Las enseñanzas de las abejas...
Por: Esteban Delgado
Extraen el polen de las flores para llevar alimentos a sus colmenas, a la vez que ayudan a la reproducción vegetal
El polen del lirio es uno de los más ricos y de mayor rendimiento, por eso las abejas lo prefieren.
Las abejas producen uno de los alimentos de mayores propiedades vitamínicas y exquisito sabor, con atributos medicinales y de vocación comercial: la miel.
Pero ese proceso de producción requiere de mucho esfuerzo, dedicación y organización de parte de estos diminutos seres que sólo se muestran agresivos cuando se sienten invadidos por factores externos.
De flor en flor, las abejas se alimentan de los diminutos granos de polen, sólo visibles con microscopio, humedeciéndolos con saliva y almacenándolos en pequeñas bolsas en sus patas. Sí, en sus patas, la naturaleza ha dotado a las abejas de bolsas para agrupar y transportar los granos de polen que luego llevan a la colmena donde los almacenan con mucho cuidado y dedicación, pues sirven de alimento para las abejas obreras.
Se estima que en cada viaje las abejas transporta el equivalente a cuatro millones de granitos de polen.
Pero en esa labor, las abejas también contribuyen con la capacidad reproductiva de especies vegetales, pues los granos de polen son los órganos masculinos de las plantas con semilla, y con su labor de extracción, las abejas contribuyen a la polinización de muchas especies.
Un reporte del portal web mielonline.com indica que el polen de acacia y el de lirio, como el que se observa en la imagen, sobrepasan por mucho el proporcionado por las flores de otras plantas. Los granos de polen son ricos en vitamina A, de acuerdo con estudios científicos.
Los animales que se alimentan del néctar de las flores, como las abejas, el picaflor y otros, son definidos como nectíforos. Se estima que es muy limitada la población animal que tiene su base alimenticia en el polen de las flores.
Romance
El clavel de tus labios brindaba miel de besos y fue mi boca ardiente abeja de sus pétalos...”
Jackselins Arteaga
Extraen el polen de las flores para llevar alimentos a sus colmenas, a la vez que ayudan a la reproducción vegetal
El polen del lirio es uno de los más ricos y de mayor rendimiento, por eso las abejas lo prefieren.
Las abejas producen uno de los alimentos de mayores propiedades vitamínicas y exquisito sabor, con atributos medicinales y de vocación comercial: la miel.
Pero ese proceso de producción requiere de mucho esfuerzo, dedicación y organización de parte de estos diminutos seres que sólo se muestran agresivos cuando se sienten invadidos por factores externos.
De flor en flor, las abejas se alimentan de los diminutos granos de polen, sólo visibles con microscopio, humedeciéndolos con saliva y almacenándolos en pequeñas bolsas en sus patas. Sí, en sus patas, la naturaleza ha dotado a las abejas de bolsas para agrupar y transportar los granos de polen que luego llevan a la colmena donde los almacenan con mucho cuidado y dedicación, pues sirven de alimento para las abejas obreras.
Se estima que en cada viaje las abejas transporta el equivalente a cuatro millones de granitos de polen.
Pero en esa labor, las abejas también contribuyen con la capacidad reproductiva de especies vegetales, pues los granos de polen son los órganos masculinos de las plantas con semilla, y con su labor de extracción, las abejas contribuyen a la polinización de muchas especies.
Un reporte del portal web mielonline.com indica que el polen de acacia y el de lirio, como el que se observa en la imagen, sobrepasan por mucho el proporcionado por las flores de otras plantas. Los granos de polen son ricos en vitamina A, de acuerdo con estudios científicos.
Los animales que se alimentan del néctar de las flores, como las abejas, el picaflor y otros, son definidos como nectíforos. Se estima que es muy limitada la población animal que tiene su base alimenticia en el polen de las flores.
Romance
El clavel de tus labios brindaba miel de besos y fue mi boca ardiente abeja de sus pétalos...”
Jackselins Arteaga