Mujer dice que reconoció a su hija secuestrada en video de Langlois

Por: GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ /EL TIEMPO.COM/
Dolly Castañeda

Dolly Castañeda.

Madre, que lleva 14 años esperando la liberación de su hija, dice que la vio entre las Farc.
Después de 14 años y 7 meses, Dolly Castañeda vio cerca el reencuentro con su hija Ruth Beatriz, que está reportada como secuestrada por el frente 34 de las Farc cuando viajaba en su carro entre Girardota y

Medellín (Antioquia).

En un video del periodista francés Roméo Langlois (liberado el 30 de mayo), que sirvió de fondo a una entrevista que el comunicador concedió a la televisión de su país antes de su plagio y que fue retransmitido en Colombia, aparece una mujer con camuflado que Dolly asegura es su hija.

"Si ella está con la guerrilla, y de camuflado, es porque la obligaron. La conozco muy bien y sé cuáles son sus sentimientos", dice esta madre que ha ido contando día a día el tiempo que tiene su 'Rutbia', como la llama, en cautiverio.

La cara redonda, los pómulos, el mentón, los ojos pequeños, los labios, la nariz y los aretes -igual a los que llevaba el día del plagio- no le dejan duda alguna. "Esas aretas eran mías, se las había prestado. Con el tiempo, las personas cambian, pero los rasgos no", agrega Castañeda, que un año antes del plagio perdió a su hijo varón, Álvaro de Jesús, quien fue asesinado.

Y aunque puede tratarse de otra persona, Dolly insiste en encontrar similitudes. "Ella es trigueñita clarita, muy bajita, como yo. Mide 1,60", señala y recuerda que el día que vio la imagen en la televisión sintió que iba a desmayarse.

"Lloré toda la noche. Le decía al Señor que no me dejara enloquecer, que mis ojos no me engañaran", dice, y luego enmudece por varios minutos. "Para muchos -continúa- está muerta, pero la del video es mi hija, y está viva", afirma Castañeda, quien lleva más de 14 años tocando puertas en un lado y en otro para que le ayuden a que las Farc liberen a Ruth Beatriz.

Desde el 2003, como muchas otras madres que claman por sus hijos secuestrados o desaparecidos, esta mujer, que espera pensionarse el próximo año, se para todos los miércoles al mediodía en el atrio de la iglesia de La Candelaria, de Medellín, con dos carteles con la foto de su hija, la psicóloga Ruth Beatriz Castañeda, que hoy debe tener 41 años.

Desapareció el 15 de octubre de 1997. Era mediodía y Ruth salió en su Chevrolet Monza rojo de Girardota hacia Medellín. Ellas habían quedado de verse a la 1:30, pero aquella no llegó. El carro fue encontrado horas después cerca de Santa Rosa.

"Empecé a llamarla. Por la noche, me timbraron al teléfono de la empresa donde trabajo. Era ella y me dijo: 'Mami, no llore, me tienen secuestrada'. Luego pasó un tipo que dijo ser del frente 34 de las Farc y me pidió 600 millones (de pesos). 'Está loco!, ni el Estado tiene esa plata', le respondí, pero al hombre le dio rabia y apagó el celular", recuerda.

Al tercer día y a los 9 meses, volvió a recibir llamadas, en las que le advirtieron que "si no pagaba no tenían ningún inconveniente en dejarla algunos añitos con ellos".

La última vez que tuvo la ilusión de ver a Ruth fue el 30 de diciembre de 1999, cuando, mediante un contacto en el Caguán, sostuvo una corta conversación telefónica con 'Raúl Reyes'. "Él me confirmó que la tenían y que me la iban a devolver, mas no sabía cuándo", dice. Les escribió cartas a 'Tirofijo' y 'Alfonso Cano', pero no obtuvo respuesta.

Pese a la tragedia que han significado estos 14 años, 7 meses y 27 días (hasta hoy) sin ver a su hija, y de imaginarse que está en peligro, los recuerdos son su aliciente y los que la han llevado a conservar intacta la habitación de 'Rutbia'.

Allí siguen la cama en la que madre e hija solían acostarse a hablar, el nochero, el tocador, los peluches en los que se recostaba a ver televisión y, colgadas, las imágenes del Corazón de Jesús, el Santo Cristo y la María Auxiliadora que le regaló el padre Mario, de Girardota, que ya falleció.

Pero, además, Dolly se ha encargado de que ningún cumpleaños de 'Rutbia' pase inadvertido. "Cuando llegue va a encontrar el Garfield grandísimo que le compré en el 2004, la Divina Misericordia que le llevé en el 2010, el computador portátil del año pasado, una loción Must de Cartier, unos tenis, cadenas, aretes y un tapete grande", cuenta.

Todas estas cosas hacen que Dolly se sumerja más en los recuerdos, pero luego sorprende con una afirmación que da por terminada la entrevista. "¡Usted me hace daño! Necesito estar tranquilita, no puedo traer mis problemas al trabajo", asegura y agrega que está dispuesta a esperar más tiempo con tal de reencontrarse con Ruth Beatriz.

Espera que Langlois le dé pistas de su hija

Dolly tiene la esperanza de que el periodista Roméo Langlois regrese al país -viajó a París después de su liberación- para que le cuente dónde hizo esas imágenes y si habló con Ruth Beatriz.

Esta madre de La Candelaria también dice que, por medio del periodista Herbin Hoyos, del programa 'Las Voces del Secuestro', de Caracol Radio, contactó a un alto funcionario de la embajada de Francia, que le prometió ayuda. Por ahora, Dolly permanece pendiente de la televisión, pues cree que en cualquier momento puede recibir información de 'Rutbia'. "Hija, siga para adelante, muy, muy cogidita del Señor. Él nos va a ayudar a reunirnos pronto", es el mensaje que le envía a su hija.
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