Un viento de desolación y la piqueta fatal del progreso - "BARRIO REUS"
Una de las mayores obras públicas de Montevideo fue inmortalizada en 1930 por Víctor Soliño (letra) y Ramón Collazo (música) en su tango “Adiós mi barrio” que popularizaron décadas después Los Olimareños, pero que mi madre nos cantaba desde niños, generalmente cuando nos llevaba al Parque Rodó. Con ello casi que nos hizo sentir el “sufrimiento” de la gente del Barrio Sur por la pérdida de algunas de sus más caras tradiciones.
Montevideo recuerda a Víctor Soliño con una pequeña callecita en Punta Carretas, frente al Hotel Sheraton, y a Ramón Collazo con el nombre del Teatro de Verano.
“En ese año 1930 el Barrio Sur pudo haber cambiado su nombre por el de Barrio Triste. Ya era un páramo. El éxodo de los vecinos, tantos años afincados en aquella costa cargada de recuerdos, no se hizo sin dolor y sin lágrimas”. Debajo del murallón, de las casas y edificios quedaron sepultadas tradiciones, esquinitas, recuerdos y una “zona roja” que albergaba “la vida alegre” de la ciudad. “Y como el impacto también nos conmovió – que no en balde muchos años de nuestra niñez transitaron felices por aquellas calles ahora desaparecidas- con Ramón [Collazo] quisimos expresarle al viejo barrio nuestra adhesión y nuestra pena con un tango”, decía Víctor Soliño en su libro “Mis tangos y los atenienses” (Montevideo, Ed. Alfa, 1967).
Ya existía la idea y algunos planes desde mucho tiempo atrás, pero un furioso temporal que se abatió sobre Montevideo en julio de 1923, precipitó la decisión. Víctor Soliño recuerda esto con los versos “en las calles ruinosas, desiertas / sopla un viento de desolación”.
“… Los vientos alcanzaron los 148 quilómetros por hora, las aguas del estuario se elevaron a tres metros y medio, volaron techos, casas, autos, árboles y la ciudad quedó sin luz por dos días, parecía víctima de un bombardeo. “La costa de Montevideo [...] batida por la violencia del oleaje guarda huellas perdurables del poder destructor de las aguas del gran río enardecidas por el furor del recio viento que por más de 48 horas batió sus alas sobre el Estuario” (Mundo Uruguayo, Montevideo, 19 de julio de 1923, Año V, Núm. 236, “Después del recio temporal”).”
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“… es llegado el momento que se aproveche la acción del temporal para activar esta obra y darle pronto término a fin de que la Ciudad Vieja, en su parte Sur, se valorice y embellezca…” (Mundo Uruguayo, Montevideo, 19 de julio de 1923, Año V, Núm. 236, “Después del recio temporal”.)
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Enseguida se formó una “Comisión Financiera de la Rambla Sur e inmediatamente comenzaron las obras de construcción del tramo que va desde Río Negro hasta Médanos (actual J. Barrios Amorín), la rectificación de las líneas y el relleno de las playas…”http://cafemontevideo.com/rambla-sur-temporal-de-1923-montevideo-antiguo/
“En ese año 1930 el Barrio Sur pudo haber cambiado su nombre por el de Barrio Triste. Ya era un páramo. El éxodo de los vecinos, tantos años afincados en aquella costa cargada de recuerdos, no se hizo sin dolor y sin lágrimas”. Debajo del murallón, de las casas y edificios quedaron sepultadas tradiciones, esquinitas, recuerdos y una “zona roja” que albergaba “la vida alegre” de la ciudad. “Y como el impacto también nos conmovió – que no en balde muchos años de nuestra niñez transitaron felices por aquellas calles ahora desaparecidas- con Ramón [Collazo] quisimos expresarle al viejo barrio nuestra adhesión y nuestra pena con un tango”, decía Víctor Soliño en su libro “Mis tangos y los atenienses” (Montevideo, Ed. Alfa, 1967).
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“… El avance de las obras de la Rambla Sur; va destruyendo las casas que obstaculizan su marcha. Primero cayeron las viejas casas de los barrios cercanos al mar; luego la línea recta de su muralla de hormigón, hizo un ángulo cerca del Templo Inglés y decretó su demolición. Ahora el muro amenaza, llega cerca del cuartel de la Guardia Republicana, y este edificio también cae. Cae para dar paso a la avenida costanera, que avanza triunfalmente hacia el puerto [...] La piqueta demoledora de la gente de Zunino, va haciendo caer los gruesos muros para dar paso al progreso. Y este Zunino dejará su nombre en la historia de este momento de inquietud de la ciudad…”http://cafemontevideo.com/rambla-sur-la-piqueta-fatal-del-progreso-montevideo/
Con 22 kilómetros de largo, la rambla es Monumento Histórico Nacional. A inicios de 2010 fue propuesta como Patrimonio de la Humanidad ante la Unesco.
Desde hoy y hasta el 17 de julio, Montevideo recordará cómo se planificó y cómo se fue construyendo, paso a paso, la monumental obra de la Rambla a través de una exposición de fotografías de la época que se exhibirán en la "fotogalería a cielo abierto" del Parque Rodó, en la Rambla Wilson y Pablo de María.
Cabe recordar que Montevideo encaró otra obra monumental casi al mismo tiempo: el Estadio Centenario. Como dice otro tango: “Te acordás, hermano, qué tiempos aquellos!”.
Pero la piqueta fatal volvió a aparecer y el 3 de diciembre de 1978 el antiguo “Conventillo de Risso”, más conocido con el nombre de “Conventillo Medio Mundo”, fue desalojado, y dos días más tarde fue demolido por decreto de la Intendencia Municipal de Montevideo, alegando peligro de derrumbe.
El 3 de diciembre fue declarado el Día del Candombe, pero ese día siempre se canta el tango “Adiós mi barrio”.
Saludos.
Hernán
PD:
1) Víctor Soliño era, junto con Roberto Fontaina, letrista de la Troupe Ateniense (“Troupe Jurídico Estudiantil Ateniense”) y compuso en colaboración con Gerardo Matos Rodríguez, Adolfo Mondino, Juan Antonio Collazo (hermano de Ramón), entre otros, obras que alcanzaron proyección internacional desde la época de su estreno, especialmente sus tangos “Maula”, “Garufa”, “Negro”, “Niño bien”, “Mocosita” (quizás el mejor de Soliño y también de Gerardo Matos Rodríguez) y otros como “Volverás”, “Mi papito”, “Artículo de lujo”, “Patoteros”, “T.B.C.”, “Vieja loca”, “Cuando llegue el otoño”, “Ingrata”, “Saber vivir” —que se contó entre sus primeras letras—, “Perdonala”, “Boca abierta”, “Puras plumas”, “Sos una fiera”, “Mozo rana” y, además, incursionó por otros géneros: canciones folclóricas, foxtrots y valses.
2) Una hermosa foto aérea de 1930 que muestra las obras de construcción de la Rambla Sur y al centro el espacio que ocupaba la playa Santa Ana que, como puede apreciarse, fue ganado al mar, en http://cafemontevideo.com/rambla-sur-temporal-de-1923-montevideo-antiguo/
Diario El País – 07/06/2012
Cuando Montevideo abordaba obras faraónicas: la Rambla Sur
Exposición. Galería "a cielo abierto" sobre su construcción en Parque Rodó
ANDRÉS LÓPEZ REILLY
Sobre fines de la década de 1920, Montevideo abordó una de las obras más ambiciosas y complejas: la construcción de la Rambla Sur. Todo ese proceso, que incluyó la desaparición de dos playas, puede verse en una exposición de fotografías.
"La obra que va a realizar esta comisión puede afirmarse sin temor, es la de mayor trascendencia que ha realizado y que quizás pueda realizar en mucho tiempo el Municipio de Montevideo", aseguraba César Batlle Pacheco, vicepresidente del Concejo de Administración Departamental y miembro de la Comisión Financiera de las Obras de la Rambla Sur, en un discurso pronunciado en marzo de 1926. Y no se equivocó.
La construcción de la Rambla Sur supuso el abordaje de proyecto titánico que sin respetar la geografía de la costa, robó terreno al mar y sepultó dos playas de las que solo quedaron algunas fotografías (Santa Ana y Patricios), ubicadas entre la Ramírez y la zona portuaria.
La construcción de la Rambla Sur, balcón al Río de la Plata que va desde la Escollera Sarandí hasta el Parque Hotel, se inició en 1928 con maquinaria con la que hoy no se construiría ni un muelle, buzos de escafandra y obreros que pusieron en cada centímetro ganado a la tierra y al mar, el mayor arresto.
Todo ese esfuerzo puede verse (hasta el 17 de julio) en la "fotogalería a cielo abierto" del Parque Rodó, en la Rambla Wilson y Pablo de María.
La construcción del tramo de la rambla correspondiente a la Ciudad Vieja trajo consigo cambios en el espacio y en la composición social de la zona.
Las calles Brecha y Buenos Aires fueron ensanchadas, disponiéndose además la creación de una explanada entre las calles Treinta y Tres, Reconquista, Ituzaingó y la rambla misma. A su vez, calles como Santa Teresa, Yerbal y Recinto desaparecieron para siempre de la geografía del casco histórico.
Debido a razones estéticas e higiénicas, fueron expropiados los predios limítrofes con el espacio que ocuparía la rambla. Además de obtener los terrenos necesarios para la realización de la obra, a través de esta medida se pretendía erradicar definitivamente el barrio prostibulario, popularmente conocido como "El Bajo". La demolición de estas viviendas provocó la migración de parte de la población de la Ciudad Vieja.
La rambla de punta a punta
Con 22 kilómetros de largo, la rambla es Monumento Histórico Nacional. A inicios de 2010 fue propuesta como Patrimonio de la Humanidad ante la Unesco.
En 1909 se construyó el corto tramo de la rambla que va del Parque Hotel hasta el Parque Rodó. En 1912, la rambla de Pocitos. Y en 1915, las de Punta Carretas y Carrasco.
La obra de la rambla Sur se inició en 1928 y fue inaugurada oficialmente el 31 de diciembre de 1935. En agosto de 1934, una vez que el gobierno municipal adquirió la propiedad del Templo Inglés, éste comenzó a ser demolido. El nuevo templo, inaugurado del otro lado de la rambla el 6 de junio de 1936, respetaba en gran medida los lineamientos arquitectónicos de su antecesor.
El Oriental