Descuido arropa la Plaza La Trinitaria
Construida en honor a la Sociedad donde germinó el ideal independentista para exaltar los valores patrios, la Plaza La Trinitaria es hoy un escenario de inmundicia y delincuencia
.El monumento, situado en la avenida 27 de Febrero esquina Josefa Brea, edificado en el año 1966, se ha convertido en morada de delincuentes e indigentes que profanan su valioso significado. Un lago de aguas residuales, donde se crían mosquitos y plagas, bordea las calles marginales de la plaza, que se acrecienta cada vez que llueve.
Entorno sucio
El agua, que también se acumula debajo del elevado próximo a la cabecera occidental del puente Duarte, provoca mal olor en el entorno y dificultades tanto en el tránsito vehicular como peatonal.
Melvin Báez, quien trabaja en las proximidades, deploró el descuido de las autoridades, que no prestan el debido mantenimiento al lugar. “Roberto nada más viene, se para y no dice más nada. El descuido es muy obvio. Aunque no llueva está lleno de agua y lodo, mire como está esto, no se puede ni cruzar”, dijo Báez.
La plazoleta, que durante los años 90 servía a los grandes partidos para realizar concentraciones masivas en tiempos electorales, hoy es usado por los choferes de carros del concho y de las distintas rutas de guagua como letrina, donde hacen sus necesidades al aire libre.
Por las noches, debido a la oscuridad y la falta de vigilancia, la plaza es tierra de nadie.
Allí se producen atracos y violaciones de mujeres, según narran los moradores de los barrios circundantes.
Arrasaron con tapas de filtrantes
Los desaprensivos han sustraído todas las tapas metálicas de los filtrantes, dejando al descubierto los huecos, que ponen en permanente riesgo a los transeúntes que se aventuran a caminar por el área.
“Antes a esto le llamaban el parquecito de la fuente. Era muy bonito y venía mucha gente con su familia, ahora esto lo que da es pena, porque la gente lo usa para hacer sus necesidades y los palomos para usar sus drogas, y lo grande es que nadie hace nada”, se quejó un anciano que reside en el barrio Mejoramiento Social pero que acostumbra a frecuentar el lugar.
.El monumento, situado en la avenida 27 de Febrero esquina Josefa Brea, edificado en el año 1966, se ha convertido en morada de delincuentes e indigentes que profanan su valioso significado. Un lago de aguas residuales, donde se crían mosquitos y plagas, bordea las calles marginales de la plaza, que se acrecienta cada vez que llueve.
Entorno sucio
El agua, que también se acumula debajo del elevado próximo a la cabecera occidental del puente Duarte, provoca mal olor en el entorno y dificultades tanto en el tránsito vehicular como peatonal.
Melvin Báez, quien trabaja en las proximidades, deploró el descuido de las autoridades, que no prestan el debido mantenimiento al lugar. “Roberto nada más viene, se para y no dice más nada. El descuido es muy obvio. Aunque no llueva está lleno de agua y lodo, mire como está esto, no se puede ni cruzar”, dijo Báez.
La plazoleta, que durante los años 90 servía a los grandes partidos para realizar concentraciones masivas en tiempos electorales, hoy es usado por los choferes de carros del concho y de las distintas rutas de guagua como letrina, donde hacen sus necesidades al aire libre.
Por las noches, debido a la oscuridad y la falta de vigilancia, la plaza es tierra de nadie.
Allí se producen atracos y violaciones de mujeres, según narran los moradores de los barrios circundantes.
Arrasaron con tapas de filtrantes
Los desaprensivos han sustraído todas las tapas metálicas de los filtrantes, dejando al descubierto los huecos, que ponen en permanente riesgo a los transeúntes que se aventuran a caminar por el área.
“Antes a esto le llamaban el parquecito de la fuente. Era muy bonito y venía mucha gente con su familia, ahora esto lo que da es pena, porque la gente lo usa para hacer sus necesidades y los palomos para usar sus drogas, y lo grande es que nadie hace nada”, se quejó un anciano que reside en el barrio Mejoramiento Social pero que acostumbra a frecuentar el lugar.