Moringa es la maravilla natural
Por: Felipe Ciprián
No tengo duda de que para que en este y en cualquier otro país termine la malnutrición, la baja calidad de la salud y el escaso rendimiento escolar, será necesario sacudir las estructuras sociales y políticas que hoy reproducen un modelo esencialmente desigual.
En lo que esa carga se equilibra, la gente más humilde tiene que supervivir echando mano a cuanto recurso sea útil y barato. La planta “moringa oleífera”, igualmente conocida en República Dominicana como “libertad” o “amor fino”, es la solución más inmediata y abunda por todas partes en el país.
Muy recientemente la periodista Nuria Piera, en su programa de investigación que divulga en la televisión, presentó evidencias del desarrollo que va teniendo el cultivo y uso de moringa en el país.
Aunque en forma muy limitada y esporádica desde el año 1983 medios de comunicación del país se han ocupado de hablar de las propiedades nutritivas y terapéuticas de moringa, libertad o amor fino, es después de ese reportaje que ha habido un mayor interés por probar esta planta maravillosa que ha provisto la naturaleza.
Aunque en 1985 conocí la moringa en Asia y me hablaron de sus propiedades, es en los últimos tres años que he conocido con mayor profundidad esta planta, he escrito sobre ella y estoy en condiciones de afirmar que constituye tal vez la única posibilidad por el momento de que un país como República Dominicana supere serios problemas de malnutrición, ceguera, vejez prematura, anemia, parasitosis intestinal, gripes frecuentes, entre otras, que afectan mayormente a la población más joven.
Por igual es consumiendo moringa, libertad o amor fino como miles de personas que hoy padecen diabetes, hipertensión arterial, osteoporosis, artritis y otras afecciones cuyos medicamentos son muy costosos, pueden controlar esos padecimientos y mantenerse saludables.
Pero para que el cultivo y consumo de moringa se haga masivo como ahora lo es el café o la cerveza, se necesita la acción decidida de un gobierno que se interese por la salud de su pueblo y ponga a los ministerios de Salud, Agricultura, Educación y Medio Ambiente a propagarla por todas partes y a educar sobre sus incalculables efectos positivos para la salud humana, animal y vegetal.
Con las divisas que el país utiliza para importar fórmulas infantiles (engañosamente llamadas leches maternizadas), se puede levantar en República Dominicana una enorme producción de moringa para suplirla a todos los hogares en forma de té, harina, cápsulas y repostería para alimentación humana.
Igualmente se puede levantar una gran agroindustria estatal o mixta, conviviendo con inversiones privadas en el ramo, para producir fertilizantes y fungicidas de alto valor y eficacia, con la ventaja de que no utilizaría químicos ni hay que importar nada.
No creo que exista al día de hoy un producto de mejor calidad que el extracto de moringa que elabora Eleazar Mota en Baoba del Piñal para controlar la sigatoka en plátanos y guineos, que tantos desastres provoca en invierno en las plantaciones de casi todo el país.
De igual manera los fertilizantes elaborados con moringa han probado su alto rendimiento en arroz y otros cultivos, sin el uso de químicos que también son importados.
En la cría de ganado, aves y peces, moringa aporta mayor cantidad de proteínas que cualquier otro alimento a tal punto que ninguna de estas especies se puede alimentar solo en base a ella, sino que hay que combinarlas con forrajes inertes.
Moringa es la fuente natural con mayor provisión de aminoácidos, vitaminas, minerales de todo tipo, antibióticos, anti-inflamatorios, entre otros beneficios para la salud, con la ventaja de que la planta se reproduce con facilidad en cualquier terreno, patio o macetero de la casa o el apartamento y comienza a producir hojas comestibles a los 45 días.
La moringa, proveniente de India y China, tiene 220 años en Latinoamérica y el conocimiento de sus extraordinarias propiedades por parte de la población que más la necesita es muy escaso porque las transnacionales de los medicamentos químicos y de las fórmulas infantiles no le han dejado espacio en los medios de comunicación ni en la voluntad de los gobiernos para que este recurso tan útil y tan barato, se aproveche masivamente para bien de personas, animales y plantas.
Con solo escribir “moringa oleífera” en cualquier buscador de Internet, la gente puede aprender mucho de esta maravilla natural y reproducir la planta para consumo diario en la familia.
Solo les voy a recomendar dos portales: http://www.medicinasnaturistas.com/help/guia_plantas/moringa_arbol_de_la_vida_arbol_cura_enfermedades.php
Y http://www.anamed.net/AIDS_Schleife_Spanisch.pdf
Su lectura puede explicar por qué conocemos tan poco de esta maravilla natural.
No tengo duda de que para que en este y en cualquier otro país termine la malnutrición, la baja calidad de la salud y el escaso rendimiento escolar, será necesario sacudir las estructuras sociales y políticas que hoy reproducen un modelo esencialmente desigual.
En lo que esa carga se equilibra, la gente más humilde tiene que supervivir echando mano a cuanto recurso sea útil y barato. La planta “moringa oleífera”, igualmente conocida en República Dominicana como “libertad” o “amor fino”, es la solución más inmediata y abunda por todas partes en el país.
Muy recientemente la periodista Nuria Piera, en su programa de investigación que divulga en la televisión, presentó evidencias del desarrollo que va teniendo el cultivo y uso de moringa en el país.
Aunque en forma muy limitada y esporádica desde el año 1983 medios de comunicación del país se han ocupado de hablar de las propiedades nutritivas y terapéuticas de moringa, libertad o amor fino, es después de ese reportaje que ha habido un mayor interés por probar esta planta maravillosa que ha provisto la naturaleza.
Aunque en 1985 conocí la moringa en Asia y me hablaron de sus propiedades, es en los últimos tres años que he conocido con mayor profundidad esta planta, he escrito sobre ella y estoy en condiciones de afirmar que constituye tal vez la única posibilidad por el momento de que un país como República Dominicana supere serios problemas de malnutrición, ceguera, vejez prematura, anemia, parasitosis intestinal, gripes frecuentes, entre otras, que afectan mayormente a la población más joven.
Por igual es consumiendo moringa, libertad o amor fino como miles de personas que hoy padecen diabetes, hipertensión arterial, osteoporosis, artritis y otras afecciones cuyos medicamentos son muy costosos, pueden controlar esos padecimientos y mantenerse saludables.
Pero para que el cultivo y consumo de moringa se haga masivo como ahora lo es el café o la cerveza, se necesita la acción decidida de un gobierno que se interese por la salud de su pueblo y ponga a los ministerios de Salud, Agricultura, Educación y Medio Ambiente a propagarla por todas partes y a educar sobre sus incalculables efectos positivos para la salud humana, animal y vegetal.
Con las divisas que el país utiliza para importar fórmulas infantiles (engañosamente llamadas leches maternizadas), se puede levantar en República Dominicana una enorme producción de moringa para suplirla a todos los hogares en forma de té, harina, cápsulas y repostería para alimentación humana.
Igualmente se puede levantar una gran agroindustria estatal o mixta, conviviendo con inversiones privadas en el ramo, para producir fertilizantes y fungicidas de alto valor y eficacia, con la ventaja de que no utilizaría químicos ni hay que importar nada.
No creo que exista al día de hoy un producto de mejor calidad que el extracto de moringa que elabora Eleazar Mota en Baoba del Piñal para controlar la sigatoka en plátanos y guineos, que tantos desastres provoca en invierno en las plantaciones de casi todo el país.
De igual manera los fertilizantes elaborados con moringa han probado su alto rendimiento en arroz y otros cultivos, sin el uso de químicos que también son importados.
En la cría de ganado, aves y peces, moringa aporta mayor cantidad de proteínas que cualquier otro alimento a tal punto que ninguna de estas especies se puede alimentar solo en base a ella, sino que hay que combinarlas con forrajes inertes.
Moringa es la fuente natural con mayor provisión de aminoácidos, vitaminas, minerales de todo tipo, antibióticos, anti-inflamatorios, entre otros beneficios para la salud, con la ventaja de que la planta se reproduce con facilidad en cualquier terreno, patio o macetero de la casa o el apartamento y comienza a producir hojas comestibles a los 45 días.
La moringa, proveniente de India y China, tiene 220 años en Latinoamérica y el conocimiento de sus extraordinarias propiedades por parte de la población que más la necesita es muy escaso porque las transnacionales de los medicamentos químicos y de las fórmulas infantiles no le han dejado espacio en los medios de comunicación ni en la voluntad de los gobiernos para que este recurso tan útil y tan barato, se aproveche masivamente para bien de personas, animales y plantas.
Con solo escribir “moringa oleífera” en cualquier buscador de Internet, la gente puede aprender mucho de esta maravilla natural y reproducir la planta para consumo diario en la familia.
Solo les voy a recomendar dos portales: http://www.medicinasnaturistas.com/help/guia_plantas/moringa_arbol_de_la_vida_arbol_cura_enfermedades.php
Y http://www.anamed.net/AIDS_Schleife_Spanisch.pdf
Su lectura puede explicar por qué conocemos tan poco de esta maravilla natural.