Más de diez mil colmados han quebrado en RD
Por: Freddy Matos
Aquí funcionaba el colmado “La Economía”, avenida Duarte con Ovando
Crisis económica, altos costos de operación, apagones, impuestos, rentas, falta de circulante, delincuencia y el desplazamiento por las construcciones de grandes plazas comerciales, son parte de los males que llevaron a la quiebra a más de diez mil colmados en República Dominicana, la mayoría en Santo Domingo.
“Todo subió de precios: aceite, azúcar, arroz, leche y otros productos más en los últimos días. Estamos pagando luz cara y los apagones te dan por el cuello. No hay forma de echar para adelante”, expresó Robert Pujols, quien se vio obligado de fusionar dos colmados que tenía para evitar el cierre de ambos en el sector Simón Bolívar.
Otros colmaderos consultados se lamentaron porque en los últimos meses sus ventas han disminuido entre un 25 y un 40 por ciento: “La gente quiere comprar, pero no puede. No tiene dinero, no hay circulante en las calles”, narró Santos Suárez, propietario del colmado El Orejeo, en ensanche La Fe.
En Villa Juana, Moisés Peguero y Barnolis Báez se quejan de que en medio de la actual crisis, los almacenistas no quieren darle créditos a pequeños negocios como los suyos.
“Las bajas ventas nos están dejando sin capital, mientras nos quedamos sin créditos para seguir trabajando, porque los proveedores no quieren arriesgar su dinero”, afirmaron a DominicanosHoy.
El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes de la República Dominicana (Fenacerd), Ricardo Rosario, consultado sobre el particular, expresó que cualquier colmado pequeño, con venta de unos RD$300,000, tiene costos de unos RD$50,000 al mes.
Dentro de los gastos más frecuentes que hacen, en la mayoría de los casos, insostenibles las operaciones de los colmados, Rosario mencionó: la alta facturación eléctrica (que se traga cerca del 30% de las entradas del negocio), pago de empleados e intereses de préstamos a una alta tasa. Indicó que muchos, para evitar la quiebra, se ven obligados a cambiar de propietarios hasta tres veces en un año.
Otro elemento que según el presidente de Fenacerd va en detrimento de los colmados son las aperturas de grandes casas comerciales (Malls), y los llamados supermercados económicos, los cuales “se llevan de cuajo a muchos comercios minoritarios”.
Delincuencia
Uno de los elementos que mayormente preocupa a los dueños de más de los 75 mil colmados que operan en la capital y el interior del país son los constantes asaltos de que son víctimas, producto del crecimiento de la delincuencia, para lo cual no cuentan con apoyo de las autoridades competentes.
Osvaldo Ogando, del colmado Home Run, ubicado en Buena Vista Primera, Villa Mella, Santo Domingo Norte, narra que en plena visita de parientes suyos, dos asaltantes, pistola en mano, lo encañonaron y cargaron con dinero en efectivo, whisky y tarjetas de llamadas. Durante el suceso sus familiares quisieron frustrar el atraco y resultaron asesinados.
En la mañana del miércoles santo, nuevamente Ogando fue asaltado por dos atracadores, quienes cargaron con mercancías valoradas en RD$70 mil.
En el colmado Los Mocanos, propiedad de Ángela Pérez, un joven de 17 años y un niño de 9 años llegaron al lugar en una motocicleta, encañonaron a los dependientes y clientes, cargaron con tarjetas de llamadas telefónicas y celulares, cadenas de oro y dinero en efectivo.
Según datos del Departamento de Estadísticas de la Procuraduría General de la República, el 34% de los hechos delictivos que cometen los menores edad, corresponden a robos agravados y el 32%, homicidios, siendo estas las infracciones más comunes.
Altos precios
Los precios de los alimentos que integran la canasta básica que expenden en los colmados: arroz, habichuelas, azúcar, pasta de tomate, aceite, ajo, cebolla, detergentes y otros, aumentaron entre 10, 20 y 50 % durante el primer semestre de este año, según confirmaron a este multimedios.
Ángel Acosta, vendedor de habichuelas y otros cereales en el Mercado Modelo, indicó que los aumentos de precios se han verificado luego de los comicios electorales: “después de las elecciones todo subió, mientras estaban en campaña no se atrevían a hacerlo, pero luego de concluidas, los alimentos se han puesto por las nubes”.
Ernesto Liriano, propietario de un puesto de vegetales, manifestó que la libra de cebolla se alzó de RD$10 a RD$25; el ají, de RD$30 a RD$35; el paquete de verduras de RD$15 a RD$30. Mientras que el repollo, la lechuga y la zanahoria, aumentaron un 50 %.
Los negociantes de colmados confesaron que no se sienten representados por ninguna de las decenas de asociaciones de comerciantes que se autoatribuyen defensores de sus intereses, ya que éstas se dedican a hacer compromisos con los principales partidos políticos y una vez en el Gobierno recibir grandes beneficios que se quedan en los miembros de la directiva.
Datos que maneja la redacción de DominicanosHoy dan cuenta de que miles de colmados han cerrado sus puertas en los últimos años, porque los grandes supermercados han monopolizado el negocio, colocando comercios “al costo” en los principales barrios de la capital y también por la multiplicación de la violencia, sin que exista el control necesario por parte de las autoridades.
Aquí funcionaba el colmado “La Economía”, avenida Duarte con Ovando
Crisis económica, altos costos de operación, apagones, impuestos, rentas, falta de circulante, delincuencia y el desplazamiento por las construcciones de grandes plazas comerciales, son parte de los males que llevaron a la quiebra a más de diez mil colmados en República Dominicana, la mayoría en Santo Domingo.
“Todo subió de precios: aceite, azúcar, arroz, leche y otros productos más en los últimos días. Estamos pagando luz cara y los apagones te dan por el cuello. No hay forma de echar para adelante”, expresó Robert Pujols, quien se vio obligado de fusionar dos colmados que tenía para evitar el cierre de ambos en el sector Simón Bolívar.
Otros colmaderos consultados se lamentaron porque en los últimos meses sus ventas han disminuido entre un 25 y un 40 por ciento: “La gente quiere comprar, pero no puede. No tiene dinero, no hay circulante en las calles”, narró Santos Suárez, propietario del colmado El Orejeo, en ensanche La Fe.
En Villa Juana, Moisés Peguero y Barnolis Báez se quejan de que en medio de la actual crisis, los almacenistas no quieren darle créditos a pequeños negocios como los suyos.
“Las bajas ventas nos están dejando sin capital, mientras nos quedamos sin créditos para seguir trabajando, porque los proveedores no quieren arriesgar su dinero”, afirmaron a DominicanosHoy.
El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes de la República Dominicana (Fenacerd), Ricardo Rosario, consultado sobre el particular, expresó que cualquier colmado pequeño, con venta de unos RD$300,000, tiene costos de unos RD$50,000 al mes.
Dentro de los gastos más frecuentes que hacen, en la mayoría de los casos, insostenibles las operaciones de los colmados, Rosario mencionó: la alta facturación eléctrica (que se traga cerca del 30% de las entradas del negocio), pago de empleados e intereses de préstamos a una alta tasa. Indicó que muchos, para evitar la quiebra, se ven obligados a cambiar de propietarios hasta tres veces en un año.
Otro elemento que según el presidente de Fenacerd va en detrimento de los colmados son las aperturas de grandes casas comerciales (Malls), y los llamados supermercados económicos, los cuales “se llevan de cuajo a muchos comercios minoritarios”.
Delincuencia
Uno de los elementos que mayormente preocupa a los dueños de más de los 75 mil colmados que operan en la capital y el interior del país son los constantes asaltos de que son víctimas, producto del crecimiento de la delincuencia, para lo cual no cuentan con apoyo de las autoridades competentes.
Osvaldo Ogando, del colmado Home Run, ubicado en Buena Vista Primera, Villa Mella, Santo Domingo Norte, narra que en plena visita de parientes suyos, dos asaltantes, pistola en mano, lo encañonaron y cargaron con dinero en efectivo, whisky y tarjetas de llamadas. Durante el suceso sus familiares quisieron frustrar el atraco y resultaron asesinados.
En la mañana del miércoles santo, nuevamente Ogando fue asaltado por dos atracadores, quienes cargaron con mercancías valoradas en RD$70 mil.
En el colmado Los Mocanos, propiedad de Ángela Pérez, un joven de 17 años y un niño de 9 años llegaron al lugar en una motocicleta, encañonaron a los dependientes y clientes, cargaron con tarjetas de llamadas telefónicas y celulares, cadenas de oro y dinero en efectivo.
Según datos del Departamento de Estadísticas de la Procuraduría General de la República, el 34% de los hechos delictivos que cometen los menores edad, corresponden a robos agravados y el 32%, homicidios, siendo estas las infracciones más comunes.
Altos precios
Los precios de los alimentos que integran la canasta básica que expenden en los colmados: arroz, habichuelas, azúcar, pasta de tomate, aceite, ajo, cebolla, detergentes y otros, aumentaron entre 10, 20 y 50 % durante el primer semestre de este año, según confirmaron a este multimedios.
Ángel Acosta, vendedor de habichuelas y otros cereales en el Mercado Modelo, indicó que los aumentos de precios se han verificado luego de los comicios electorales: “después de las elecciones todo subió, mientras estaban en campaña no se atrevían a hacerlo, pero luego de concluidas, los alimentos se han puesto por las nubes”.
Ernesto Liriano, propietario de un puesto de vegetales, manifestó que la libra de cebolla se alzó de RD$10 a RD$25; el ají, de RD$30 a RD$35; el paquete de verduras de RD$15 a RD$30. Mientras que el repollo, la lechuga y la zanahoria, aumentaron un 50 %.
Los negociantes de colmados confesaron que no se sienten representados por ninguna de las decenas de asociaciones de comerciantes que se autoatribuyen defensores de sus intereses, ya que éstas se dedican a hacer compromisos con los principales partidos políticos y una vez en el Gobierno recibir grandes beneficios que se quedan en los miembros de la directiva.
Datos que maneja la redacción de DominicanosHoy dan cuenta de que miles de colmados han cerrado sus puertas en los últimos años, porque los grandes supermercados han monopolizado el negocio, colocando comercios “al costo” en los principales barrios de la capital y también por la multiplicación de la violencia, sin que exista el control necesario por parte de las autoridades.