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Ciclica cubano se pasea por La Habana en bicicleta de cuatro metros

Los transeúntes y vecinos no salen de su asombro cuando lo ven pasar al ciclita conocido como Guirola, pero este asegura con una sonrisa que para él es algo normal. "Me siento bien en la altura, no me da náusea, ni mareo, nada de eso", explicó el hombre de 48 años. "Allí arriba diviso mejor el paisaje, me siento relajado. Hay mucho aire, lo respiro y me siento más libre. Sencillamente me gusta".