establecimiento fue ocupado por unas 30 familias, luego de que tres líneas de Los Barracones de Javish del sector Palmarito, donde residían, fueran barridas por un fuego. Este gente todavía permanece alojada en él.