Fogaraté
No hay autoridad
Por: Ramón Colombo
Por: Ramón Colombo
En cualquier otro país, la insubordinación de un general y sus tropas contra el orden legal, con amenaza pública y asalto (gravísimo delito), se castiga con su expulsión de las filas, prisión e inmediato sometimiento a la justicia. Menos aquí, donde las cosas se “resuelven” (más bien se disuelven) con una comisión “investigadora” y declaraciones obvias de las máximas “autoridades” (Vicepresidente en funciones, Procurador General de la República y Presidente del Senado), para simple consumo de la prensa y de un pueblo de pendejos. Porque eso somos: pendejos.