Demandan terrenos considerados reserva natural en Galván
Faustino Reyes Díaz
Neyba. La Asociación Placer Bonito De La Lajita del Municipio de Galván, reclamaron la desocupación de unos terrenos considerados “reserva natural” y la entrega de otros presuntamente enajenados por particulares luego posesionarse hace más de veinte años, en un cerro entre Galván y Neyba.
De acuerdo al presidente de la organización, Braulio Pérez, el espacio está en poder de Sony Iraida Salvador, Fernando Placeres, Amnia Santana y el embajador reformista, Luís José González Sánchez. Los involucrados en este conflicto, en otras ocasiones, trataron de justificar la adquisición de esas tierras, aunque esta vez no fue posible obtener sus versiones.
El dirigente campesino, permaneció más de una hora en señal de protesta, junto los directivos Carlos Manuel Suárez, Pedro Gonzalo Mateo, Víctor Cuevas, Miguel Medina, entre otros miembros de su asociaicón, en los alrededores del balneario Las María en la entrada de lugar donde el diplomático levantó instaló una antena de una emisora de su propiedad.
Expresó, que una parte de sus terrenos están siendo arrebatados con documentaciones falsas y que espera que las autoridades judiciales los favorezcan con una decisión, luego de las 18 audiencias a las que han acudido en el tribunal de tierra de Barahona. La próxima audiencia de fondo está fijada para el 28 del corriente mes.
Se quejó porque el Ministerio de Medio Ambiente no hace valer una decisión del tribunal que prohíbe la continuación de los trabajos en la llamada reserva científica hasta que se realice un estudio “Manolo Sánchez, abogado de medio ambiente está confabulado con la otra parte porque no va a las audiencias”, dijo.
Dijo Braulio Pérez, que en su lucha cuentan con el respaldo del Ayuntamiento de Galván y del Centro de Educación y Asistencia Jurídica CEAJURI, que les asiste con un cuerpo de abogados.
Expresó, que debido a la situación que s eles presentó a los agricultores de la Lajita, han tenido que deshacerse de los animales que tenían para mantenerse con sus familias o en otros casos han tenido que darlos a media o llevárselos a otros lugares.
Neyba. La Asociación Placer Bonito De La Lajita del Municipio de Galván, reclamaron la desocupación de unos terrenos considerados “reserva natural” y la entrega de otros presuntamente enajenados por particulares luego posesionarse hace más de veinte años, en un cerro entre Galván y Neyba.
De acuerdo al presidente de la organización, Braulio Pérez, el espacio está en poder de Sony Iraida Salvador, Fernando Placeres, Amnia Santana y el embajador reformista, Luís José González Sánchez. Los involucrados en este conflicto, en otras ocasiones, trataron de justificar la adquisición de esas tierras, aunque esta vez no fue posible obtener sus versiones.
El dirigente campesino, permaneció más de una hora en señal de protesta, junto los directivos Carlos Manuel Suárez, Pedro Gonzalo Mateo, Víctor Cuevas, Miguel Medina, entre otros miembros de su asociaicón, en los alrededores del balneario Las María en la entrada de lugar donde el diplomático levantó instaló una antena de una emisora de su propiedad.
Expresó, que una parte de sus terrenos están siendo arrebatados con documentaciones falsas y que espera que las autoridades judiciales los favorezcan con una decisión, luego de las 18 audiencias a las que han acudido en el tribunal de tierra de Barahona. La próxima audiencia de fondo está fijada para el 28 del corriente mes.
Se quejó porque el Ministerio de Medio Ambiente no hace valer una decisión del tribunal que prohíbe la continuación de los trabajos en la llamada reserva científica hasta que se realice un estudio “Manolo Sánchez, abogado de medio ambiente está confabulado con la otra parte porque no va a las audiencias”, dijo.
Dijo Braulio Pérez, que en su lucha cuentan con el respaldo del Ayuntamiento de Galván y del Centro de Educación y Asistencia Jurídica CEAJURI, que les asiste con un cuerpo de abogados.
Expresó, que debido a la situación que s eles presentó a los agricultores de la Lajita, han tenido que deshacerse de los animales que tenían para mantenerse con sus familias o en otros casos han tenido que darlos a media o llevárselos a otros lugares.