Una periodista que necesita de la solidaridad para salvar la vida de su esposo
Por: Alejandro Santana
Este tipo de situaciones en que se ven de repente, profesionales de la comunicación, causan vergüenza, impotencia y hasta ganas de llorar.
Un periodista que necesita de la caridad, de la voluntad del Estado para aliviar un problema de salud, de él o de algún familiar.
Situaciones que nos colocan entre los profesionales más indigentes de la sociedad pese a la labor social en que nos encausamos cada día, a favor de los demás y en descuido de nuestro propio futuro.
Cada vez que veo que un colega tiene que salir públicamente a buscar de la solidaridad de los demás para hacer frente a un problema de salud, me dan ganas de llorar y hasta de morirme.
Una colega, Katia Alcántara, que necesita de ayuda para salvar la vida de su pareja, padre de un niño de un año y seis meses que necesita de un medicamento que en su conjunto cuesta un millón de pesos.
Tenemos gremios de profesionales y de trabajadores que no están en condiciones de dar la mano amiga a ninguno de sus miembros que necesite de más de quinientos pesos.
Katia no tiene esos recursos y su esposo se encuentra en peligro de morir, claro no lo tiene porque el periodista honesto, sólo está en capacidad de comprar una aspirina de las que no vienen revestidas para proteger el estomago.
Tenemos una ley de colegiación que obliga a las empresas de comunicación otorgar un por ciento de las publicidad, pero eso no se cumple y no hemos tenido la voluntad para que eso ocurra.
Esa falta de voluntad nos hace más pobres, más dependientes de la caridad del oficialismo y eso duele, mientras, seguiremos viendo con impotencia el peligro de morir en que se encuentra el compañero de una colega, que por ser honesta no cuenta con los recursos.
Desde aquí, desde este Sur donde vivo me atrevo a hacer un llamado al Ministro de Salud Pública, para que acuda en ayuda del esposo de esa colega periodista que hoy necesita de la solidaridad y lo hago porque ese Ministerio tiene ese medicamento.
Su esposo se encuentra internado en la clínica doctor Rodríguez Santos, y si alguna persona o institución de manera particular desea cooperar, ahí les dejo la cuenta de Katia Alcántara, 750 641 508, y a los directivos del CDP y SNTP que se comuniquen con esa colega y la ayuden en su necesida
Este tipo de situaciones en que se ven de repente, profesionales de la comunicación, causan vergüenza, impotencia y hasta ganas de llorar.
Un periodista que necesita de la caridad, de la voluntad del Estado para aliviar un problema de salud, de él o de algún familiar.
Situaciones que nos colocan entre los profesionales más indigentes de la sociedad pese a la labor social en que nos encausamos cada día, a favor de los demás y en descuido de nuestro propio futuro.
Cada vez que veo que un colega tiene que salir públicamente a buscar de la solidaridad de los demás para hacer frente a un problema de salud, me dan ganas de llorar y hasta de morirme.
Una colega, Katia Alcántara, que necesita de ayuda para salvar la vida de su pareja, padre de un niño de un año y seis meses que necesita de un medicamento que en su conjunto cuesta un millón de pesos.
Tenemos gremios de profesionales y de trabajadores que no están en condiciones de dar la mano amiga a ninguno de sus miembros que necesite de más de quinientos pesos.
Katia no tiene esos recursos y su esposo se encuentra en peligro de morir, claro no lo tiene porque el periodista honesto, sólo está en capacidad de comprar una aspirina de las que no vienen revestidas para proteger el estomago.
Tenemos una ley de colegiación que obliga a las empresas de comunicación otorgar un por ciento de las publicidad, pero eso no se cumple y no hemos tenido la voluntad para que eso ocurra.
Esa falta de voluntad nos hace más pobres, más dependientes de la caridad del oficialismo y eso duele, mientras, seguiremos viendo con impotencia el peligro de morir en que se encuentra el compañero de una colega, que por ser honesta no cuenta con los recursos.
Desde aquí, desde este Sur donde vivo me atrevo a hacer un llamado al Ministro de Salud Pública, para que acuda en ayuda del esposo de esa colega periodista que hoy necesita de la solidaridad y lo hago porque ese Ministerio tiene ese medicamento.
Su esposo se encuentra internado en la clínica doctor Rodríguez Santos, y si alguna persona o institución de manera particular desea cooperar, ahí les dejo la cuenta de Katia Alcántara, 750 641 508, y a los directivos del CDP y SNTP que se comuniquen con esa colega y la ayuden en su necesida