La Unesco elige a Río de Janeiro Patrimonio Mundial como Paisaje Cultural
Dpa | Río de Janeiro
Río de Janeiro ha recibido el título de Patrimonio Mundial como Paisaje Cultural concedido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
La "ciudad maravillosa" se convirtió así en el primer lugar urbano del mundo en recibir dicho título, que consiguió mediante el voto unánime de los 21 países que participan de la 36. sesión del Comité del Patrimonio Mundial, que se celebra desde el pasado 25 de junio en la ciudad rusa de San Petersburgo.
La candidatura brasileña fue presentada a la Unesco en septiembre de 2009 por el Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan), alegando a su favor el "valor universal" que posee la ciudad, basado en la interacción armónica entre su belleza natural y la intervención humana.
El concepto de paisaje cultural fue adoptado por el organismo de la ONU en 1992, que lo incorporó como una nueva forma de reconocimiento de los bienes culturales a la Lista del Patrimonio Mundial creada en 1972 durante una convención del organismo.
Las autoridades brasileñas celebraron el título concedido a Río por la Unesco, y evaluaron que a partir de este momento se concluye "una nueva visión y abordaje sobre los bienes culturales incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial".
Este cambio de visión que mencionan las autoridades refiere a que hasta el momento, los lugares reconocidos mundialmente como paisajes culturales estaban relacionados a áreas rurales, sistemas agrícolas tradicionales y jardines históricos, entre otros. Por tanto, es la primera vez que un espacio urbano recibe un título de esa categoría.
La ministra brasileña de Cultura, Ana de Hollanda, expresó que la elección de la capital fluminense "es consecuencia de un estudio minucioso en el que se evaluó la forma creativa con la que los habitantes se adaptaron a la topografía excepcionalmente bella e irregular de la ciudad, inventando modos inéditos de usufructuar la vida".
Originalidad y desafíos
Por su parte, el presidente de Iphan, Luiz Fernando de Almeida, destacó que el paisaje carioca "es la imagen más explícita de lo que podemos llamar de civilización brasileña, con su originalidad, desafíos, contradicciones y posibilidades".
Almeida resaltó asimismo, que el incluir un espacio urbano entre los bienes catalogados como Patrimonio
Mundial implica que a partir de ahora se comienza a pensar más en una relación muy específica entre el hombre y la naturaleza. Esto lleva a otra visión del proceso de civilización para el mundo.
Se inaugura una nueva etapa. E incluye además el hecho de que si se piensa en un paisaje cultural como Patrimonio de la Humanidad, "se tiene que pensar, obligatoriamente, en el compromiso de preservar ese territorio".
Los puntos de la ciudad que convirtieron a Río en el primer Patrimonio Mundial como Paisaje Cultural son los cerros Pan de Azúcar y Corcovado, la Floresta da Tijuca, el Aterro de Flamengo, el Jardín Botánico, la playa de Copacabana, la entrada de la Bahía de Guanabara, el Fuerte y Cerro do Leme; el Fuerte de Copacabana, el Parque de Flamengo y la Ensenada de Botafogo.
Estos puntos serán a partir de ahora objeto de acciones integradas por parte de las distintas esferas gubernamentales, destinadas a preservar su paisaje cultural, indica un comunicado divulgado hoy por el Iphan.
Río de Janeiro ha recibido el título de Patrimonio Mundial como Paisaje Cultural concedido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
La "ciudad maravillosa" se convirtió así en el primer lugar urbano del mundo en recibir dicho título, que consiguió mediante el voto unánime de los 21 países que participan de la 36. sesión del Comité del Patrimonio Mundial, que se celebra desde el pasado 25 de junio en la ciudad rusa de San Petersburgo.
La candidatura brasileña fue presentada a la Unesco en septiembre de 2009 por el Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan), alegando a su favor el "valor universal" que posee la ciudad, basado en la interacción armónica entre su belleza natural y la intervención humana.
El concepto de paisaje cultural fue adoptado por el organismo de la ONU en 1992, que lo incorporó como una nueva forma de reconocimiento de los bienes culturales a la Lista del Patrimonio Mundial creada en 1972 durante una convención del organismo.
Las autoridades brasileñas celebraron el título concedido a Río por la Unesco, y evaluaron que a partir de este momento se concluye "una nueva visión y abordaje sobre los bienes culturales incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial".
Este cambio de visión que mencionan las autoridades refiere a que hasta el momento, los lugares reconocidos mundialmente como paisajes culturales estaban relacionados a áreas rurales, sistemas agrícolas tradicionales y jardines históricos, entre otros. Por tanto, es la primera vez que un espacio urbano recibe un título de esa categoría.
La ministra brasileña de Cultura, Ana de Hollanda, expresó que la elección de la capital fluminense "es consecuencia de un estudio minucioso en el que se evaluó la forma creativa con la que los habitantes se adaptaron a la topografía excepcionalmente bella e irregular de la ciudad, inventando modos inéditos de usufructuar la vida".
Originalidad y desafíos
Por su parte, el presidente de Iphan, Luiz Fernando de Almeida, destacó que el paisaje carioca "es la imagen más explícita de lo que podemos llamar de civilización brasileña, con su originalidad, desafíos, contradicciones y posibilidades".
Almeida resaltó asimismo, que el incluir un espacio urbano entre los bienes catalogados como Patrimonio
Mundial implica que a partir de ahora se comienza a pensar más en una relación muy específica entre el hombre y la naturaleza. Esto lleva a otra visión del proceso de civilización para el mundo.
Se inaugura una nueva etapa. E incluye además el hecho de que si se piensa en un paisaje cultural como Patrimonio de la Humanidad, "se tiene que pensar, obligatoriamente, en el compromiso de preservar ese territorio".
Los puntos de la ciudad que convirtieron a Río en el primer Patrimonio Mundial como Paisaje Cultural son los cerros Pan de Azúcar y Corcovado, la Floresta da Tijuca, el Aterro de Flamengo, el Jardín Botánico, la playa de Copacabana, la entrada de la Bahía de Guanabara, el Fuerte y Cerro do Leme; el Fuerte de Copacabana, el Parque de Flamengo y la Ensenada de Botafogo.
Estos puntos serán a partir de ahora objeto de acciones integradas por parte de las distintas esferas gubernamentales, destinadas a preservar su paisaje cultural, indica un comunicado divulgado hoy por el Iphan.