Canillitas con Don Bosco exhibe logros de sus egresados

Antes de entrar al proyecto de Canillitas con Don Bosco, Valentín Emilio, vendía palomitas de maíz en las calles del barrio La Ciénaga de esta capital.Con apenas nueve años tuvo la oportunidad de ingresar a uno de los proyectos sociales más prolíficos que ha sacado de las calles a miles de niños en sus 26 años de trabajo continuado, brindándoles una formación integral y garantizándoles sus derechos básicos.

La Red de Muchachos y Muchachas con Don Bosco le ha permitido a Valentín aprender el oficio de ebanista, labor que 20 años después realiza para sustentar su familia.

Hoy día se desempeña como facilitador del centro. “Me siento muy contento de dar lo que he recibido, porque todo lo que sé de ebanistería, la mayoría lo aprendí del proyecto y hoy lo comparto con los muchachos”, dice con orgullo, mientras afila la sierra en el taller, donde le mira atentamente su alumno Ezequiel.

Manualidades

Con entusiasmo, el menor que no pasa los 15 años, cuenta que ha aprendido a elaborar diversas manualidades con material reciclado y madera.

Precisamente para mostrar los trabajos que realizan los canillitas durante su proceso de capacitación fue realizada ayer la Tercera Feria Demostrativa de Productos en el centro ubicado en el barrio María Auxiliadora, la cual se enmarca dentro del proyecto En RED, financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores del gobierno de Italia.

La feria es una demostración de lo que aprenden los jovencitos que provienen, en su mayoría, de los barrios El Caliche, Los Pinos, Guachupita y 27 de Febrero. “Buscamos con esto inculcarles una misión, una mentalidad de que ellos pueden lograr un trabajo digno en el mañana, segundo facilitarles los medios para que lo puedan lograr ya que como son de escasos recursos no pueden pagar una capacitación en otro lado.

En la medida de las posibilidades le conectamos con el mundo empresarial, les ayudamos a tener su pasantía y posiblemente su inserción en un trabajo”, afirmó el padre Ángel Sánchez, director de la institución sin fines de lucro.

Afirmó que con ello buscan insertar a familias completas en el camino hacia la superación de la pobreza, apartando a los menores del trabajo infantil.

“Queremos que nuestros niños se dediquen al estudio, a la preparación y que no tengan que trabajar. Para eso capacitamos a los adultos”. En el centro a los menores se les enseñan oficios como informática, cocina, hostelería, ama de llaves, alfarería y masaje.

Solicitan apoyo para pasantías y empleos

El sacerdote exhortó al empresariado a colaborar con los procesos de pasantías y empleabilidad de los muchachos. Asimismo, llamó a las personas que quieran unirse al proyecto a realizar sus donaciones para dar permanencia a los programas que se realizan durante todo el año. Los voluntarios pueden aportar útiles escolares, alimentos para la merienda diaria y materiales para los cursos que se imparten en los talleres. El teléfono es: 809-536-2880.
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