Familia devuelve difunta que recibieron por error
Familiares de una mujer que supuestamente había fallecido denunciaron que recibieron por error el cadáver de otra señora a la que no conocían.
El hecho ocurrió en la comunidad El Porquero, en Tenares, provincia Hermanas Mirabal, donde la familia Díaz Reynoso recibió los restos de una anciana pariente suya que residía en un asilo de la capital, que resultó ser otra persona.
Después de recibir a la difunta entre llantos y penas, una persona allegada a la familia procedió a abrir el ataúd de la occisa, pero al abrirlo se dio cuenta de que la difunta no era la que esperaban, sino que era otra persona. Llamaron al asilo y reclamaron a la verdadera muerta, pero más grande fue el sombro cuando el asilo de ancianos le comunicó que había sido un error y que su pariente aún estaba viva.
La familia procedió a devolver a la muerta al asilo.
Al señor Antonio Lora, quien es la persona que representa la familia Díaz Reynoso ante el asilo, se le había notificado de la muerte de la envejeciente, quien está recluida en el área para pacientes con enfermedades mentales, y éste procedió a realizar los trámites de defunción, con documentaciones que le había entregado el asilo, pero de otra persona que tenía el mismo nombre que la presunta occisa.
Luego a Lora le fue entregado el cadáver, sin que éste tampoco se percatara de que la difunta que se le entregaba era de la que trataba, por lo que procedió a llevarla hasta sus familiares en una ambulancia.
Para el funeral se habían presentado otros familiares, hijos y parientes cercanos que viajaron desde los Estados Unidos a despedir a la supuesta difunta.
Las autoridades del asilo alegan que se envió por error el cadáver de la envejeciente, la cual no tiene quien la reclame como familia, por lo que asumirán los gastos del entierro.
El hecho ocurrió en la comunidad El Porquero, en Tenares, provincia Hermanas Mirabal, donde la familia Díaz Reynoso recibió los restos de una anciana pariente suya que residía en un asilo de la capital, que resultó ser otra persona.
Después de recibir a la difunta entre llantos y penas, una persona allegada a la familia procedió a abrir el ataúd de la occisa, pero al abrirlo se dio cuenta de que la difunta no era la que esperaban, sino que era otra persona. Llamaron al asilo y reclamaron a la verdadera muerta, pero más grande fue el sombro cuando el asilo de ancianos le comunicó que había sido un error y que su pariente aún estaba viva.
La familia procedió a devolver a la muerta al asilo.
Al señor Antonio Lora, quien es la persona que representa la familia Díaz Reynoso ante el asilo, se le había notificado de la muerte de la envejeciente, quien está recluida en el área para pacientes con enfermedades mentales, y éste procedió a realizar los trámites de defunción, con documentaciones que le había entregado el asilo, pero de otra persona que tenía el mismo nombre que la presunta occisa.
Luego a Lora le fue entregado el cadáver, sin que éste tampoco se percatara de que la difunta que se le entregaba era de la que trataba, por lo que procedió a llevarla hasta sus familiares en una ambulancia.
Para el funeral se habían presentado otros familiares, hijos y parientes cercanos que viajaron desde los Estados Unidos a despedir a la supuesta difunta.
Las autoridades del asilo alegan que se envió por error el cadáver de la envejeciente, la cual no tiene quien la reclame como familia, por lo que asumirán los gastos del entierro.