Bolivia: la corrupción tumbó a tres jefes de la policía en poco más de un año
Renato Santiesteban dejó el cargo sospechado de cobrar dinero para hacer ingresar cadetes a la fuerza. Su sucesor es resistido por la institución y criticado por una represión contra indígenas
Crédito foto: EFE
Santiesteban fue removido el lunes por el presidente Evo Morales. El mandatario hizo lugar así al pedido de su ministra anticorrupción Nardi Suxo, quien había exigido al general que explicara las amenazas anónimas que ella y una colaboradora suya sufrieron tras investigar el ingreso irregular este año de 54 cadetes a la academia de la Policía.
Según la prensa, Santiesteban sería el principal responsable del ingreso de esos cadetes, y medios locales denunciaron que cada candidato pagó entre 5.000 y 10.000 dólares para lograr formar parte de la policía, lo que obligó a la fiscalía a iniciar una investigación y a la misma fuerza a dar de baja a los 54 jóvenes.
Este general se convirtió así en el tercer jefe policial en dejar su cargo envuelto en un caso de corrupción en algo más de un año. Su antecesor, Ciro Farfán, fue denunciado por poseer un lujoso automóvil con placas falsas a tres meses de asumir el cargo, mientras que el alejamiento de Oscar Nina estuvo vinculado a la detención en Panamá y extradición a los EEUU del ex comandante René Sanabria bajo cargos de narcotráfico.
Tras la salida del jefe policial, Morales nombró en su lugar a Víctor Maldonado. Pero su designación despertó malestar al cabo de unas horas, tanto dentro de la fuerza como en partidos opositores.
La cúpula de la institución criticó la decisión argumentando que Maldonado no cumple normas legales para asumir el cargo, ya que no egresó de la Academia de Policías, sino que fue asimilado a principios de la década del 80 a la institución, de la extinta Dirección de Investigación Nacional (DIN), una institución civil-policial.
"Nosotros hacemos una carrera institucional para llegar al cargo, pero se rompe ese esquema y me causa un poquito de malestar. Hemos tenido conocimiento de que es una persona que no está dentro de la carrera institucional", dijo el jefe de la unidad anticrimen de La Paz, coronel Jorge Toro.
También el Movimiento Sin Miedo (MSM, centroizquierda) cuestionó su nombramiento tras acusarlo de haber dirigido en septiembre pasado una represión a indígenas que marchaban desde la Amazonia hasta La Paz, en rechazo a una carretera por una reserva ecológica en el centro del país.
"Uno de los represores (de los indígenas) es nombrado como Comandante de la Policía", afirmó el MSM en un comunicado, en el que recordó que el nuevo jerarca figura en una investigación de la fiscalía por represión a los nativos y por violación de derechos humanos.
El aumento de las tasas de criminalidad en Bolivia ha llevado a muchos a dudar sobre la efectividad de una policía, al punto de que en varias localidades los vecinos han decidido adoptar sus propias medidas para garantizar la seguridad.
Fuente: AFP
Crédito foto: EFE
Santiesteban fue removido el lunes por el presidente Evo Morales. El mandatario hizo lugar así al pedido de su ministra anticorrupción Nardi Suxo, quien había exigido al general que explicara las amenazas anónimas que ella y una colaboradora suya sufrieron tras investigar el ingreso irregular este año de 54 cadetes a la academia de la Policía.
Según la prensa, Santiesteban sería el principal responsable del ingreso de esos cadetes, y medios locales denunciaron que cada candidato pagó entre 5.000 y 10.000 dólares para lograr formar parte de la policía, lo que obligó a la fiscalía a iniciar una investigación y a la misma fuerza a dar de baja a los 54 jóvenes.
Este general se convirtió así en el tercer jefe policial en dejar su cargo envuelto en un caso de corrupción en algo más de un año. Su antecesor, Ciro Farfán, fue denunciado por poseer un lujoso automóvil con placas falsas a tres meses de asumir el cargo, mientras que el alejamiento de Oscar Nina estuvo vinculado a la detención en Panamá y extradición a los EEUU del ex comandante René Sanabria bajo cargos de narcotráfico.
Tras la salida del jefe policial, Morales nombró en su lugar a Víctor Maldonado. Pero su designación despertó malestar al cabo de unas horas, tanto dentro de la fuerza como en partidos opositores.
La cúpula de la institución criticó la decisión argumentando que Maldonado no cumple normas legales para asumir el cargo, ya que no egresó de la Academia de Policías, sino que fue asimilado a principios de la década del 80 a la institución, de la extinta Dirección de Investigación Nacional (DIN), una institución civil-policial.
"Nosotros hacemos una carrera institucional para llegar al cargo, pero se rompe ese esquema y me causa un poquito de malestar. Hemos tenido conocimiento de que es una persona que no está dentro de la carrera institucional", dijo el jefe de la unidad anticrimen de La Paz, coronel Jorge Toro.
También el Movimiento Sin Miedo (MSM, centroizquierda) cuestionó su nombramiento tras acusarlo de haber dirigido en septiembre pasado una represión a indígenas que marchaban desde la Amazonia hasta La Paz, en rechazo a una carretera por una reserva ecológica en el centro del país.
"Uno de los represores (de los indígenas) es nombrado como Comandante de la Policía", afirmó el MSM en un comunicado, en el que recordó que el nuevo jerarca figura en una investigación de la fiscalía por represión a los nativos y por violación de derechos humanos.
El aumento de las tasas de criminalidad en Bolivia ha llevado a muchos a dudar sobre la efectividad de una policía, al punto de que en varias localidades los vecinos han decidido adoptar sus propias medidas para garantizar la seguridad.
Fuente: AFP