Hispana sabe día en que morirá, predijo muerte de hijo y otras personas

NUEVA YORK._ La fecha la guarda como un “secreto” precisamente de tumba y la escribió en una de las páginas de su Biblia para que sólo sus familiares más allegados la conozcan antes de que muera. Elizabeth Fotinopoulos, de origen boricua asegura saber el día en que fallecerá, sin ofrecer detalles de cómo, cuándo, dónde y porqué, pero también dice que predijo las muertes de su hijo y otras personas. A pesar de su “don” no quiere que la llamen clarividente, vidente, astróloga ni nada que se parezca a brujería o adivinanzas síquicas.

Relata que ese don, lo descubrió cuando tenía cinco años de edad y es uno de los regalos más preciados que Dios le ha dado.

“Como ya sé el día que voy a morir, todos los días para mi, tienen un significado muy importante”, agrega.

“Sé el día y la hora en que dejaré de vivir, porque tengo la habilidad de ser tu espejo. En mí, verás tu futuro y tus oportunidades”, añade la mujer.

“Respeto que hay personas que no quieren que yo las veo, pero para ellos soy como un libro. Cuando tenía cinco años, me senté cerca de una señora que me saludó, me quedé mirándola y le dije que su esposo iba a morir pronto. A las tres semanas el hombre se murió”, relata.

Dijo que desde ese momento, la gente empezó a buscar la muchachita que veía lo que otros no podían.

Narra que vio la muerte de su hijo seis meses antes de que falleciera. “Mi hijo murió el 21 de marzo y en octubre, tuve que decirle que iba a morir y prepararlo para la muerte. El señor todo lo hace perfecto”.

Añade que por el miedo de que su hijo no muriera solo, estuvo presente el día en que dejó de existir. “Le di un beso en la frente, lo abracé, le prometí todo como cuando nació y unos momentos después… mi hijo se fue”, explica.

Elizabeth insiste en que lo suyo es un don que traspasa fronteras y estuvo en Asia durante 24 años, donde los medios orientales la consideraron una celebridad.

También dice que ha trabajado con grandes empresas, políticos y hasta niños. Los medios chinos publicaron decenas de reportaje sobre su clarividencia y ella asegura que tiene que cumplir su misión de morir en Nueva York.

“Ha llegado el momento que tengo que serle fiel al sitio donde estoy y aquí moriré”, expresó. Su mensaje a los que no creen en sus habilidades es el de que “la vida es una cosa que vive entre todos nosotros, no le exijo a nadie que crea en mí”.

Quiere que crean en ellos “y si por alguna razón, no les está yendo en la vida como creían que estaba supuesto a ser y saben que hay una persona que los puede ayudar, ¿por qué no?”, concluye diciendo.

Proviniendo de una familia puertorriqueña, Elizabeth nació en Manhattan y ha asesorado a varias estrellas de Hollywood, definiéndose como muy creyente en Dios. “La vida debe ser un regalo delicadamente abierto y el destino es lo que cada uno quiere que sea”.
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