Bolivia: nuevas protestas y descontento popular acorralan a Morales
Los sindicatos de obreros y médicos retomarán sus protestas callejeras para exigir un incremento salarial. Un sondeo demostró que el 47% de los bolivianos cree que el país va por mal camino
Los obreros, en torno a la Central Obrera Boliviana (COB), el gremio más grande del país, exigen un salario mínimo nacional de 1.050 dólares, casi 10 veces más que el monto actual y muy superior a lo ofrecido por el Gobierno.
El sector médico sostiene, por sexta semana, una huelga indefinida en contra del decreto presidencial que aumenta la jornada laboral de 6 a 8 horas sin una retribución económica.
"La solución del problema depende del Gobierno. Si se abroga el decreto inmediatamente se suspende la huelga, pero mientras tanto seguimos con las movilizaciones", señaló el máximo dirigente del Sindicato de Ramas Médicas en Salud (SIRMES), Eduardo Chávez.
Los sindicatos afiliados a la COB, hasta hace poco aliada del presidente Evo Morales, como el sector salud, impulsaron una huelga de 72 horas del miércoles al viernes pasado, con protestas que provocaron choques callejeros con la Policía y dejaron una veintena de heridos.
El objetivo de los sindicatos es retomar sus movilizaciones esta semana, aunque los más influyentes ministros del Gabinete, Juan Ramón Quintana, de la Presidencia, y Carlos Romero, del Interior, comenzaron a desplegar intensas gestiones para dialogar y desactivar las protestas.
Pero si la vía dialoguista fracasa, el oficialismo planea recurrir a los grupos de cocaleros y de indígenas quechuas y aymaras para que convoquen a marchas callejeras en apoyo al mandatario.
"Instruimos a nuestras direcciones sindicales a estar alertas para movilizar de manera masiva y permanente con bloqueos de caminos, cercos de todas las ciudades, en caso de que el sector salud, el magisterio y los universitarios no dialoguen hasta llegar a una solución", afirmó el máximo líder del poderoso sindicato campesino CSUTCB, Julián Jalá.
Para el Gobierno y sus aliados, los partidos opositores iniciaron un plan de desgaste del proceso revolucionario de Morales. Algunos legisladores del Movimiento Al Socialismo (MAS) los acusaron de estar complotando con los gremios para realizar un golpe de Estado.
En tanto, este domingo se difundió una encuesta realizada por Ipsos que demostró que el 47% de los bolivianos considera que el país va por mal camino.
El estudio se efectuó entre el 18 y el 26 de abril y 800 personas, todas mayores de edad, fueron entrevistadas en las cuatro ciudades que concentran casi la mitad de la población boliviana: La Paz, Cochabamba, El Alto y Santa Cruz.
El sondeo muestra que la percepción pesimista sobre el rumbo de Bolivia se mantuvo entre el 43 y el 47% en los cuatro primeros meses del año, aunque se redujo considerablemente respecto al primer cuatrimestre de 2011. En tanto que el margen de ciudadanos que opinan que el país va por buen rumbo osciló entre el 19 y 22% de enero a abril.
El pesimismo sobre la situación del país alcanzó su punto más alto en febrero, cuando el 70% de los bolivianos opinaba que estaban yendo por mal camino.
Fuente: AFP - EFE
Los obreros, en torno a la Central Obrera Boliviana (COB), el gremio más grande del país, exigen un salario mínimo nacional de 1.050 dólares, casi 10 veces más que el monto actual y muy superior a lo ofrecido por el Gobierno.
El sector médico sostiene, por sexta semana, una huelga indefinida en contra del decreto presidencial que aumenta la jornada laboral de 6 a 8 horas sin una retribución económica.
"La solución del problema depende del Gobierno. Si se abroga el decreto inmediatamente se suspende la huelga, pero mientras tanto seguimos con las movilizaciones", señaló el máximo dirigente del Sindicato de Ramas Médicas en Salud (SIRMES), Eduardo Chávez.
Los sindicatos afiliados a la COB, hasta hace poco aliada del presidente Evo Morales, como el sector salud, impulsaron una huelga de 72 horas del miércoles al viernes pasado, con protestas que provocaron choques callejeros con la Policía y dejaron una veintena de heridos.
El objetivo de los sindicatos es retomar sus movilizaciones esta semana, aunque los más influyentes ministros del Gabinete, Juan Ramón Quintana, de la Presidencia, y Carlos Romero, del Interior, comenzaron a desplegar intensas gestiones para dialogar y desactivar las protestas.
Pero si la vía dialoguista fracasa, el oficialismo planea recurrir a los grupos de cocaleros y de indígenas quechuas y aymaras para que convoquen a marchas callejeras en apoyo al mandatario.
"Instruimos a nuestras direcciones sindicales a estar alertas para movilizar de manera masiva y permanente con bloqueos de caminos, cercos de todas las ciudades, en caso de que el sector salud, el magisterio y los universitarios no dialoguen hasta llegar a una solución", afirmó el máximo líder del poderoso sindicato campesino CSUTCB, Julián Jalá.
Para el Gobierno y sus aliados, los partidos opositores iniciaron un plan de desgaste del proceso revolucionario de Morales. Algunos legisladores del Movimiento Al Socialismo (MAS) los acusaron de estar complotando con los gremios para realizar un golpe de Estado.
En tanto, este domingo se difundió una encuesta realizada por Ipsos que demostró que el 47% de los bolivianos considera que el país va por mal camino.
El estudio se efectuó entre el 18 y el 26 de abril y 800 personas, todas mayores de edad, fueron entrevistadas en las cuatro ciudades que concentran casi la mitad de la población boliviana: La Paz, Cochabamba, El Alto y Santa Cruz.
El sondeo muestra que la percepción pesimista sobre el rumbo de Bolivia se mantuvo entre el 43 y el 47% en los cuatro primeros meses del año, aunque se redujo considerablemente respecto al primer cuatrimestre de 2011. En tanto que el margen de ciudadanos que opinan que el país va por buen rumbo osciló entre el 19 y 22% de enero a abril.
El pesimismo sobre la situación del país alcanzó su punto más alto en febrero, cuando el 70% de los bolivianos opinaba que estaban yendo por mal camino.
Fuente: AFP - EFE