LAS ASPIRACIONES DE LOS SUREÑOS
Manuel Vólquez. mvolquez@gmail.com
A Danilo Medina le esperan muchas solicitudes de parte de la población al estrenarse como gobernante en un país difícil de gobernar, preñado de ciudadanos exigentes, ansiosos y con pocas inclinaciones a sacrificarse por el país.
Tendrá que hilar muy fino para no caer en las trampas políticas que desde ya le están colocando desde las fuerzas políticas opositoras, sobre todo los francotiradores trasnochados y desfasados que militan en el derrotado e incompetente Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Debe gobernar para todos, sin discriminación de ningún género, con energía, sabiduría, con los ojos bien abiertos, y el corazón puesto en la parte más humilde del pueblo, como lo ha hecho Leonel Fernández.
Yo aspiro a que Danilo Medina, como primera medida de su gestión, desarrolle una política de cara a crear los 400 mil empleos que prometió en la pasada campaña electoral para dar oportunidad a los miles de jóvenes de ambos sexos que tienen ansias de producir para satisfacer las necesidades personales y las de los seres queridos.
Como hijo de la provincia Barahona, le pido que no se olvide de la región suroeste, que a igual que la mía también es la suya. El sur profundo necesita un rescate urgente para que la población pueda sobrevivir con dignidad a los graves problemas que padece.
Los técnicos del gobierno tienen en su poder estudios sobre los agrietados niveles de subsistencia de nuestros pobladores. Esos informes también están en poder de algunas organizaciones del sector privado.
Sólo hay que desempolvarlos y ejecutarlos, buscar los recursos donde sea, para que se levanten infraestructuras que garanticen la puesta en acción de la mano de obra humana.
Hay que rescatar de las garras del hambre y la miseria a los hombres, niños y mujeres que residen en los bateyes en las zonas más olvidadas de nuestras provincias sureñas. Esa gente pasa mucha hambre y carece de todo.
Pasaron muchos años para que el sur tuviera un presidente. Ya lo tenemos con Danilo Medina y es el momento de pedirle que trabaje por su región, independientemente de que su tarea como gobernante es atender también las necesidades de las demás provincias, pero como sureño que soy (y así lo hace todo el mundo) debo abogar primero por mis compueblanos. Y no me deben calificar por eso como egoísta y regionalista.
Es que estamos hastiados de que los gobernantes sólo se fijan en el Cibao y algunas zonas del Este para implementar proyectos turísticos. Por ejemplo, Barahona tiene un aeropuerto internacional, pero durante años estuvo abandonado y sus equipos, incluyendo el radar, se lo llevaron a otras zonas de destinos turísticos. De nada han valido los reclamos de los sureños para que se acuda en ayuda de esa región.
Ahora es el momento, con Danilo Medina. Empero, hay que admitir que Leonel Fernández ha hecho mucho por el Sur y falta mucho por hacer.
Danilo, póngale atención a las ofertas turísticas del suroeste. Tenemos playas hermosas, montañas, ríos, paisajes seductores a primera vista, hoteles de calificados de cuatro y cinco estrellas, puertos, aeropuertos, y gente hospitalaria que sabe tratar al visitante extranjero. ¿Entonces, por qué nos tienen marginados, a pesar del potencial turístico de la región? ¿Qué le falta al sur para que lo tomen en cuenta a la hora de implementar proyectos de ese género?
Otra cosa que debe tomarse en cuenta es el problema que está ocasionado el lago Enriquillo debido a la crecida de sus aguas. Poco a poco, ese lago se va tragando a las comunidades de las provincias Independencia y Bahoruco, con la agravante de que ha destruido la producción agrícola y dejado sin trabajo a los laboriosos agricultores. Es otro reto que debe enfrentar Danilo Medina porque es de las cosas urgentes que faltan por hacer en su apretada agenda de gobierno.
Continuemos el ejemplo de Leonel Fernández, aprobándolo que está bien, y hacer lo que nunca se ha hecho, sobre crear muchas fuentes de empleo.
A Danilo Medina le esperan muchas solicitudes de parte de la población al estrenarse como gobernante en un país difícil de gobernar, preñado de ciudadanos exigentes, ansiosos y con pocas inclinaciones a sacrificarse por el país.
Tendrá que hilar muy fino para no caer en las trampas políticas que desde ya le están colocando desde las fuerzas políticas opositoras, sobre todo los francotiradores trasnochados y desfasados que militan en el derrotado e incompetente Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Debe gobernar para todos, sin discriminación de ningún género, con energía, sabiduría, con los ojos bien abiertos, y el corazón puesto en la parte más humilde del pueblo, como lo ha hecho Leonel Fernández.
Yo aspiro a que Danilo Medina, como primera medida de su gestión, desarrolle una política de cara a crear los 400 mil empleos que prometió en la pasada campaña electoral para dar oportunidad a los miles de jóvenes de ambos sexos que tienen ansias de producir para satisfacer las necesidades personales y las de los seres queridos.
Como hijo de la provincia Barahona, le pido que no se olvide de la región suroeste, que a igual que la mía también es la suya. El sur profundo necesita un rescate urgente para que la población pueda sobrevivir con dignidad a los graves problemas que padece.
Los técnicos del gobierno tienen en su poder estudios sobre los agrietados niveles de subsistencia de nuestros pobladores. Esos informes también están en poder de algunas organizaciones del sector privado.
Sólo hay que desempolvarlos y ejecutarlos, buscar los recursos donde sea, para que se levanten infraestructuras que garanticen la puesta en acción de la mano de obra humana.
Hay que rescatar de las garras del hambre y la miseria a los hombres, niños y mujeres que residen en los bateyes en las zonas más olvidadas de nuestras provincias sureñas. Esa gente pasa mucha hambre y carece de todo.
Pasaron muchos años para que el sur tuviera un presidente. Ya lo tenemos con Danilo Medina y es el momento de pedirle que trabaje por su región, independientemente de que su tarea como gobernante es atender también las necesidades de las demás provincias, pero como sureño que soy (y así lo hace todo el mundo) debo abogar primero por mis compueblanos. Y no me deben calificar por eso como egoísta y regionalista.
Es que estamos hastiados de que los gobernantes sólo se fijan en el Cibao y algunas zonas del Este para implementar proyectos turísticos. Por ejemplo, Barahona tiene un aeropuerto internacional, pero durante años estuvo abandonado y sus equipos, incluyendo el radar, se lo llevaron a otras zonas de destinos turísticos. De nada han valido los reclamos de los sureños para que se acuda en ayuda de esa región.
Ahora es el momento, con Danilo Medina. Empero, hay que admitir que Leonel Fernández ha hecho mucho por el Sur y falta mucho por hacer.
Danilo, póngale atención a las ofertas turísticas del suroeste. Tenemos playas hermosas, montañas, ríos, paisajes seductores a primera vista, hoteles de calificados de cuatro y cinco estrellas, puertos, aeropuertos, y gente hospitalaria que sabe tratar al visitante extranjero. ¿Entonces, por qué nos tienen marginados, a pesar del potencial turístico de la región? ¿Qué le falta al sur para que lo tomen en cuenta a la hora de implementar proyectos de ese género?
Otra cosa que debe tomarse en cuenta es el problema que está ocasionado el lago Enriquillo debido a la crecida de sus aguas. Poco a poco, ese lago se va tragando a las comunidades de las provincias Independencia y Bahoruco, con la agravante de que ha destruido la producción agrícola y dejado sin trabajo a los laboriosos agricultores. Es otro reto que debe enfrentar Danilo Medina porque es de las cosas urgentes que faltan por hacer en su apretada agenda de gobierno.
Continuemos el ejemplo de Leonel Fernández, aprobándolo que está bien, y hacer lo que nunca se ha hecho, sobre crear muchas fuentes de empleo.