Collodictyon, un extraño organismo que cambia el árbol de la vida
Por José de Toledo
El prtozoo Collodictyon. Foto: UiO/MERGEn biología, como en otras ciencias, es muy raro que aparezcan nuevos resultados que modifiquen de una manera importante la forma en la que entendemos el mundo.
Pero la publicación de un artículo hace unos días puede cambiar nuestras ideas sobre el árbol de la vida.
En dicha publicación se da a conocer al que han llamado "el ancestro más antiguo del hombre", el Collodictyon, un tipo de protozoo que han encontrado en un lago noruego. Se trata de un organismo que no encaja con ninguna de las líneas evolutivas conocidas hasta ahora. Lo han clasificado de momento como un protozoo porque en realidad es un cajón de sastre para muchos seres vivos que no terminamos de entender ni podemos
Pero, ¿qué es lo que lo hace tan especial? Básicamente, que mezcla características de varios grupos distintos y, al mismo tiempo, tiene algunas que nunca se habían visto. Los biólogos clasifican todos los seres vivos en un sistema de taxones, grupos afines que están relacionados evolutivamente. La forma más fácil de verlo es como un sistema de cajones. Cada cajón guarda organismos que tienen algo en común. En los cajones más grandes (Reino o Filo) las características comunes son muy generales. Según se van haciendo más pequeños los cajones, las diferencias son menores, hasta llegar al cajón más pequeño, el de Especie.
El taxón más alto que se acepta hoy en día es el de Dominio, y sólo hay tres: bacterias, arqueas y eucariotas. El siguiente es el de reino, y para eucariotas, que es al que pertenecemos todos los animales y plantas, hay cuatro: Animales, Plantas, Hongos y Protistas (o protoctistas). Lo que todos estos seres vivos tenemos en común es que nuestros cromosomas están contenidos en una membrana, es decir, que tenemos núcleo celular.
Una de las características que diferencian a los distintos reinos es el número de flagelos. Puede parecer una diferencia poco importante, pero no es así por dos buenos motivos. El primero es que las diferencias en el número de flagelos implican distintas formas de moverse, y esta es la "primera gran decisión" de todos los organismos. Y la segunda es que, hasta ahora, sólo se conocían dos opciones: tener dos flagelos por célula, como las algas y las plantas; o uno como los hongos, amebas y animales.
Pero esto ha cambiado al estudiar al protozoo de Noruega. Este organismo tiene cuatro flagelos, y por su estructura y su disposición en la célula, los investigadores están razonablemente seguros de que es una opción totalmente distinta. Es decir, que no son dos pares del mismo tipo de flagelos que había antes, ni cuatro copias del otro tipo de flagelos. Esto coloca a este protozoo en un lugar nuevo del árbol de la vida, a mitad de camino entre los dos anteriores.
Pero ahí no queda la cosa. Por su estructura celular interna, se parece al tipo más antiguo de organismos con dos flagelos, los Excavata. Pero la forma de su membrana celular es igual a la de ciertos tipos de amebas, que serían los más antiguos con un sólo flagelo. Al tener características de ambos grupos, habría que situarlo en un escalón evolutivo por debajo. Es decir, este nuevo tipo de seres vivos serían los antecesores comunes tanto de plantas como de animales.
El siguiente paso que tienen que dar los investigadores es el de encontrar más organismos parecidos. El problema está en que este tipo de seres vivos no son fáciles de encontrar, y tampoco de criar en el laboratorio. De momento, sólo se conoce un posible "primo evolutivo" de estos curiosos organismos, otro protozoo encontrado en Japón. Cuando se consiga secuenciar su ADN y se compare con el de Noruega, se podrá ir rellenando esta nueva rama del árbol de la vida. O podarla por completo, si se encuentra otra explicación mejor.
El prtozoo Collodictyon. Foto: UiO/MERGEn biología, como en otras ciencias, es muy raro que aparezcan nuevos resultados que modifiquen de una manera importante la forma en la que entendemos el mundo.
Pero la publicación de un artículo hace unos días puede cambiar nuestras ideas sobre el árbol de la vida.
En dicha publicación se da a conocer al que han llamado "el ancestro más antiguo del hombre", el Collodictyon, un tipo de protozoo que han encontrado en un lago noruego. Se trata de un organismo que no encaja con ninguna de las líneas evolutivas conocidas hasta ahora. Lo han clasificado de momento como un protozoo porque en realidad es un cajón de sastre para muchos seres vivos que no terminamos de entender ni podemos
Pero, ¿qué es lo que lo hace tan especial? Básicamente, que mezcla características de varios grupos distintos y, al mismo tiempo, tiene algunas que nunca se habían visto. Los biólogos clasifican todos los seres vivos en un sistema de taxones, grupos afines que están relacionados evolutivamente. La forma más fácil de verlo es como un sistema de cajones. Cada cajón guarda organismos que tienen algo en común. En los cajones más grandes (Reino o Filo) las características comunes son muy generales. Según se van haciendo más pequeños los cajones, las diferencias son menores, hasta llegar al cajón más pequeño, el de Especie.
El taxón más alto que se acepta hoy en día es el de Dominio, y sólo hay tres: bacterias, arqueas y eucariotas. El siguiente es el de reino, y para eucariotas, que es al que pertenecemos todos los animales y plantas, hay cuatro: Animales, Plantas, Hongos y Protistas (o protoctistas). Lo que todos estos seres vivos tenemos en común es que nuestros cromosomas están contenidos en una membrana, es decir, que tenemos núcleo celular.
Una de las características que diferencian a los distintos reinos es el número de flagelos. Puede parecer una diferencia poco importante, pero no es así por dos buenos motivos. El primero es que las diferencias en el número de flagelos implican distintas formas de moverse, y esta es la "primera gran decisión" de todos los organismos. Y la segunda es que, hasta ahora, sólo se conocían dos opciones: tener dos flagelos por célula, como las algas y las plantas; o uno como los hongos, amebas y animales.
Pero esto ha cambiado al estudiar al protozoo de Noruega. Este organismo tiene cuatro flagelos, y por su estructura y su disposición en la célula, los investigadores están razonablemente seguros de que es una opción totalmente distinta. Es decir, que no son dos pares del mismo tipo de flagelos que había antes, ni cuatro copias del otro tipo de flagelos. Esto coloca a este protozoo en un lugar nuevo del árbol de la vida, a mitad de camino entre los dos anteriores.
Pero ahí no queda la cosa. Por su estructura celular interna, se parece al tipo más antiguo de organismos con dos flagelos, los Excavata. Pero la forma de su membrana celular es igual a la de ciertos tipos de amebas, que serían los más antiguos con un sólo flagelo. Al tener características de ambos grupos, habría que situarlo en un escalón evolutivo por debajo. Es decir, este nuevo tipo de seres vivos serían los antecesores comunes tanto de plantas como de animales.
El siguiente paso que tienen que dar los investigadores es el de encontrar más organismos parecidos. El problema está en que este tipo de seres vivos no son fáciles de encontrar, y tampoco de criar en el laboratorio. De momento, sólo se conoce un posible "primo evolutivo" de estos curiosos organismos, otro protozoo encontrado en Japón. Cuando se consiga secuenciar su ADN y se compare con el de Noruega, se podrá ir rellenando esta nueva rama del árbol de la vida. O podarla por completo, si se encuentra otra explicación mejor.