Tiempo Para el Alma
“Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”. Mt. 5, 8.
Por: Josefina Navarro/El Caribe
Puedes ser reconocido por tus obras sociales, por tu altruismo
Puedes destacarte públicamente por tus conocimientos, incluso, por tu investidura.
Puedes diezmar en la iglesia; puedes hablar, escribir, cantar sobre Dios y su amor...
Puedes mostrar o aparentar muchas cosas, pero si no nacen de un corazón sincero, amante de la fe, un corazón íntegro, un corazón sensible a las enseñanzas de Dios, de nada te sirve “hacer” tanto.
No se trata de lo que se ve, se trata de lo que Dios ve.
Por: Josefina Navarro/El Caribe
Puedes ser reconocido por tus obras sociales, por tu altruismo
Puedes destacarte públicamente por tus conocimientos, incluso, por tu investidura.
Puedes diezmar en la iglesia; puedes hablar, escribir, cantar sobre Dios y su amor...
Puedes mostrar o aparentar muchas cosas, pero si no nacen de un corazón sincero, amante de la fe, un corazón íntegro, un corazón sensible a las enseñanzas de Dios, de nada te sirve “hacer” tanto.
No se trata de lo que se ve, se trata de lo que Dios ve.