Centros de diversión; música alta y entrada de menores

Centros nocturnos que funcionan en diversos barrios del municipio Los Alcarrizos, permiten la entrada a menores de edad, violan el horario de expendio de bebidas alcohólicas, entre otras regulaciones dictadas por el Ministerio de Interior y Policía.Todo esto ocurre ante las miradas cómplices y complacientes de miembros de la Policía Nacional, que acuden a esos lugares a “cobrar peajes” de acuerdo a las reiteradas denuncias de los preocupados ciudadanos.

Mediante un amplio recorrido realizado por periodistas de El Caribe, en horas de la noche, se pudo apreciar que para esos negocios no existen regulaciones que señalan que lo menores de edad no pueden pernoctar por esos establecimientos, además de que los horarios límites de la música es hasta las 12 de la noche en los días laborables y hasta las 2 de la madrugada los fines de semanas.

Y es que Drinks, billares, discotecas, colmadones, cafeterías y otros lugares de diversión se han convertido en verdaderas maquinarias de torturas convirtiendo en “zombis” a hombres y mujeres de trabajo y a los demás comunitarios, que no pueden conciliar el sueño y tienen que dirigirse, aún con sueño, a sus respectivos centros de labores, debido a la presente situación.

Lugareños de los barrios Invi, Obras Públicas, Hermanas Mirabal, Landia, Canta la Rana, Los Libertadores, Colombia, Pueblo Nuevo, Savica y otros sectores, donde operan los señalados negocios, imploraron a las autoridades del Ministerio de Interior y Policía, las Fiscalías que funcionan aquí, así como a la Policía Nacional, realizar operativos en esos establecimientos, para sacar a los menores de esos entornos y regularizar el volumen de la música y bebidas alcohólicas.

Señalaron que los dueños de los citados comercios están violando flagrantemente la ley que protege a los menores de edad, al permitir su entrada a los mismos y lo agravante es que lo hacen en las propias narices de las patrullas policiales que en ocasiones se presentan a esos sitios, pero solo a buscar dinero.

En ese sentido, Dorka Jiménez, presidenta del Club de Madres, Hermanas Mirabal del sector del mismo nombre, deploró la indiferencia de muchos miembros de la uniformada de no poner orden en los señalados negocios, ya que solo se dedican a realizar redadas callejeras para apresar a jóvenes menores y adultos, que en la mayoría de los casos nada tienen que ver con actos delictivos.

Dijo que según las quejas, muchos son puestos en libertad después de pagar indeterminadas cantidad de dinero.
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